Último latido (Kookmin)

ɴᴜᴇᴠᴇ

Jungkook

—Todo empezó en mi cumpleaños número cuatro. —Susurró con cautela como si no quisiese que alguien más lo escuchara.

Jimin'𝘴 𝘗𝘰𝘷

Podía ver mis compañeros correteando de un lado a otro y yo solo permanecí sobre un pequeño asiento mientras sólo me enfocaba en analizar el lugar de festejo, para ser más claros, el patio de mi casa.

—¡Park Jimin! —Se acercó mi padre sonriente pasando su gran mano sobre mis hombros. — Es tu cumpleaños ¿Qué haces por aquí solo?

—¡Oh vamos! Mira hacía allá—Señaló un par de niñas jugueteando en el parque. — Hay muchas de ellas, alguna debe ser muy linda y quizás tengas tu primer amor de niño. A tu edad me gustaba una chica del kínder.— Levantó sus hombros riendo. — Además eres tan guapo como tu padre, ninguna se negaría a jugar contigo.

—Pero realmente estoy cansado. —Murmuré girándome hacía él.

—¡Ya se te pasará! —Dijo levantándome de mi silla y empujándome levemente para que caminara a la dirección que él quería.

Las niñas me recibieron entre risas y abrazos pero mi mente no estaba allí en ese momento, mis ojos estaban perdidos en el niño rubio que se mecía en el columpio. Mi padre solo quería que fuera a jugar así que no importaría con quien lo hiciera y ese niño era con quien quería llevarlo acabo.

Me alejé de las chicas acercándome a un lado del columpio y este se detuvo al instante. Sus ojos verdes se posaron sobre los míos y le sonreí, me devolvió la sonrisa haciéndome sentir más feliz aun.

—Soy Jimin ¿Cómo te llamas? —Pregunté estirando mi mano, aquél se levantó del columpio y la tomó al instante volviendo a sonreírme.

—Yo me llamo Usui. —Comenzó a reír y sentí como unas pequeñas cosquillas en mi estómago ¿tendría hambre?

—¿Jugamos? —Él asintió como respuesta a mi pregunta y corrimos hacía los inflables. Mientras saltaba con aquél niño y le observaba reír, sentí aquel amor de niños que mi padre siempre mencionaba en sus historias, pero la única y gran diferencia es que era hacía un chico.

¿Esto estaba bien?

7 años después...

La clase de hoy fue la cosa más "horripilante" que había visto en mi vida. La profesora había mencionado que tener once años ya era una buena edad para orientarnos sobre el sexo y como podíamos reproducirnos. Si algo nunca iba a tener en esta vida sería hijos.

No entendía cual era aquella emoción de mis compañeros y la morbosidad al saber semejante cosa, no le veía lo "atractivo" como ellos decían.

—¿Qué has aprendido hoy en clases amor? —Preguntó mi madre dejando los platos sobre la mesa.

—Nos han orientado sobre el sexo. —Dije con una mueca de disgusto.

—Oh, cuando era un niño y empezaron a hablar sobre esos temas era bastante emocionante. —Bromeó mi padre dándome un suave codazo debajo de la mesa. — Además ya de seguro has tenido tu primera erección. —Murmuró sobre mi oreja. — A esta edad las hormonas se ponen como locas.

—Mamá. —Dije alejándome y levantándome de la mesa. —Comeré después. —Me dirigí hacía el umbral de la puerta y antes de continuar hacía me habitación me detuve. —Me ha parecido asqueroso.