ALICIA.
Estoy muy sudada, por el calor producido por el baile de rato, me sentí tan libre, el baile siempre había sido mi salida, después de conducir como loca en un carro.
Me encantó ver la cara de Edam cuando bailaba suavemente contra el chico que conocí, era de Italia, me dijo que había venido de unas vacaciones, estaba haciendo un recorrido por América. Decía que el Caribe era hermoso por sus islas ya que también es llamado Antillas, ya que por estar ubicado al sur y al oeste del arco antillano.
Me habló de sus viajes antes de bailar con él.
Después de nuestro baile las luces se apagaron y salí al baño estaba repleta de sudor.
En el espejo me vi estaba color rojo, salí para pedirle el número al chico.—Me das tu número—intente hablar en mi poco conocimiento del italiano, si hablaba italiano como lo entendí pues estudie italiano pero no recuerdo bien.
Me lo dio, sentí que alguien tomó mi mano de forma brusca.
El imbécil de Morris, Alessio el chico quiso detenerlo pero dije que todo estaba bien.
—Suéltame.
Carajo me está apretando horrible la mano.
—Me estás lastimando Morris.
Hacía como que ni existiera, no me habló ni me dice nada.
Intenté detenerlo pero me empuja, llevándome a la terraza de la discoteca.—¡Carajo, suéltame!
Me tomo de la cintura intentado besarme, lo empujo y me tomo de las manos con más fuerza.
De la nada el aire se me fue por el impacto de mi cuerpo impactando contra una pared.
—¡Levántate!¡Muévete, levántate!
El aire llegó a mis pulmones de nuevo, me dolió mucho la cabeza, bruscamente, me agarro de los brazos y me levanto.
Estampado de nuevo mi espalda contra la pared, me dolía demasiado, me levanta del cuello, apretando sin una pizca de suavidad, el aire no llega a mis pulmones y siento dolor, presión en la cabeza, la desesperación por aire es mucho más, lo pateo en el estómago lo más duro que pueda. Su agarre se afloja, pero el impacto de la gran cachetada que me dio no tiene precio, si antes me dolía la cabeza, ahora era peor, no me dio ni de respirar, lágrimas bajaban por mi mejillas.
Escuché como alguien caminaba por la terraza, con el desesperó me arrastre por el piso, pero el fue mas rápido y me agarro el pie arrastrando de nuevo donde él, me abraza contra su pecho tapándome la boca para que no pueda hacer ruido alguno.
Grite pero su mano ahogó el sonido, pataleo y muerdo su mano siendo lo último que podría hacer, gruñe por el dolor y salgo corriendo y me golpeó contra el pecho de Edam en ese momento era mi salvación a todo, tomo mi cara yo sin dejar de llorar, revisando si tenía algún golpe y era muy obvio que me había golpeado.
La ira de Edam se noto demasiado, y no lo detuve, por primera vez no sentí pena por Morris y ya no iba hacer igual.
Me limpie las lágrimas aún con el dolor de la espalda y la cabeza.
Me ardía la garganta y seguro me quedaría una marca en el cuello.
Edam golpeó a Morris hasta casarse, pensé que se defendiera pero el no hizo nada solo maldecía, Morris tenía sangre en la cara y Edam no le importo.
—Ya Edam detente.
Dije porque alguien tenía que pararlo, o si no él seguiría.
Sentí un leve mareo.
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MENTIRAS LACERANTES. ( BORRADOR)[+18]
RandomTodo comienza con un favor... entre mentiras y venganzas, un contrato. ¿Te puede traicionar la persona que menos esperas? Alicia Williams una chica guapa, sociable, adinerada, lo tiene todo. El único problema del verano tiene nombre y apellido, Ed...