Libertad.

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Aquel rubio de sutiles pecas en el rostro, acomodaba algunos libros de su estante mientras esperaba a que su apuesto poeta terminara de hacerle el desayuno

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Aquel rubio de sutiles pecas en el rostro, acomodaba algunos libros de su estante mientras esperaba a que su apuesto poeta terminara de hacerle el desayuno. Algunos de los libros estaban arropados con una delicada capa de polvorín, por ello, les sacude y limpia para volver a colocarlos en su respectivo lugar.

Al pasar de los minutos, un dulce aroma abraza a sus fosas nasales. Cierra los ojos y aspira de este suave olor. Y sin siquiera saber que estaba preparando su novio, enseguida su boca se hace agua.

"Listo"

Escucha a sus espaldas.

Abre sus ojos y deja el libro que tenía en mano en su lugar, ahora girando sobre sus talones, dándole la cara al altivo.

Hyunjin, con una encantadora sonrisa, se acerca a Felix con el platillo en manos.

-Aquí tienes mi amor, espero te guste.

Felix baja su mirada al platillo y su sonrisa enseguida desvanece. La expresión en su rostro es una de suma perplejidad al los primeros segundos, para luego tornarse a una de nostalgia.

-¿Estás bien?

Felix alza su mirada, asintiendo rápidamente con sus profundos ojos cristalinos.

-Sí, sí... es que... -traga fuerte. -Este era el desayuno preferido de mi mamá.

Dicta observando el platillo de tostadas de nectarina.

Hyunjin le admira con ternura.
Así es... también lo sabía.

-Recuerdo que... cuando era niño, me hacía este platillo. Yo no quería comerlo pues no creería que me gustara. Pero luego me convenció diciendo que la nectarina ayuda al intelecto y a que este memorice fácilmente. Me dijo que podía ayudarme a memorizar mis poemas favoritos y desde ahí comencé a comerlo. -ríe. -Quería retener todos los versos que me sedujeran.

Hyunjin ríe.

-Entonces debiste haber comido mucha nectarina.

-Sí, pero hace mucho que no me deleito de un desayuno como este... -lo toma entre sus manos. -Me trajo recuerdos.

-Siempre y cuando sean recuerdos cálidos, para mí será un honor hacerte viajar en el tiempo mi amor. -manifestó acomodando un pequeño y rubio mechón tras la oreja de su novio.

Felix sonríe inclinado su cabeza hacia un lado.
No habían dudas de que este individuo estaba enamorado.

-Esta es una de las cosas que tanto amo de ti. De alguna manera, Hyunjin, siempre logras hacerme sentir cerca de mi madre.

-Me llena de regocijo saber esto amor. Ven. -le toma de la mano. -Debes comer.

Ambos caminan hasta la cama.
Felix toma asiento para luego Hyunjin imitar su acción, quedando frente a él.

Entre versos de terciopelo. (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora