Jungkook.
—Más te vale que vayas quitando esa sonrisa de tu rostro, ni te creas que porque te he traído hasta aquí vamos a tener sexo. —Dijo el menor mientras tomaba asiento sobre el colchón y fruncía el ceño fulminándome. Me encantaba verlo así, era jodidamente hermoso.
—¿Deberíamos apostar sobre ello?—Él elevó una ceja y su cara se transformó. Su delgado dedo indicé me señaló como si fuera a dar una orden y yo solo mordí mi labio para contener la risa que quería escapar.
—No tengo ganas de hacer nada contigo y lo que has hecho ha sido grosero.—Entrecerró sus ojos.- Te juro que si te ríes tendremos una semana sin hacerlo.
—¿Una semana? tu eres el primero que no aguanta. —Y esta vez si las miradas mataran, la de Jimin me hubiese fusilado. Cerré la puerta con seguro y pude notar como este dejó de dirigirme la mirada. -Sabes que tengo razón.—Comencé a dirigirme a su dirección con lentitud, sin que pudiera percatarse de ello.
—Jungkook, te he dicho que no tengo gan...—No terminó la frase cuando un jadeo salió de su boca al sentir mi rodilla apoyarse con cuidado sobre su entrepierna moviéndose circularmente con un poco de presión.
—Tu erección previa no me dice lo mismo.—Sonreí triunfante y este al instante me miró de mala gana. Con sus pequeñas manos empujó mi abdomen y se acomodó el pantalón.—¿Quieres jugar? sabes que soy bueno en esto.
—No empieces con tus cosas ¿Sí? —Sonrió cínico. Pero yo no me detendría, necesitaba reclamarlo en este momento y saber que es mío, sentir que es así.
Desde la primera vez que había estado con aquél chico, sentí una conexión que jamás percibí con alguien más. Por primera vez en mi vida no era solo "sexo".
Él lograba causar miles de sensaciones en mi al momento e incluso me llevaba al borde del paraíso. Era a quien no me podía resistir por más que hiciera mi mayor esfuerzo, quizás mi yo anterior estaría sorprendido de quien era ahora, jamás se imaginaría estar en esta situación. Pero hubiera querido que él hubiese llegado antes a mi vida, hubiera querido no haber sido un idiota con él durante tanto tiempo.
Aunque se que estaré con Jimin por un largo tiempo y estoy dispuesto a hacerlo lo que me resta de vida.
Mis manos se apoyaron sobre sus muslos mientras yo bajaba mi torso para dejar mi cara a la altura de la suya y mirar su rostro.—Nunca olvides que te amo.—Él se quedó completamente atónito por mis palabras, era gesto usual en él cada vez que le decía parte de mis sentimientos, ya que normalmente le expresaba morbosidades.
De todas maneras no eran momentos para distraerme con cursilerías, quería disfrutarlo. Quería disfrutar a mi novio y lo haría sin importar el alrededor.
Volví a mi postura tomándolo del mentón y aproveché que estaba sentado para acariciar su mejilla con mi entrepierna cubierta por la tela del jean. Sus mejillas enrojecieron y sus ojos fueron expandidos con inocencia, ese toque nunca lo perdía. Me encantaba el hecho de que se cohibiera algunas veces conmigo, ya que, la mejor parte era corromperlo.
—Jungkook.—Se atrevió a murmurar, su voz ya era totalmente distinta. Mi pulgar acarició su labio mientras sus ojos se cerraban de manera instantánea. Tiré de su mentón hacía abajo entreabriendo sus labios para introducir mi pulgar, el sabía lo que debía hacer y sin excusas cerró sus labios alrededor de este chupando un poco.
Si seguía viendo aquella imagen seguramente me desviaría de mi foco, mi miembro dolía como la mierda. Necesitaba apresurar el paso.
Saqué mi dedo y este me miró un poco desconcertado, empujé sus hombros hasta hacerlo caer sobre el colchón. Lo levanté de los tobillos y saqué sus pantalones de un solo jalón. Su ropa fue descendiendo al igual que la mía, sus tibias manos viajaban por lo ancho de mi espalda. El solo hecho de su tacto me hacía sentir vivo, mi corazón se volvía energético.
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Último latido (Kookmin)
RomansaJungkook es un chico rebelde que desconoce el amor y piensa que la felicidad se encuentra en su vida promiscua la cual el considera perfecta. Pero ¿Qué pasaría si el comenzara a sentir aquellas emociones desconocidas. Y que la persona que se la...