Familia unida

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Momi: - yo no sé todavía si el Pulpo va a bailar conmigo en la coreo de Marc Anthony

Santi y Nacho se reían, mientras su compañera se angustiaba por no tener definido su bailarín estrella a 2 días de viajar a Uruguay.

Santi: - amiga por que uno y no dos? Gaspi también se puede sumar a tu baile

Momi saltaba entretenida con la simple idea de ser acortejada por ambos operadores en su número del show de Uruguay, y mientras ella charlaba con los chicos, esperaban a que llegue el resto del equipo. Es decir, Nico y Flor.

No venía muy bien el juego de disimular que llegaban día de por medio juntos en un solo auto, y a veces se las ingeniaban para que uno entre antes o suba después. Ella siempre aparecía con la excusa de que se pidió un Uber, y él llegaba tarde por que se había atrasado el tráfico; cosa que jamás le sucedía.

No tenían nada oficial, y por el momento les daba mucha tranquilidad el no decírselo a nadie, ni siquiera a sus amigos (aunque todos se habían dado cuenta hace rato) por que creían que no tenían la necesidad de comunicarlo ni de encasillarse por completo. Estaban disfrutando de sí mismos sin presiones.

Luego del programa se quedaron todos juntos en reunión arreglando los últimos detalles para poder organizarse mejor, y terminado el asunto, Momi llevó a Flor a su casa.

En el viaje al departamento de su amiga, Momi la interrogó sin ningún tipo de cuidado y básicamente la hizo reflexionar sobre todo lo que estaba pasando en su vínculo con Nicolás.

Momi: - no te había dicho yo que siempre hay que hacerle caso a lo que uno siente?

Flor: - sí amiga, y lo estoy haciendo, créeme. Pero por el momento no quiero gritarlo a los cuatro vientos

Momi: - está bien, te veo muy bien, estás estable amiga

Flor se rió, y asintió con la cabeza; recordando los momentos por los que había pasado previamente en ese año. Sentía que Nico le aportaba cierta estabilidad que le hacía bien. Estaba empezando a empoderarse y a tomarse a sí misma de otra forma, era más segura, creía más en su potencial y en lo que quería para su vida.

Al día siguiente, Nico y su mamá se juntaron a almorzar en un restaurante cerca del estudio. Estuvieron charlando de la vida y él aprovechó para invitarla a Uruguay. María Angeles, contenta, aceptó la propuesta y buscó, así como Momi hizo con Flor, hacerle una serie de preguntas a su hijo. Logró que el confesara estarse viendo con su compañera de trabajo, a lo que su mamá reaccionó saltando en la silla y exclamando haberlo sabido siempre. Ella sabía que eso iba a pasar, le dijo, y sabía que tarde o temprano se iban a hacer cargo.

Mientras Nico contenía a su madre de hacer un show en público en medio del restaurante, Flor le estaba escribiendo por WhatsApp.

Flor: - saliste a almorzar al final? - enviado

Nico: - sí, y mi mamá me hizo contarle todo, espero que no te asustes - enviado

Flor se puso roja al leer ese mensaje y un ataque de risa mezclado con nervios la invadió.

Flor: - Momi me hizo más o menos lo mismo - enviado

Como si fuera poco para los protagonistas de esta historia, al viaje se terminaron sumando también el resto de las madres del equipo. Ya en el viaje, María Ángeles, que no podía ser contenida por su hijo, buscó a Flor en todo momento. Ahora compartían un pequeño secreto entre ellos y a su mamá la emocionaba mucho, tanto, que entre abrazos y besos su hijo buscaba hacerle saber su incomodidad y vergüenza. No quería que Flor estuviese presionada ni mucho menos tensa alrededor de las familias en Uruguay, y se lo hizo saber. Ella, entretenida por la situación, le aclaró que no pasaba nada.

Los días en el país vecino transcurrieron con diversión y más de una vez las madres fueron las protagonistas de la escena.

Ellos, al estar rodeados por tanta gente íntima, se sentían en confianza pero a la vez no contaban con la completa libertad para estar solos. No tenían privacidad en ningún momento, ya que siempre alguien más se sumaba a todo. Habían ido a trabajar, y no podían perder un segundo, el tiempo antes del show valía oro.

Aunque, eran muy astutos, y se las ingeniaron como pudieron para no extrañarse tanto en un lugar lleno de personas.

...

El día anterior al show se lo pasaron adentro del estadio. En el escenario estaba ensayando Momi, y mientras cada uno estaba cumpliendo su rol, Flor le hizo una seña detrás de bambalinas a Nico para que la siga, por que supuestamente tenía que decirle algo.

Él, sin mucho entender, la siguió, y ella lo prendió a su mano para llevarlo por esos pasillos inmensos y sin mucha luz que están detrás de las gradas. Ella se reía de que él trataba de resistirse para volver a continuar con el ensayo, y cuando encontró el lugar ideal, en unas escaleras de emergencia, lo escondió junto con ella detrás de una columna. Era una forma muy inocente y divertida de encontrar tiempo a solas.

Nico: - pareciera que tenés 12 años

Flor se paró quedando a centímetros de su cara, y la diferencia de altura la obligaba a mirar hacia arriba, riéndose de él, que posó sus ojos en los de ella con complicidad. Le estaba pidiendo un beso sin pronunciar palabras. Con sus manos abrazándose a su cintura, juntó sus labios mientras escuchaban como caminaba gente por los pasillos. Se sentían como dos adolescentes que estaban cometiendo una travesura, y les daba adrenalina. Ella buscó esconderse más, y con el peso de su cuerpo lo empujó hasta quedar completamente cubiertos por esa columna.

Salieron del escondite cuando se dieron cuenta de que los estaban buscando, con el pelo descolocado y con marca de labial, y mientras ella se reía del momento quinceañero que tuvieron, buscaba limpiarle los labios con los dedos. Entre el apuro por escuchar los gritos de sus compañeros buscándolos, y los movimientos frenéticos para escaparse, salió uno corriendo para cada lado. Aparecieron cada uno excusándose con ocurrencias distintas, pero las miradas cómplices de Santi, Momi y Nacho, delataban lo que todos ya sabían.

A LA PAR | OCCHIAMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora