A LA PAR | OCCHIAMIN

La resistencia

Existía una delgada línea entre los dos que no los terminaba de unir por completo, por que en un mundo contemporáneo lleno de complicaciones, responsabilidades, burocracias y morales que agobian y perturban, no se podía ser completamente libre. De alguna forma u otra todos en este mundo estamos atados a alguna estructura o creencias que nos dominan.

No era malo, al contrario, era una reacción quizás normal en Nicolás.
Son momentos, que uno tiene antes de entregarse por completo al disfrute y a dejarse sorprender por la vida. Momentos en los que nos comen los miedos y tenemos ganas de no salir de nosotros mismos para que nada corra peligro, cuando el mundo sigue andando.

Después de ese día casero, cuando se fue solo a dormir, algo hizo un click adentro de su cerebro, que lo asustó, y que lo hizo pensar en absolutamente todo lo relacionado a ella, a ellos, a él mismo. Era miedo.

Ella también tenía miedo, pero estaba un poco más entregada a vivir los momentos sin tanto pensar. En su mente todo hacia cortocircuito y se reproducían todos los escenarios posibles sobre el presente y el futuro, que no terminaba de comprender. Alimentaba los juegos de histeriqueo y coqueteo que existían cada vez que se animaban, y él se prendía, en privado, cuando no estaba con su cabeza en frío. 

Los momentos de soledad los encontraban a cada uno jugando a la resistencia. Cada cual con sus maneras, pero resistiéndose a soltar el control de sí mismos.  Antes de este gran episodio en sus vidas, escapaban de las cursilerías y la fiebre del amor que tanto los había hecho sufrir con sus experiencias anteriores, o eso intentaban. Ahora, les parecía raro, pero les sucedía.

El sexo se les daba muy bien, y era la faceta en la que la vulnerabilidad de la piel y la necesidad de amarse los liberaba de trabas mentales que podían tener.

Habían noches en la semana que quizás ella dormía en su casa, y al otro día entraba en pánico cuando no tenia qué ponerse para ir al estudio más que la ropa de su chico, que casualmente era su jefe. Se extrañaban cuando no compartían un colchón, pero por el momento, no se lo decían.

..

Nico había descubierto un nuevo género que nunca había probado en su vida: el jazz. Tenía un tema en particular, que escuchaba a veces, cuando estaba solo, de Billy Paul.

Me and Mrs. Jones sonaba en su auto mientras el sol de Buenos Aires golpeaba en sus lentes, de camino al trabajo.

Me and Mrs., Mrs. Jones
Mrs. Jones, Mrs. Jones, Mrs. Jones
We got a thing goin' on
We both know that it's wrong
But it's much too strong
To let it go nowener.

Ese día ella se había levantado con ganas de caminar, y antes de llegar al estudio había frenado en un café para llevarse algo para desayunar. En un momento, se le ocurrió llevar dos medialunas para él. Las guardó en su bolso mientras se dirigía caminando al trabajo.  A veces la resistencia no le funcionaba.

We meet every day at the same café
Six-thirty and no one knows she'll be there
Holding hands, making all kinds of plans
While the jukebox plays our favorite songs

Pasando por la avenida con su auto y como si hubiese estado planeado, la vió cruzando la calle, con sus lentes puestos y un café en la mano. Cuando la tuvo cerca le tocó bocina. Ella, risueña, se dió vuelta y corrió al auto. Todavía faltaban un par de calles para llegar al estudio.

We gotta be extra careful
That we don't build our hopes up too high
'Cause she's got her own obligations
And so, and so do I

Flor: - Buen día Occhiato, me andas siguiendo?
Nico: - Si me decías te pasaba a buscar

Flor: - Quería caminar hoy, y justo pensé en vos y tus medialunas

Me and Mrs., Mrs. Jones
Mrs. Jones, Mrs. Jones, Mrs. Jones
We got a thing goin' on
We both know that it's wrong
But it's much too strong
To let it go now

Nico entró el auto a la cochera, y ya estacionados, ella lo buscó con su mano para acariciarle la nuca. Un suspiro de relajación salió de su cuerpo, y miró a la chica que tenía al lado.

Nico: - ahora quiero mis medialunas

Ella hizo un forcejeo, jugando, y le pidió intercambiar bienes. Él le regaló un beso y ella le entregó sus medialunas. También intercambio más besos por convidarle un poco de su café, a pesar de que él luego se quejó diciendo que el flat white no es mejor que el cortado.

Se rieron, y decidieron no bajarse del auto por lo menos hasta que se terminaran el desayuno. Ella se acomodó mirándose en el espejo del auto, y cuando estaban por bajar, vieron a alguien de la empresa entrar al ascensor. Se sintieron extraños, como si los hubiesen observado. Claramente no iban a subir juntos.  Esperaron un rato más, y luego cuando el ascensor volvió, subieron sin nadie más.

El día transcurrió normal, y luego del programa tuvieron una reunión de equipo para preparar shows y demás temas. Cuando Flor salió de la oficina y se fue a servir café, escuchó comentarios a lo lejos, poco entendibles, e intentó no prestar atención, pero al escuchar su nombre y el nombre de Nicolás su corazón dio un salto.

Volvió con el café y le hizo una seña disimulada a él, para que lea su teléfono.

Flor: - cuchichean sobre nosotros dos en los escritorios - enviado
Nico: - quiénes? - enviado
Flor: - no ví bien, pero seguro fue por que llegamos juntos y nos vieron - enviado