Todos tomamos decisiones en la vida, pero al final, son las decisiones las que nos moldean.
BioshockIntenté seguir con mi vida normal, dentro de la «normalidad» que me caracteriza.
Fui a trabajar desde muy temprano, hice mi mejor esfuerzo en parecer relajado, fallando completamente según lo que me dijo Annie, y salí a almorzar con Max, que estaba tan nervioso como yo.
En cuanto el avión de Sebastian aterrizó, no perdió ni un minuto en reunirse con su hermana y preparar todo con el abogado para el día siguiente. Eso ayudó a que no tuviera el impulso de ir a verlo y distraerlo de la responsabilidad que tenía por delante.
Han pasado 40 días. ¿Qué importaba si pasaban uno o dos días más?
La mañana del día del juicio de Álex, se siente diferente. Algo en el ambiente que cambia cuando sabes que es un día importante.
Álex y Max se quedaron en casa de Sebastian, así podrían salir juntos por la mañana y resolver cualquier duda antes de este enorme evento. Quedé de reunirme con ellos a eso de las 10, así que estoy desde las 6 de la mañana despierto, ansioso y nervioso. Mi mejor amiga tendrá que enfrentarse al tipo que le hizo daño una vez más y yo volveré a ver a Sebastian, y aún sigo sin saber cómo sentirme al respecto.
Después de desayunar y dar un par de vueltas por el departamento, decido que lo mejor será ponerme en marcha, aunque llegue con una hora de antelación. O dos.
Mientras conduzco hacia el centro de justicia de la ciudad, recibo una llamada de Dave en mi teléfono. Seguimos siempre en contacto, pero recibir una llamada de él a esta hora, es extraño.
Acepto la llamada desde el altavoz.
—Dave —saludo, un poco brusco. Culpo a mi nerviosismo—. ¿Cómo estás?
—Bien, amigo. ¿Y tú, cómo estás?
Frunzo el ceño, su voz suena ronca y apagada.
—Bien. Voy camino a reunirme con unos amigos. Es un día importante.
—Oh. Borja, te llamaba porque necesitaba pedirte un favor. ¿Podrías reunirte conmigo lo antes posible? —pide, haciendo un esfuerzo para completar una frase tan larga.
—No es un buen momento, Dave. ¿Qué ocurre?
—No te lo pediría si no fuera importante.
—¿Qué pasó?
—Tuve un accidente. En la pista.
—¿Qué... tipo de accidente?
—Puede que haya derrapado más de la cuenta y puede que el auto se haya volcado dejándome atrapado. ¿Podrías venir por mí?
—¡Dave! —chillo. Acelero y cambio mi ruta, para dirigirme hasta el lugar—. ¡No es a mí a quien tienes que llamar! ¡Era a una ambulancia!
—No puedo hacer eso. Ven y te explico todo, por favor.
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Punto de control©
RomanceSi hay algo que Borja tiene claro, es que solo desea encontrar esa alma gemela con la que compartir esa felicidad que todos tienen y que a él se le resiste. O tal vez es porque siempre ha estado enamorado de la persona incorrecta y necesita encont...