CAPÍTULO 19. El calenturiento exige una luna de miel

21 0 0
                                    

10 de agosto del 2024.

Han pasado ya tres semanas y las únicas veces que he visto a Edam son cuando tenemos que ver algo juntos sobre la boda falsa, esto me tiene estresada paso de arriba a bajo, ahora estoy con Mía y Max escogiendo mi vestido de novia, hemos buscado desde la seis de la mañana y ninguno les convence a los dos, si a los dos porque yo no tengo opinión alguna y eso me enoja.

Miro como Mía busca algo elegante y apegado a mí cuerpo, Max en cambio busca algo simple y que no llame la atención, me preguntan y yo solo asiento que puedo hacer, mi teléfono suena con un mensaje y la respiración se me corta, un número desconocido aparece en el mensaje, entro y miro.

***
Primor ya buscando el vestido tan rápido, por ahora te dejaremos que tengas tu luna de miel después veremos qué hacemos contigo.

***

Ese maldito mensaje hace que la copa de vino que llevaba en las manos caiga y se estrellé contra el piso, el sonido de los cristales cayendo era lo de menos, sentí como mi corazón late al mil y comienzo a sudar, solo veo como Max corre hacia mi antes de que caiga en el piso.

EDAM.

Voy a matar a Mía y a Max, por tanto estrés que le han estado causando a Alicia, ella esta ahora internada en una maldita clínica, a penas atendí la llamada sali de la junta, al llegar subo directamente a la planta de recepción y ahí estan Mía y Max.

—Edam, Alicia no quiere que nadie entre—paso ignorando la protesta de Mía, estoy muy cabreado como para pelear con ella, mejor dicho con ellos dos.

Entro en la habitación y Alicia busca algo en su cartera, tiene su celular en la mano y esta palida.

—¿Preciosa estás bien?—le pregunto con una voz sumamente calmada.

Ella alza su cabeza y asiente dejando el bolso y apagando el celular, no, algo no esta bien.

—¿Qué pasa?—le digo sentándome en la camilla en la que ella está acostada.

—No, nada solo estoy un poco estresada ya sabes con eso de la boda y esas tonterías.

Si la entiendo, he intentado ayudarla todo lo posible pero se me hace difícil con todas las juntas que tengo para poder tener un mes libre.

—Lo siento, no he podido estar ahí para apoyarte por mi trabajo preciosa, perdón—ella sonríe tan feliz que se me acelera el corazón, sin duda soy un cursi.

—Tranquilo los que me estresan son esos dos idiotas de afuera.

Si, en eso estoy de acuerdo, les dije a esos dos que la ayudarán pero veo que no lo han hecho.
En ese instante entra él doctor.

—Buenos noche señorita Williams y señor Hemlsley.

Saludo y Alicia también.

—No tiene nada malo doctor, o si.

El doctor vio a Alicia y me mira.

—¿Usted es su?

—Esposo—si eso está más fácil de decir.

—Señor su esposa sufrió de una crisis nerviosa.

Miro a Alicia y mierda creo que la maldita boda la tiene así.

—Se suele dar por ansiedad, problemas, o situaciones de presión absoluta, Señorita ¿A sufrido algún inconveniente en éstos días?—miro a Alicia y ella niega—problemas familiares o algo personal que la tenga pensando.

Alicia solo niega y yo miro al doctor.

Y esto está mal su salud es primero.

—Necesito que descanse lo mejor posible, duerma las ocho horas correctamente, como saludable y no se esfuerce  mucho si algo no la convence no lo haga—se dirige a Alicia y después a mi—señor intenté ayudarla el mayor tiempo posible, sea su apoyo, esto es psicológico pero es peor que algo físico.

MENTIRAS LACERANTES. ( BORRADOR)[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora