A LA PAR | OCCHIAMIN

Bienvenidos a Miami

Siendo las 5 de la mañana, ya parados en la zona de taxis del aeropuerto de Miami, se comunicaron con el hotel en el que tenían la reserva, y les informaron que no tenían permiso para hacer el check-in hasta las 14hs del mismo día.

Flor: - me desmayo del sueño y del hambre que tengo, como vamos a hacer?

Nico: - la verdad, que no tengo idea, y esta zona no me gusta para nada

Estaban en la calle, con las valijas, sin saber hacia dónde ir, caminando sin rumbo y buscando hoteles que estuvieran abiertos.

Nico: - acá en el celu encontré uno pero tiene pinta de telo *ríe*

Entre las malas palabras y los quejidos de hambre y sueño de Flor, terminó accediendo y consiguieron una habitación en otro hotel, con nombre sugerente. Las risas no faltaron cuando subían el ascensor, y cesaron cuando descubrieron que había una sola cama.

Flor: - vos te dormis en ese sillón, no se discute
Nico: - juguemos un piedra papel o tijera
Flor: - pero ni se te ocurra, me voy a dormir ya
Nico: - bueno, duermo acá en el sillón, tranqui

Apagaron las luces cada uno en un ambiente del departamento, conectaron sus teléfonos y a ella le invadió (entre todo su cansancio) un sentimiento de lástima por él, que estaba durmiendo seguramente muy incómodo. En sus impulsos sanos, ese día tomó una buena decisión, y eligió dar un gran paso.

Flor: - vení - enviado

Nico leyó ese mensaje y quedó sorprendido, no quería invadir su espacio, pero tomó coraje, y sin siquiera prender la luz de la habitación, ni hablar con ella, entró, acomodó su celular en uno de los enchufes, movió las sábanas sutilmente y se acomodó en uno de los lados.
Su corazón latía muy fuerte, y no sabía si iba a poder dormir.

Ella, al sentir el peso de su cuerpo en la otra punta del colchón, se encontró totalmente presa por la adrenalina del momento. Estaba acostada dándole la espalda, pero decidió ponerse boca arriba. Él, también.

No se miraron en ningún momento, pero si el techo de esa habitación hablara, aseguraría que no cerraron los ojos, al menos por un buen rato. Las palabras sobraban mucho cuando en el ambiente todo hablaba por sí solo.

...

Al otro día, todo transcurrió con normalidad, hicieron un gran programa y se divirtieron mucho. La entrevista fue un éxito, y pasada la tardecita decidieron salir a celebrar de una forma sencilla: con una pizza y un atardecer. Compraron su gran cena, con dos latas de gaseosa, y también armaron un porrito, como para alivianar, dijo Nico .

Iban recorriendo esas grandes autopistas, desde las que se ven las palmeras y las luces de esos edificios inmensos, que encandilan a todos los que visitan Miami. Eran las 7 de la tarde y el sol comenzaba a caer, y decidieron buscar un parque tranquilo que diera al puerto, para disfrutar de su cena, y relajarse.

Disfrutaban mucho de la compañía del otro y de charlar sobre la vida. Eran tan distintos y a la vez encontraban tantas similitudes, quizás por sus vidas, por conocer el mundo de cierta forma, por haber trabajado y recorrido tantos años a la par.

Se sentaron en un banquito, y armaron el picnic. Miraban las embarcaciones y hacían apuestas extrañas sobre cuanto podrían salir esos yates, o que personalidad tendría el dueño de cada barco según el nombre.

Nico: - me voy a sacarle una foto a aquel yate para mostrarle a mis amigos, ya vengo

Flor aprovechó ese momento para firmarlo mientras caminaba con la luna y un cielo cayendo de fondo.

Encontró un encendedor, y prendió un gran aliado. Fue a buscar a su compañero para que compartan el momento, y se paró a su lado mientras las risas comenzaban a salir. En ese trance, recorrieron el parque y llegaron a la playa.

Sentados en la arena y mirando el agua, ya de noche y luego de haber fumado mucho, todo era más liviano.

Flor hablaba cada vez más cerca de Nico, y el hacía un esfuerzo increíble para no mirar sus labios y tampoco perderse en lo que ella estaba balbuceando. Cuando ella le preguntó si entendía de lo que hablaba y él no contestó, y solamente se mantuvieron las miradas, una risa salió a defender la integridad de Flor.

Flor: - qué pasa?
Nico: - en que pensás?