Sentimiento Original

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Flor: - Protector 60 como mínimo me dijo el señor de la farmacia, y mucha agua porque si no estamos acostumbrados nos va a hacer mal el sol

Nico estaba caminando con un folleto de alquiler de carritos de Golf en la mano, y la miraba con un poco de extrañeza, risueño

Flor: - Vos sabes que ese vestido me lo voy a terminar comprando, no me importa que digas que es muy Cris Morena, está genial

Lo tomó de la mano, y comenzaron a caminar. Nico estaba empezando a notar como ella de a poco mutaba en sus pequeñas cosas, quizás en ser más cautelosa de repente, o en tener el control de lo necesario para que puedan pasar un buen día.

Mientras ella tarareaba canciones de Marcela Morelo y se frenaba a poner las manos sobre palmeras y comparar si se sentía distinto a abrazar árboles porteños, él reía y le sacaba fotos, o le decía que por favor se apure.

Nico: - Flor, sos una versión nueva de tu mamá

Se atajó porque sabía que se venía un golpe o una puteada de parte de su novia, pero ella, quedándose dos segundos quieta y observándose a sí misma, y soltó una risa leve, para luego asintir con la cabeza.

Flor: - y vos estás cada día más canoso, no me jodas

Nico se rió por el retruco, y tomó el bolso que cargaba ella a su hombro.  Con el otro brazo la rodeó mientras caminaban, y le dió un beso en la sien.

Eran las 10 de la mañana en Argentina, y Flor estaba esperando al movimiento sutil de él, que siempre teniendo todo calculado y estando en cualquier parte del mundo, podía religiosamente sacar su celular, abrir YouTube y buscar su programa para ver cómo funcionaba sin su conducción. Extrañada, al ver cómo había visto la hora en la pantalla y posteriormente bloqueado la misma, le preguntó con los ojos, si de verdad iba a relajarse por primera vez. Él alzó los hombros para luego decir unas palabras.

Nico: - No voy a verlo.

Flor hizo una mueca de incredulidad y lo miró de arriba a abajo, haciéndole un montoncito con una mano.

Nico: - Enserio te estoy diciendo, me quiero relajar de verdad. Vinimos a eso.

Flor lo miró y se quedó en el paso, parada en la entrada del rental de la isla. Las personas usaban motos, bicicletas y UTV, que era lo similar a un carrito de golf, y quizás lo más cómodo para darle la vuelta al territorio en una hora. Lo veía volviendo con unas llaves y devolviéndole la mirada a ella, que le regalo una media sonrisa, con sus ojos achinados que hace cada vez que no entendía como podía sentir tanto por verlo simplemente existiendo.

Nico: - qué pasa?

Flor negó con la cabeza, como si se tratase de una pequeñez insignificante, y le dijo un te amo suave mientras lo seguía con la caminata en dirección al estacionamiento.

Emprendieron ruta con el nuevo pequeño vehículo, y mientras admiraban todo a su alrededor, se señalaban el uno al otro diversas curiosidades que había en el ambiente. Niños corriendo descalzos con gallinas, iglesias criollas al aire libre, vendedores ambulantes que cruzaban entre los autos y algún que otro loquito que cantaba salsa mientras la gente hacía sus vidas cotidianas. El sol de la mañana era abrasador, y el pequeño techo del utv los cubría a medias, mientras el viento caluroso los despeinaba a toda velocidad. Nico le había pasado un auxiliar que estaba conectado a la radio del aparato, algo un poco obsoleto, pero que conectado al parlante eran entretenimiento suficiente. Flor, eterna musicalizadora, hizo lo que hace siempre en esta historia: poner buena música. Gondwana empezó a cantar, y el reggae los llevó de paseo por la ruta que bordeaba la isla.

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⏰ Última actualización: Aug 31 ⏰

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