Si es amor, cruzará huracanes y tormentas.
Fito Páez† † †
Tenía infinidad de mensajes y llamadas en mi móvil de Eric, con el cual no me apetecía hablar. Llevaba varios días sin responderle ni darle señales de vida. Simplemente me quedaba encerrada en mi cuarto intentando no pensar más en ello, comiendo mis queridas galletas de chocolate mientras pasaba las horas delante del ordenador. Solo bajaba a la cocina para cenar poca cosa o ir a por más galletas de chocolate; empezaba a ver la preocupación en la mirada de mi madre, intentando ser consolada por la mano de Javier en su hombro. Los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina, y no tenía las fuerzas suficientes como para saber las consecuencias del Tratado de Fontainebleu, las diferencias entre Platón y Nietzsche, o cómo se analizaba morfosintácticamente una frase con más de un verbo. No tenía la mente como para llenarmela de cultura básica que en pocas ocasiones en mi vida me serían útiles.
Esa mañana, mamá llamó a la puerta. El plástico de las galletas que había caído al suelo y que no me había molestado en recoger, se arrastró junto la gruesa madera que se abrió.
- Cariño, - empezó - ¿puedo hablar contigo?
Aparté la mirada del ordenador, mientras en la pantalla se seguía viendo y escuchando el videoclip de The Cure, "Lovesong".
- Claro. - respondí, débilmente.
Mamá entró despacio, como si estuviera en un territorio desconocido, acercándose a alguien que también desconocía.
"Whenever I'm alone with you..."
- No sé qué te sucede, no te forzaré a que me lo cuentes. - tragó saliva - Pero me preocupa mucho tu actitud. Casi no vas a clase, no comes bien y te quedas todo el día encerrada en tu cuarto. Apartando así a los que te quieren... apartándome a mí...
- Necesito pensar, eso es todo.- Pensar demasiado las cosas no es bueno.
- Ignorarlas y hacer ver que no han pasado tampoco.
"However far away..."
- ¿Qué ha pasado?
"I will always love you..."
- Te prometo que te lo contaré todo mamá, pero ahora no...
"However long I stay..."
Me puse las manos en el rostro, y respiré hasta lo máximo que pude para calmar mi cuerpo y controlar mis lágrimas. Lo último que me faltaba después de todas las gilipolleces que estaba haciendo era llorarle a mi madre. Sí hombre.
"I will always love you..."
- Entonces, ¿cuando? - insistió en saber.
"Whatever words I say..."
- ¡JODEEER!
Busqué con furia el ratón del ordenador. Cliquée repetidas veces la cruz roja de la esquina superior derecha del ordenador para así finalizar esa canción que, al gustarme desde siempre, su letra resonava ahora en mis oídos como dolorosos martillazos. Mi madre me miró incrédula, en silencio. Los ojos de la pantalla de mi escritorio contemplaron la escena. Finalmente, lloré de rabia.
† † †
Mi madre supo de mi amorío con Eric. Y lo que pretendía hacer él al terminar el curso. Me escuchó con atención, entre mis maldiciones, mis patéticos sollozos de adolescente y pausas para mordisquear mis galletas. Evidentemente, pasé por alto detalles que mi madre consideraría mal, cosas como "hermanamiento", "cementerios", "hospital" o "Angelica". Después de un intercambio de palabras de ánimo y de comprensión, me dejó a solas para reflexionar así la charla. Tampoco es que tuviera nada que reflexionar. Decirme cosas que ya sabía no servía de mucho, pero por lo menos me había desahogado con alguien y me sentía liberada.
Puse mi querido YouTube, y empezó a sonar "Edgar Gets His Heart Broken" del Acto 2 de la ópera de Paul Saphera, The Dolls of New Albion. Me asomé a la ventana, a contemplar el cielo, que se mostraba repleto de nubes oscuras... como las que cubrian mi mente y mi corazón. Abrí la ventana, y asomé la cabeza hacia el exterior. Vi como un relámpago caía en la Tierra. Se escuchó el estruendo y la fuerza del trueno. Después, pequeñas gotas de lluvia empezaron a caer. Puse mi mano, de modo que las gotas cayeran en ella. Sonreí melancólicamente.
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Retrum 3: Labios de Ébano [En corrección]
Fanfiction[Recomiendo haber leído con anterioridad "Retrum: cuando estuvimos muertos" y "Retrum 2: la nieve negra", ya que esta historia es una secuela de la bilogía de Francesc Miralles.] "¿Has dormido alguna vez en un cementerio?" La pregunta se repite años...