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-¿Cómo sobreviviste?

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-¿Cómo sobreviviste?

La pregunta de Jacob rompió el incómodo silencio en el que han estado desde que el lobo llegó. Después de que Rosalie prácticamente estrangulara a Jasper entre sus brazos le había preguntado lo mismo pero el vampiro rubio había insistido en esperar a Jacob para explicárselo a ambos.

Mientras el lobo llegaba Rosalie sacó a los niños del coche. Jasper se quedó realmente sorprendido de ver a los bebés, de saber su origen pero se sobrepuso con rapidez. Después de todo, la vida no había dejado de sorprenderlo y era agradable que, por una vez, fuera algo bueno.

Renesmee se mantuvo algo desconfiada, a pesar de que era su tío y de que lo saludó con educación, la niña se mostraba reticente a cualquier presencia que rompiera la calma que tenían.

Así que cuando acostaron a los bebés y Renesmee se quedó con ellos, los adultos se sentaron en el salón. Sobre la mesita de café estaba el vigilabebés, donde se podía ver a Nessie leyendo sobre la cama de los adultos y echando ojeadas a sus hermanos en la cuna.

Rosalie podía notar la tensión emanando del cuerpo de Jacob, sentado justo a su lado, mientras analizaba a Jasper. Jacob era el más desconfiado de todos respecto a la sorpresa de la supervivencia del vampiro.

-Alice me salvó. –su voz no titubeó pero Rose lo conocía lo suficiente para saber que le dolía cada palabra que estaba diciendo. –Se entregó a los Vulturis a cambio de mi supervivencia.

-Entonces los demás...-susurró la rubia.

Jasper negó.

-Ningún otro miembro de nuestra familia sobrevivió. –la frialdad de su tono contrastaba con el brillo de dolor de su mirada cuando fijó la vista en su hermana. -Pero Alice sigue allí fuera, con ellos.

-Y quieres que la rescatemos. –las palabras de Jake no eran una pregunta, eran una afirmación llena de reproche. –Vienes aquí a poner en peligro nuestra tapadera.

Los ojos de Jasper se endurecieron cuando miraron al lobo.

-¿Cuánto crees que durará tu escondite? ¿Creéis que podréis vivir en esta burbuja durante mucho tiempo? Os acabarán encontrando.

Jacob se inclinó hacia delante, con los codos apoyados en las rodillas y la mandíbula tensa.

-¿Eso es lo que harás? ¿Decirle donde estamos a cambio de Alice?

-¡Jacob! –le reprendió la rubia, alarmada de la línea de pensamiento de Jake.

-Haré lo que tenga que hacer. –contestó el vampiro, inmune al desprecio en los rasgos del lobo. –Pero no es ese mi plan.

-¿Y cuál es tu plan? –preguntó Rosalie.

-Armar un ejército. Enfrentarlos en su propio territorio.

Inesperado. | Rosalie x JacobDonde viven las historias. Descúbrelo ahora