MENTIRAS LACERANTES. ( BORRADOR)[+18]

CAPÍTULO 41. El nuevo integrante en nuestra pequeña familia feliz

16 de octubre del 2014.

ALICIA.

Han pasado dos semanas desde mi cumpleaños, esas dos semanas han sido muy caóticas, con Edam he experimentado cosas muy lascivas, como románticas, la electricidad que me recorre por el cuerpo con cada toque de su piel con la mía, la calidez de sus palabras, hasta nuestras facetas más malas me gustan con él, su ceño fruncido cuando se enoja o como aprieta sus labios carnosos y se tensa cuando siente celos, su sonrisa y como se forman los hoyuelos tan tiernos, cada beso húmedo y inevitable.

Lo que siento por él es algo inconmensurable, cada vez que veo sus ojos quiero perderme en ellos, quiero hundirme en sus brazos.

Como acaricio su cabeza y como se duerme con ese tacto, me he dado cuenta de algo cada vez que dormimos su mano se adentra en mi pijama y toma uno de mis senos y se duerme, me gusta eso se siente raramente bien y pacífico.

Mi ademán de tocarlo, besarlo es estúpidamente necesario, pero no dependiente y eso me gusta, porque no dependo de él, con él siento un apoyo que es mutuo, una ayuda si algo no va bien.

También tenemos un integrante en la familia, un perrito es un Rottweiler, aún es un bebé tiene apenas dos meses, pero es tan tierno, Edam me lo regalo el día de mi cumpleaños y el perrito me hace compañía, su nombre es Zeus, es un macho, es tan bonito que dan ganas de comérmelo, suena raro, mejor no, solo abrazarlo.

Hoy en la mañana he tenido un mareo leve, agende una cita con la doctora quién sabe son las pastillas.

Ya son las cuatro de la tarde y estoy en el  intento de preparar un postre, una tarta de arándanos, por ahora todo está yendo excelente, mezclo todo y hago la masa, el único inconveniente fue la harina tirada por toda la cocina.

—Debí dejar a Margarita que lo haga—la cocinera ella me ha estado enseñando bastante pero no logro nada.

Me limpio un poco la harina del cabello y del cuerpo, después limpio lo del piso.

Zeus salta para que lo cargue.

—Ya va bebé solo déjame terminar.

Ya hago todo, amasó y eso sí es cansado, pero lo hago, el relleno también lo hago.

Ya son las seis de la tarde, me demoro una eternidad y decía que solo en una hora y media, y aún no termino, pongo la masa ya en tiras formándose como rejillas.

—Dios se mira perfecto—hablo orgullosa de mí trabajo, ahora solo toca meter al horno y esperar que sepa bien tiene un aspecto agradable.

—Preciosa—escucho la voz de Edam y mierda mi sorpresa, meto al horno rápido y me limpio un poca la harina, para que no se de tanto cuenta, entra a la cocina y sonríe divertido al ver el desastre—¿Por qué estás bañada en harina?

Zeus salta feliz para que Edam lo cargue, Edam lo carga.

Se acerca y me da un beso.

—Hice una tarta de arándanos, está en el horno, no se mira tan mal.

Zeus ladra para llamar nuestra atención.

—Zeus a que si que está riquísimo.

Edam mira a mí alrededor y niega divertido, pasa su mano por mi cabello y también por mi nariz.

—Yo limpio ve a bañarte.

—No, no, no, yo hoy cocino, se mira que está buena mi tarta.

—Recuerdas los Brownie—mis mejillas se ponen rojas.

—¡Creí que era chocolate dulce y no amargo!—digo explicando mi momento humilde, mejor dicho uno de mis momentos más humildes.

—La lasaña también fue algo muy... Raro—hace una mueca.