Los meses pasaban, y conforme pasaba el tiempo, aquella joven, se preguntaba como se encontraba aquella tripulación de jóvenes piratas que había conocí meses atrás, ¿Seguirán en busca que aquel tesoro? ¿Lo habrán encontrado? ¿Estarán en peligro?, no lo sabia con exactitud, pero si sabia que ante cualquier peligro o situación riesgosa, ellos sabrían manejarla, ya que no eran como los demás piratas, y como se lo había comentado aquel chico de sombrero de paja y sonrisa brillante, todo era posible ya que contaba con una increíble tripulación.
Eso era lo que Shariza pensaba mientras miraba el atardecer esconderse a las orillas de aquel gran océano azul, también llegaba a preguntarse que era lo había mas allá del océano, en parte, quería saberlo, pero sabia que su hermano no estaría dispuesto a dejar que abandonara su hogar por ir a explorar el mundo, aunque parecía desanimada, algo la hacia no perder las esperanzas, y era el saber que en algún momento volvería a ver a Luffy y tal vez aceptaría ser parte de su tripulación, aunque aun no sentía del todo preparada.
Stede: Señorita Shariza- dijo, a lo que la joven volteo a verlo- Debería estar en su habitación, recuerde que aun esta castigada.
Shariza: Eso lo se, solo salí a relajarme un poco- respondió mientras recargaba sus brazos en el barandal del barco- Stede, ¿podrías hacerme un favor?- pregunto.
Stede: Por supuesto, yo soy leal a usted, es como una capitana para mi- respondió con una sonrisa en el rostro.
Shariza: Quiero que me enseñes a pelear, sobre todo con espadas si es posible- respondió seria.
Stede: ¿Hay algún motivo por el que quiera aprender?- pregunto curioso.
Shariza: No creo que sea de suma importancia saberlo- respondió con la miraba baja pero con una pequeña sonrisa.
Stede: Shariza- dijo, y en ese momento tomo su mano- Todo lo que usted diga o haga, es de suma importancia para mi, nos conocemos desde hace muchos años y sabe que cuenta conmigo para lo que sea, y si lo que desea es aprender a pelear, con gusto yo le enseñare todo lo que se- dijo.
Shariza: Muchas gracias Stede, entonces, ¿Cuando comenzamos?- pregunto emocionada.
Stede: ¿Que le parece comenzar el día de mañana?- pregunto, esperando que la joven confirmara.
Shariza: Por supuesto- respondió.
Al día siguiente comenzaron a aprender varias lecciones, empezaron con lo básico, golpes usando brazos y piernas, y conforme pasaban los días, comenzaron a usar diferentes armas, empezando por las de madera, para luego pasar a las armas de metal, la joven se mostraba un poco experta con la espada, pero aun faltaba mucho que aprender. Stede no perdía ni un instante en acercarse a la joven para mostrarle que la amaba, pero parecía que la joven después de tantos años, aun no se daba cuenta de que su amigo estaba enamorado de ella, algo que a Stede no parecía agradarle del todo, sabiendo lo mucho que ha hecho y esta haciendo por ella, pero dejo de pensar en eso, ya que gracias a los entrenamientos puede estar mas cerca de ella.
Con cada entrenamiento, Shariza se volvía mas experta en este tema, y en su mente solo rondaba la idea de convertirse en una gran pirata al igual que su padre, y tal vez reencontrarse con aquel joven pirata de sombrero de paja. Durante los entrenamientos, el capitán Morack noto que su hermana se mostraba madura conforme pasaba el tiempo, creyó que el entrenamiento la estaba ayudando, así que decidió levantarle el castigo, ya que aseguraba que ella había aprendido la lección de sus actos, aunque claro, esta decisión no fue nada fácil, si no fuera por la ayuda del señor Howell. Pasados los meses Shariza completo su entrenamiento, ese día, se dirigía a su habitación, pero antes de entrar, el señor Howell la detuvo.
Howell: Señorita Shariza- grito mientras se acercaba a la joven.
Shariza: Señor Howell, ¿Necesita algo?- pregunto preocupada.
Howell: No es nada urgente jovencita, pero me gustaría hablar con usted- respondió.
Shariza: Esta bien, amm, si gusta podemos hablar en mi habitación- dijo mientras abría la puerta- Pase- dicho esto, el consejero entro, seguido de la joven y esta cerro la puerta, luego se dirigió a su escritorio, tomo su silla y la puso a un lado para que el señor se sentara- Tome asiento.
Howell: Gracias- dijo para luego sentarse.
Shariza: Dígame, ¿Que ocurre?- pregunto.
Howell: Lamento molestarla, pero, quería darle algo- dijo mientras extendía sus manos mostrando un objeto que se encontraba envuelto en una tela roja con bordes dorados.
Shariza observo confundida aquel objeto, miro al anciano y este asintió con la cabeza para que la joven lo tomara, ella sin mas que decir, tomo aquel objeto, para luego quitarle la tela roja y mirar que había una espada con unas incrustaciones de piedras preciosas.
Howell: Esta espada la había encontrado su madre entre las cosas que su padre había dejado antes de irse y decidió guardarla para cuando volviera, recuerdo que su madre me contó que fue uno de los tesoros que él encontró hace muchos años, el primer tesoro de hecho, me dijo una vez que su padre peleo con esta espada, pero después decidió ya no usarla, para después así guardarla como una reliquia y ya que usted a estado trabajando duro y la he visto que esforzarse durante sus lecciones, me gustaría que usted la tuviera- dijo con una sonrisa en el rostro.
Shariza: Señor Howell, no creo poder aceptarlo, esto debería estar en manos de mi hermano, ademas, él no creo que este de acuerdo- respondió mientras extendía sus manos con la espada para devolvérsela pero el señor Howell la detuvo con su mano.
Howell: Shariza, te haz esforzado mucho y yo creo que por lo menos deberías conservar esta reliquia, se que tu madre estaría de acuerdo en que la tuvieras- dijo.
Shariza: Muchas gracias- dijo para luego abrazarlo.
Howell: De nada pequeña- respondió y la joven se aparto- Úsala con honor y sabiduría, ¿de acuerdo- pregunto.
Shariza: Esta bien, abuelo- respondió para luego soltar una risilla.
Howell: ¿Que le pasa jovencita? Aun soy muy joven- dijo.
Shariza: Lo siento Señor Howell, pero usted sabe que siempre sera como un abuelo para mi- respondió.
Howell: Si, claro- dijo.
Shariza: No se enoje, es mas, ¿Que le parece si vamos por un bocadillo? ¿Que le parece un pastel de moras?- pregunto tratando de alegrarlo.
Howell: Esta bien vamos- respondió mientras se levantaba de su asiento.
Shariza: ¿Puede adelantarse?, en un momento lo alcanzo- pregunto mientras tomaba la espada.
Howell: Claro, pero se apresura, sino ya no habrá mas pastel de moras- dijo para luego salir de la habitación.
Shariza tomo la espada y la coloco en su cinturón, luego volteo a verse al espejo y mostró una sonrisa, cada vez estaba mas cerca de convertir en toda una pirata y sin mas que hacer se dio la vuelta y se dirigió a la puerta, para luego salir de ahí e ir hacia al cocina para comer un bocadillo.
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𝟏.|𝑶𝒏𝒆 𝑷𝒊𝒆𝒄𝒆: My Sails Are Set
FanfictionMonkey D. Luffy, emprende un viaje junto con sus amigos/tripulación hacia la Gran ruta para así encontrar el One Piece y ser el rey de los piratas, pero terminan encontrando una isla que no esta ubicada en los mapas y deciden acercarse para tomar un...