Rompecabezas de amor

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- Flor, estás? ya cargué a Carlitos, falta tu bolso

- Dame dos segundos




Nico chistó impaciente, mientras escuchaba como Flor en el baño revolvía todo y guardaba las cosas adentro de su bolso de mano. En la cama estaba su equipaje listo, y su galán parado en la puerta, esperándola, viendo la hora en su celular.




Cuando salió del baño, se apoyó en el marco de la puerta, regalándole una pose de modelo a él, que mirándola inclinó la cabeza hacia un costado, pidiéndole una tregua. Ella se rió.



- La verdad que estás muy linda

- Ves? La tardanza vale la pena




El levantó las cejas, y la obligó a apurarse. Salieron del departamento de Nico luego de cerrar todo, y se dirigieron al ascensor. Sin darse cuenta, terminó caminando detrás de ella por el pasillo cargando sus bolsos, mientras delante suyo parecía ir una patrona. Hizo un comentario al aire sobre ser el perchero de la relación, y ella pegó una carcajada, para luego volver su paso y tomar alguno de sus bolsos. El suspiró, y le agradeció la ayuda.



- Buen día bebé, tenés una lagaña


Flor lo abrazó por la cintura para darle un beso, y acto seguido, con una de sus uñas buscó limpiarle un ojo a Nico. Luego del beso, él bostezó, y se rieron. Era muy temprano, incluso para él, que era la persona más madrugadora de todas.



Era 29 de diciembre, y mientras en el reloj se marcaban las 7 de la mañana, la Ciudad de Buenos Aires recibía unos rayos de sol que alcanzaban al auto de Nico, del lado izquierdo. Se puso sus lentes de sol, y mientras ella acomodaba a Carlitos en el asiento de atrás, buscaba una playlist de rock nacional para escuchar durante el viaje.



Se iban a Pinamar para comenzar la temporada de verano el día 2 de enero, pero como ya estaban alquilando la casa grupal, aprovecharon para escaparse un par de días antes, y ser sólo ellos dos, o tres, contando el cachorro.



Desde el fin de la transmisión de 2023 hasta esa fecha, habían tenido unos días de descanso que, si bien habían sido aprovechados al máximo por ambos, no lograban cumplir con el punto clave de relax. Y es que por momentos pareciera que la ciudad de la furia no deja descansar a sus habitantes ni aún en vacaciones. Necesitaban estar desconectados del cemento, la urbe, el agite capital y la locura que caracteriza a Buenos Aires.


- Quién es este pelado tan fachero?

Nico se rió mientras manejaba, con la mirada fija en la ruta. Se había rapado el día anterior, y aunque al principio fue shockeante e incluso divertido de ver, tocar y asimilar para Flor, cuando se despertó esa mañana a su lado se enloqueció por ver lo bien que realmente le quedaba. Era un nuevo look que él nunca había tenido.

- Te gusta?

- La verdad, que sí. Ayer me reía por que pareces un huevo, pero estás que me prendo fuego


Volvió a reírse, y mientras ella lo miraba mordiéndose un poco el labio inferior, estiró una de sus manos para apoyarla en su pierna. Ya estaban subidos a la autopista con dirección a la costa, y ella tenía la labor de armar el mate.


- Vamos que juega Boca eh



Nico comenzó a arengar la situación mientras ella no podía creer estar utilizando el juego de mate de Boca, con los colores azul y amarillo, y el escudo del más grande grabado a un costado. Ella se reía, y pensaba en qué tantas cosas habían sucedido en su vida en esos últimos tiempos para encontrarse en esa situación, con su jefe y amigo de hace 5 años, en su auto, luego de pasar los últimos días juntos, yendo a la costa, escuchando rock nacional.


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