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ACTO TRES | CAPÍTULO 35❝ Declaraciones ❞

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ACTO TRES | CAPÍTULO 35
Declaraciones

Eustace se consideraba un chico inteligente y con una muy buena higiene. Su primera vez en Narnia lo había tomado por sorpresa, y más aun con aquella rata que intento comerlo.

Pero en cuanto ese chico lo ayudo, quedo flechado, no se imaginaba ponerse nervioso con la mirada de un chico, jamas lo imagino.
En cuanto supo que él lo ayudo cuando perdió la noción de la realidad, se avergonzó, pues quería verse fuerte para él.

Le gustaba su porte y belleza, pero lo que más le fascinaba eran sus ojos. Eran como un hermoso jaspe el cual pocas veces se encuentra.

Cuando él se presento, quedo fascinado con su nombre, no sabía que significaba, pero nunca había oído de el. Eran tan único.

Sin embargo, cuando vio como aquel hombre se lo llevaba a un oscuro destino, su corazón se estrujo. Sintió como si miles de alfileres se incrustaran en su corazón, apenas y lo conocía, pero sentía una gran conexión con él.

❝ Querido diario, ha ocurrido algo totalmente inesperado. Fui secuestrado por mis primos y estoy a la deriva en aguas desconocidas a bordo de un barco ridículo. Lo peor es que tengo que dormir junto a un odioso ratón parlante, y yo que me quejaba de compartir cuarto con mi primo.

Hasta ahora todas las personas que he conocido en este extraño lugar sufren delirios muy imaginativos, persiguen brumas verdosas y buscan a nobles perdidos. La única explicación es una grieta deficiente o que todos están dementes.
Mi primo Edmund no es la excepción, pasa cada segundo libre limpiando esa espada de juguete como si fuera una lampara mágica. Él pobre tonto necesita un pasatiempo.

Algunas veces lo escucho balbucear entre sus sueños el nombre de ese lindo chico, que por cierto no lo he visto desde aquel día en el muelle, cuando curo mis heridas.

Me sorprendí cuando al beber sus lagrimas me sentí mejor, todo dolor en mi cuerpo se había ido. Quería preguntarle qué era él, porque a primera vista él no es como los demás.
Me pregunto porqué mi primo siempre pregunta por él, pero da igual. ❞

Los días para Zylan, en la soledad de su camarote, se deslizaban como una corriente lenta y silenciosa. El mundo exterior, con sus mares y cielos, parecía distante, casi irreal, mientras él se sumergía en un mar de reflexiones y recuerdos.

El camarote era su refugio, un espacio donde podía enfrentarse a sus pensamientos más oscuros y dolorosos sin la necesidad de esconder su vulnerabilidad. Las paredes, que antes le habrían parecido opresivas, ahora ofrecían una especie de consuelo, un abrazo en su aislamiento.

FÉNIX ||  Las Crónicas de NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora