Lago en el Cielo

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Ella se dispuso a armar el mate que había traído, con el objetivo de hacerlo "matero" a Nico.

Él fue a la cocina a buscar servilletas y cuando volvió la encontró mirando la situación que había armado antes de que llegara.

Flor: - no te tenía así eh, me sorprende
Nico: - es hora de que empieces a tener otro concepto sobre mí

Se rieron, y entendían muy bien lo que el había querido decir. Pusieron un poquito de música para tener de fondo y mientras ella servía el primer mate, él se acomodaba en el sillón, a su lado, para acompañarla en el momento.

Flor: - el primero me lo tomo yo por que es el más feo y no te lo quiero dar

Mientras ella hablaba él solamente la miraba sin realmente escuchar, por que estaba muy perdido mirándola, con sus gestos, su forma de acomodarse el pelo, sus mañas para mover las cejas cuando quiere acentuar lo que está diciendo, todo en ella lo tenía hecho un bobo. Le costaba asimilar que estaba hasta las manos.

Ella se reía cada vez que él disociaba y viajaba en su mente mientras la miraba.

Flor: - si viajas a otro planeta cuando te hablo invitame

El se avalanzó sobre ella sutilmente para tomarla de la cara y darle un beso. Ella, como una nena, se le prendió al cuello y lo abrazó con fuerza, haciendo que él caiga sobre su cuerpo. Se sonreían en el medio y no podían dejar de mirarse con intensidad. Otro beso que él le regalaba, a ella le provocaba un salto en su corazón. Se incorporaron sin separarse mucho, y ella le dió el segundo mate.

Nico hizo una expresión graciosa, de persona que ama el café cortado y no puede ingerir otra cosa por mucho tiempo. Al cuarto o quinto mate se había empezado a cebar solo, y era él quien la invitaba a ella con la mano.

Ella estaba contenta con su Budín de limón mientras él tenía la boca llena de migas de las medialunas. Flor le quiso dar un poco de su Budín, y terminaron protagonizando una escena totalmente cursi mientras se convidaban lo que al otro le gustaba. El cliché y la magia se arruinó cuando él empezó a toser con el mate, al punto de que ella pase de reírse tirada en el sillón a ponerse en su espalda dándole golpecitos para que se reincorpore. Estaba rojo y culpó a la bebida por traicionarlo en su primer experiencia.

Flor: - conmigo vas a amigarte con el mate
Nico: - casi me muero *riéndose*

Pasaron un buen rato merendando y charlando, y entre medio tenían momentos donde la vergüenza los consumía como si no vinieran desde hace una semana siendo inseparables y completamente cómplices de todas las emociones que los estaban atravesando.

Charlaban sobre el tema en concreto buscando un razonamiento, sí, pero luego de mucho análisis llegaban a la conclusión de que ellos no eran tan omnipotentes como sus egos creían, como para pedirle a algo superior una explicación sobre el tiempo, sobre la vida, sobre los encuentros y el amor. Al fin y al cabo eran dos humanos, nada más. Y con saber eso, eran libres.

Ella lo envolvió en su abrazo, a lo que él respondió hundiendo su cara en su pecho y dejándose caer sobre su cuerpo.

Siendo las 19.45hs el sol se estaba escondiendo, y en el televisor estaba Cerati, en el Estadio Obras, iluminado por esas luces azules de la gran escenografía, luces azules que ahora, inundaban el departamento.
Era el color compañero del naranja que entraba por la ventana, por ese atardecer porteño que les regalaba un momento tan simple como único en el mundo.

Cuando empezó a cantar Lago en el Cielo, ella buscó el control para subir el volumen. Era un regalo del universo y a ella le parecía una hermosura.

Flor le hizo una seña para que escuche la canción, mientras acariciaba su cabeza, que giraba para mirarla con ojos entrecerrados.

Vamos despacio
Para encontrarnos
El tiempo es arena en mis manos
Sé por tus marcas
Cuánto has amado
Más de lo que prometiste

Ella miraba la tele, con Cerati cantando y toda la gente saltando, y tarareaba al compás esa letra.

Si adelanté
No me hagas caso
A veces no puedo con la soledad

Con esa estrofa, él la abrazó fuerte sin mirarla mucho, por que le daba vergüenza, y ella le dió un beso en la frente, mientras le acariciaba la espalda.


Sos el paisaje más soñado
Y sacudiste las más sólidas tristezas
Y respondiste cada vez que te he llamado


Nico: - gracias
Flor: - *susurrando* te quiero mucho


"Alto, más alto"

A LA PAR | OCCHIAMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora