-¿De dónde has sacado eso?
La voz de Rosalie hizo que Jacob dejara de mirar por la ventana con gesto pensativo. La rubia señaló con un movimiento de barbilla el vaso lleno de whisky que llevaba en la mano mientras se sentaba a su lado. La botella estaba sobre la mesita desgastada de café.
Habían cenado junto con Seth y Leah y los niños, y después los lobos se habían marchado a su propia cabaña asegurándoles que los vampiros no aparecían demasiado por allí, salvo María y sólo de vez en cuando.
-Leah. -respondió y dejó que Rose le quitara la copa para dar un trago. -¿Aún puedes tolerarlo?
La rubia asintió haciendo una pequeña mueca cuando el líquido pasó por su garganta, dejando un amargo rastro tras él.
-Aún puedo comer alimentos pero creo que tendré que ir a cazar pronto. -explicó. Su dieta se parecía más a la de Renesmee en ese momento que a la de un vampiro o un humano promedio.
-Supongo que por aquí habrá bastantes animales. -los ojos del chico volvieron a vagar hacia la ventana abierta, por donde se colaba una húmeda brisa nocturna. -Aquí no se escucha el mar.
Tenía razón. De hecho apenas se escuchaban ruidos de insectos o de otros animales, probablemente habían huido ante tantas criaturas sobrenaturales. Sólo les llegaba la respiración pausada de sus hijos dormidos en las habitaciones.
-Estamos muy lejos de casa. -murmuró Rosalie, más para sí que para él.
El rostro de Jacob se giró hacia ella, parecía mucho más cansado de lo que aparentaba.
-¿Te arrepientes de que nos quedemos?
Rosalie reflexionó la respuesta unos segundos antes de contestar.
-No, Seth y Leah están aquí, creo que sólo por eso ha merecido la pena arriesgarnos. -el lobo le dedicó una pequeña sonrisa, agradecido por la importancia que le daba a los miembros de su manada.-Pero tendremos que ver qué plan tiene Jasper, con detalles.
La mirada que le echó Jake era especulativa.
-No te fías de María.
La rubia bufó, como si acabara de decir lo más evidente del mundo.
-Nadie en su sano juicio se fiaría de María.
Jacob se llevó el vaso a los labios, mirándola por encima del borde de cristal.
-Tu hermano lo hace. -dio un trago.
-No he dicho que Jasper esté en su sano juicio. -masculló para después suspirar, apoyando la cabeza en la espalda del sofá, de repente se sentía muy cansada; cansada de todas las decisiones que habían tenido que tomar en poco tiempo.
La mano libre de Jacob se apoyó en su rodilla, tan caliente como un sol, su propio sol.
-Conseguiremos que no pierda el juicio del todo, Rose. -la tranquilizó el chico. Sus ojos brillaron con cierta culpabilidad ante las cejas alzadas de la rubia. -Siento haber sido tan...vehemente antes de que viniéramos.
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Inesperado. | Rosalie x Jacob
FanfictionCuando lo peor ha pasado, todo lo demás es totalmente inesperado. Y Jacob y Rosalie lo aprenderían rápido.