𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑿𝑿𝑰𝑰𝑰: 𝑫𝒆 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒂 𝑽𝒂𝒍𝒌𝒊𝒓𝒊𝒂

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La joven pirata observo como se alejaba cada vez mas del Baratie, hasta perderlo de vista, se mostraba cabizbaja, esto siendo notado por su hermano, quien se mostraba preocupado, así que se acerco para platicar con ella.

Morack: Hermana, se que te sientes triste, pero...- estaba diciendo, pero fue interrumpido.

Shariza: No estoy triste, solo me dio un poco de sentimiento, es todo- dijo- Si me disculpas, iré a la cocina para comer un trozo de este pastel, este postre no se comerá solo- fingió una sonrisa, luego se retiro.

El joven pirata, solo opto por verla irse.

Morack: Lo hago por tu bien- dijo triste.

La pelinaranja se dirigió a la cocina, tomo un tenedor, estando a punto de salir, Stede apareció.

Stede: Mi capitana, que bueno que la encuentro por aquí- dijo con una sonrisa en el rostro.

Shariza: Hola Stede, ¿Como sigues?- le pregunto.

Stede: Bastante bien, pero dígame, ¿Qué es eso? ¿Tiene hambre? ¿Gusta que le prepare algo para comer?- le pregunto.

Shariza: No es necesario, y si me disculpas, iré a descansar a mi habitación- respondió seriamente, luego se retiro del lugar.

El joven se mostró algo confundido debido al comportamiento de la joven capitana, pero sabia que en unos días se le pasaría, mientras tanto trataría de hacerla feliz, y hacer que olvide al chico del sombrero de paja. La joven llego a su camarote, puso el pastel sobre su mesa de noche, para luego sentarse en la orilla de su cama, varias lagrimas resbalaron por sus mejillas y cayeron sobre sus piernas, solo podía recordar los buenos momentos que tuvo junto a esa tripulación, pero sobre todo, junto a aquel chico, su primer amor, su primer beso.

Pasaron los días, y después de tanto tiempo, lograron llegar a su isla, una persona del pueblo toco una campana, anunciando que la tripulación de Morack había regresado, un hombre del pueblo vio el barco acercarse, corrió en dirección a la antigua casa de Morack, donde se encontraba el señor Howell.

X: Señor, han regresado- dijo feliz.

Howell: Entonces vamos- dijo, para luego salir de la casa.

La gente del pueblo salio de sus hogares para recibirlos, Morack salio de su oficina, notando que finalmente habían concluido su viaje, Shariza, estando en su camarote, escucho gritos de personas, se asomo por la ventana, notando que habían vuelto a su hogar.

El barco llego al muelle del pueblo, Morack, junto con su tripulación bajaron del barco, la gente abrazo a sus seres queridos, Howell sin perder tiempo, se acerco al capitán.

Howell: Me alegra que hayan vuelto- dijo feliz- ¿Como les fue?- le pregunto.

Morack: Lo logramos, conseguimos suficiente comida para algunos años- respondió feliz.

Al escuchar eso, las personas del pueblo se alegraron ante tal noticia, Morack le dio una señal a sus hombres para que bajaran las provisiones.

Stede: Señor Howell- dijo, acercándose a ambos hombres.

Howell: Que tal, Stede- dijo, luego miro detrás de ambos jóvenes, notando que hacia falta la joven pirata- ¿Y Shariza?- pregunto.

Morack: Debió haberse quedado en el barco- respondió.

Stede: Iré por ella- dijo, a punto de irse.

Shariza: No es necesario- dijo mientras bajaba del barco- Ya estoy aquí- dijo seria.

Howell: Señorita Shariza, ¿Como estuvo su viaje?- le pregunto.

Shariza: Bien, discúlpenme pero quisiera ir a descansar- dijo, luego se marcho.

Howell: ¿Sucedió algo?- pregunto preocupado.

Morack: Es una larga historia, después te cuento, pero dime, ¿Como le fue cuidando de la aldea?- le pregunto.

Los hombres bajaban las provisiones del barco, siendo guiados claramente por Stede, bajo las ordenes de Morack, se repartieron provisiones entre las personas del pueblo, mientras esto sucedía, Shariza se encontraba en su vieja habitación de su antigua casa, donde vivía antes con su madre y su hermano.

Mientras observaba la habitación, se percato de que debajo de su cama, tenia una caja de madera, la tomo, se sentó en su vieja cama y al abrirla encontró las viejas cartas que sus padres se escribían cuando estaban enamorados, y con ellas había una fotografía que se tomaron cuando se casaron, eso la hizo sonreír y ponerse sentimental, el recordar la bella historia que le contaba su madre, de como conoció a su padre y como se enamoraron, la hacia pensar en que así podría haber sido su historia de amor junto a Luffy, pero lastimosamente, esa historia tuvo el mismo final que sus padres.

Howell: Recordando ¿Verdad?- irrumpió en la habitación de la joven, haciendo que esta volteara a verlo- Recuerdo cuando su madre me contaba sobre aquel joven del sombrero de paja, y lo emocionada que estaba cada ves que enviaba y recibía cartas- dijo mientras se sentaba a un lado de ella- Cada carta que tu madre enviaba....- estaba diciendo, pero fue interrumpido.

Shariza: Era respondida junto con una rosa blanca- termino de decir, para que ambos soltaran una risilla- La extraño- dijo triste.

Howell: Lo se- dijo, para luego abrazar a la joven, siendo correspondido- Yo también la extraño, era como una hija para mi, pero estoy seguro que ella esta muy orgullosa de ti y de lo que has logrado- dijo- Y por eso, me organice con el pueblo para hacerles una fiesta en honor a ustedes, creo que seria bueno que fuera, ¿No cree?- le pregunto.

Shariza: No lo se, ¿Cree que sea lo mejor?- le pregunto.

Howell: Claro, y tal vez podría contarme sobre sus aventuras en el gran océano- dijo, tratando de convencerla.

Shariza: Esta bien- respondió tratando de sonreír.

Howell: Entonces vamos- dijo mientras se levantaba de la cama- El pueblo la esta esperando, y mande a que le prepararan su postre favorito- dijo.

Ambos salieron de la casa, ahí los esperaba una gran fiesta, en honor a Morack y su tripulación, los niños jugaban, la gente bailaba y reía, todo estaba lleno de sonrisas y alegría, el señor Howell trataba de levantarle el animo a la joven, para luego, ambos ir a sentarse y comenzar a platicar sobre las grandes aventuras que la joven pirata había vivido fuera de Valkiria y de la Gran Ruta. Todo estaba saliendo perfecto, pero Howell pudo darse cuenta de que la pelinaranja aun sentía algo de tristeza, y pensó en que tal vez no solo era por lo de sus padres, si no por algo o alguien más.

 Todo estaba saliendo perfecto, pero Howell pudo darse cuenta de que la pelinaranja aun sentía algo de tristeza, y  pensó en que tal vez no solo era por lo de sus padres, si no por algo o alguien más

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𝟏.|𝑶𝒏𝒆 𝑷𝒊𝒆𝒄𝒆: My Sails Are SetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora