Las semanas se convirtieron en meses con la misma velocidad con la que el cuerpo de Rosalie cambiaba. Con casi cuatro meses todo su cuerpo había cambiado, se había vuelto más...humano. Su vientre, antaño plano, ahora estaba adquiriendo una forma redondeada que le encantaba mirar en el espejo.
Las náuseas también había desaparecido casi por completo y podía caminar con Renesmee en sus paseos diarios sin tener que esquivar los puestos de comida callejera que antes la hacían querer vomitar. Disfrutaba del sol, de la comida, de camuflarse por primera vez entre la multitud como una más. No se sentía tan viva desde hacía décadas.
Aunque también había varios inconvenientes.
El principal: un Jacob demasiado sobreprotector.
-No puedes impedirme arreglar mi coche. -siseó Rosalie cuando Jake le cortó la entrada al garaje y le quitó la caja de herramientas de las manos con el espanto grabado en su moreno rostro.
-¡No puedes cargar peso! ¿Y si se cae el coche?
La rubia puso los ojos en blanco.
-No se me ha caído un coche encima jamás, además está suspendido en el aire con herramientas.
-Pueden fallar.
-Devuélveme la maldita caja, Jacob.
-No.
La rubia entrecerró los ojos dorados, a pesar de no tomar sangre sus ojos seguían de la misma tonalidad. Y de repente una bombilla se encendió en su cabeza.
-¿Es por esto que tampoco quieres tener sexo? ¿Por el rollo sobreprotector?
Jacob resopló como si le resultara ridícula la pregunta pero Rosalie había aprendido a reconocer las señales que indicaban que se había puesto nervioso, generalmente solía pasar su peso de un pie a otro.
Durante el último par de semanas, mientras el cuerpo de Rosalie se recuperaba de las náuseas también lo hacía su libido. Con un rotundo fracaso porque Jacob siempre tenía una excusa preparada para ella.
Nunca ningún hombre la había rechazado antes. Decir que estaba un poco molesta por ello era quedarse corto. Aunque le echaba la culpa a las hormonas, por supuesto.
Puso los brazos en jarras y fulminó con la mirada al padre de sus hijos, esperando.
-No quiero que les pase nada a los bebés. -respondió por fin el lobo de forma reticente.
El corazón de Rosalie se ablandó un poco y su enfado disminuyó.
-No les pasará nada a los bebés. Nunca. -aseguró y dio un par de pasos hacia él. -Estoy embarazada, Jake, no enferma. Puedo seguir haciendo cosas normales.
Jake acabó por soltar la caja de herramientas, que cayó con un ruido sordo al suelo y suspiró.
-Es sólo que...todo me da miedo. No quiero...-movió las manos como si el aire pudiera completar sus palabras pero Rose lo entendió. Era un milagro. El milagro que no esperaban.
Mentiría si dijera que ella no estaba aterrada pero todo iba bien y recluirse en casa sin moverse no le haría llevar un embarazo sano, todo lo contrario.
Cogió la mano del lobo con ternura y la colocó en su vientre apenas redondeado. Aún no se podía sentir nada pero Jake aseguraba que escuchaba sus dos corazones, latiendo fuertes. Ventajas del oído lobuno. Incluso Renesmee había empezado a escucharlos hacía unos días. La única que parecía tener unos aburridos sentidos humanos era ella.
-¿Siguen latiendo? -preguntó aunque sabía la respuesta, de lo contrario el lobo no estaría tan tranquilo.
Jake asintió un par de segundos después.
-Fuertes como tambores.
-Entonces no hay nada de lo que preocuparse. -aseguró la rubia con una sonrisa que pronto imitó el chico.
-Bien, te llevaré esto al garaje. -suspiró resignado cogiendo de nuevo la caja de herramientas.
Rosalie puso la mano en su brazo, frenándolo.
-En realidad, he pensado que hace mucho calor y necesito una ducha. -vio cómo Jacob parpadeaba un par de veces. Definitivamente no era el mejor cogiendo indirectas. Se forzó a no poner los ojos en blanco y mostrar una sonrisa coqueta. -¿Quieres venir?
-Pero...
-Estarán bien, te lo prometo. Ellos están en su propia burbuja. -sus dedos se deslizaron por el tatuaje de la manada, tapado parcialmente por la manga de la camiseta. Una sonrisa traviesa apareció en sus labios. -Es hora de que nosotros estemos en nuestra propia burbuja.
Si Jake tenía alguna duda desapareció cuando la rubia acortó aún más la distancia y rozó los labios con los suyos. Una caricia más sutil que una pluma pero que tuvo el resultado esperado. Jacob la rodeó con los brazos, provocándole una risa que se llevó la brisa cuando la cogió en brazos con facilidad, llevándola dentro de casa.
Sí, definitivamente las cosas seguían mejorando.
❋❋❋
-¿Listos para saber un poco más de esos pequeñajos?
El entusiasmo de Helen habría sido contagioso sino fuera porque ellos ya estaban suficientemente emocionados. Nunca lo habían estado tanto. Era el día en el que conocerían el sexo de los bebés.
Renesmee apostaba por dos niñas, porque quería hacer su propio ejército de mujeres. Cosa que Rosalie apoyaba totalmente.
Jake apostaba por dos niños.
Rosalie era más de apostar por mitad- mitad, es decir, un niño y una niña.
Había algo muy importante en juego.
-Bien, veamos...-murmuró para sí la matrona mientras la pantalla se iluminaba con sus dos pequeños flotando tranquilamente en su pequeño mundo del interior de su útero. Apenas eran figuras borrosas en blanco y negro pero Helen pulsó un botón y la sala se llenó con el melodioso sonido de dos corazones latiendo.
Rosalie parpadeó con rapidez para apartar las lágrimas de emoción y Jacob apretó su mano con ternura, inclinándose hacia su oído.
-Ahora los escuchas. -murmuró mientras la rubia asentía. Se intercambiaron sonrisas cómplices.
-Y ahora lo importante. ¿Listos? -ambos asintieron. -Serán...vaya, uno de cada, chicos. Niño y niña.
Hubo un silencio después de la revelación en el que los futuros padres miraban boquiabiertos la pequeña pantalla. Niño y niña. Sus hijos. Un hermanito y una hermanita para Renesmee.
-He ganado. -acabó diciendo Rosalie con una sonrisa ocupando todo su rostro. -Nessie y tú tendréis que lavar los platos durante toda una semana.
Jacob soltó una sonora risa y depositó un beso en la cálida frente de Rosalie mientras la matrona reía.
-Lo que quieras, rubia. -aseguró.
Cuando llegaron a casa colgaron la ecografía en la nevera, una fotografía del presente pero también una promesa del futuro. Eran una familia y cada día lo eran aún más.
Poco a poco vamos sabiendo más de los bebés😍. Tengo varias sorpresas en esta historia que estoy segura que no os esperáis peeeero disfrutemos de nuestros papis estando tranquilos un poco más🤭
¿Qué os ha parecido? Recordar darle amor y comentar si os apetece.❤️❤️
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Inesperado. | Rosalie x Jacob
FanfictionCuando lo peor ha pasado, todo lo demás es totalmente inesperado. Y Jacob y Rosalie lo aprenderían rápido.