∞∞∞∞∞∞∞∞Mi vida ha sido capricho, impulso,
pasión, anhelo de la soledad,
mofa de las cosas de este mundo;
un honesto deseo de futuro.~Edgar Allan Poe~
∞∞∞∞∞∞∞∞
-El de los cuernos se llama Luce, los que no llevan nada de ropa Nous y Nouma, el de coleta Lord Bayon y el de sombrero Archiduque Lewis-
-Ya, ¿Cuántas bajas hay en cada caza?- pregunté
-Cuatro, uno por cada monstruo-
-¿Cuál es la ruta usual?-
-Les gusta jugar en el bosque, rara vez vienen al pueblo, más o menos una vez cada dos meses-
-¿Está bien si voy primero por Luce?-
-Si, te observaré a la distancia por si algo pasa-
-Gracias, solo voy por mi arco, te veo aquí mismo-
Corrí de vuelta al molino, y parece que asusté a las chicas que estaban en la cocina, pues casi me caigo con un banco, subí rápidamente por mi arco y bajé deslizándome por el barandal. Nuevamente salí y llegué a la parte trasera de la casa donde había dejado a Oliver.
-¡Oliver!- grité lo más bajo posible, pues los cazadores podrían estar cerca, por suerte me escucho y bajo la azotea.
-Yo te sigo-
Ahora yo tenía el mando, así que corrí hasta las orillas del pueblo, si no vi mal por la ventanilla alta del molino, Luce estaba del lado este.
-¿Estás segura de a dónde vas?- me preguntó con la voz cortada, se nota que le falta resistencia.
-Si, eso creo-
-Aquí- levanté la mano en señal de alto -Subamos- ordené. Me detuve a dos casas del límite del bosque, quería echar un vistazo más, en caso de que se haya movido.
Ambos entramos en la vivienda y subimos al segundo piso, que suerte que las viviendas del perímetro son de una sola planta.
-¿Por qué..?- lo hice callar.
Luce estaba cerca, lo vi pasar de reojo por una de las ventanas. Se detuvo, me posicione cerca de la ventana abierta, en un ángulo en que casi no me pudiera ver. Saqué una flecha y me preparé, apunté y le di en la mano, antes de que tocará a esos niños. Rápidamente tome otra flecha y ahora apunte a su centro, estúpida máscara, rebotó.
-Abajo- ordené. Me levanté y miré de reojo hacia donde estaba Luce, parece no ser muy listo, volteo a todos lados menos de donde le habían disparado.
-¿Más o menos cuánto dura una cacería?-
-Alrededor de una hora-
-Solo van veinticinco minutos... Espero que esos niños logren escapar- murmuré mientras me mordía una uña
-Tranquila, después de todo no es tú culpa- tomó mi mano, trate de relajarme, pero había algo que me impedía controlarme.
-Pero sé que pude hacer algo, y no lo hice, no puedo correr y huir con ellos hasta un lugar seguro durante la cacería- estaba turbada, si esos niños fueran Ray, Norma o Emma no me gustaría que los dejarán al azar.
-Oye, tranquilízate- me tomo fuerte de los hombros, pero sin lastimarme -Hiciste lo que estaba a tu alcance, les diste la oportunidad de escapar con dos flechas, es más que suficiente-
Tarde un poco en recobrar la postura, tomé impulso y me levanté.
-Vamos con Nous y Nouma- dije decidida, él solo me dio una sonrisa y se levantó
-Te sigo-
-Primero subamos a la azotea para ubicarlos-. Al parecer no estaban tan lejos, apenas y se dejaban ver entre los árboles que rodeaban una cabaña no tan lejos del perímetro de la aldea.
-Todavía no he explorado esa parte del bosque ¿Me guías?-
-Por supuesto-
Nuevamente estábamos corriendo, aunque ahora el suelo es accidentado, tenemos buen ritmo.
-Espera- levanto su mano en señal de alto -No estas lista- me abrazó, cubriéndome la vista.
-¿Lista para qué?- a cómo pude lo aparté, y me arrepiento de hacerlo, la lanza de uno de los cazadores atravesó a un niño. De estar parada me desvanecí, mis pies perdieron fuerza, no podía moverlos.
-Hugh, lo mismo de siempre- habló el cazador más alto.
-No te enfades, es lo que hay- dijo la que tenía la lanza.
-Espera, huelo algo- Aquel monstruo se nos estaba acercando a paso lento, y mis pies no reaccionaban.
-Diablos, por favor, levántate- veía y sentía su desesperación, pero simplemente no podía -Vámonos- en un rápido movimiento me tomo en brazos y me cargo al estilo nupcial y corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a una vivienda, al estar seguros detrás de esos muros, me bajo con delicadeza.
-Pe-perdón, no sé qué me pasó...-
-No te preocupes, es normal que te pongas así después de ver eso-
-Es que... Era uno de eso niños, de los que escaparon de Luce-
Oímos nuevamente una melodía, la cacería había acabado
-Ven, levántate- me extendió su mano, la tomé e hice un esfuerzo por pararme y sostenerme
-Gracias-
-No hay de que, después de todo, es el trabajo de un líder-
Salimos de ese lugar y fuimos a la plazoleta, ahí estaban las chicas entregando comida y Zack y Sandy curando a los heridos.
-¿Están bien?- preguntó Zack
-Si, algo así- respondí
-Tuvo un shock, vio lo que los cazadores hacen-
-Bueno, por el día de hoy ve a descansar- recomendó Zack
-Pero quiero ayudar- insistí en quedarme
-____ estás temblando, es mejor que vayas a descansar, llévala Oliver-
-Si-
Oliver me acompañó hasta mi habitación, nos sentamos en mi cama, el silencio abundaba, pero yo no podía dejar de pensar en lo inútil que había sido, puse en riesgo la vida de Oliver, no sé qué cara voy a poner con los demás.
Simplemente se levantó de la cama y salió, realmente lo heche a perder. Me acosté y cerré mis ojos, recapacitando todo lo que hice para no cometer los mismos errores, y sin querer me quedé dormida.
No sé cuánto dormí, pero no creo que mucho, pues la comida que Oliver trajo seguía caliente.
-Estas cosas pasan, la próxima vas a estar preparada-
-Eso espero, porque hoy, en vez de ser de ayuda, solo puse tu vida en peligro-
-Escúchame ___, no eres un obstáculo ni una carga, eres nuestra compañera y queremos que estés bien, relájate-
-No creo poder hacerlo-
-Si no me crees, a la hora de la comida le preguntas a todos-
-Ni si quiera se si puedo dar la cara con ellos-
-Descuida, ellos no saben que casi somos comida-
-¿Y se supone que eso me debe hacer sentir mejor?-
-Pues sí, porque si no, todos los demás y en especial Lucas nos daría un sermón-
-Eso solo me hace sentirme más inquieta-
-Perdón-
-No pasa nada-
Y así nos quedamos en silencio, comiendo los alimentos de nuestros platos.
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Agapē (Oliver y Tn)
FanfictionDicen que los ojos de una persona pueden decir más de ella que lo que podría decir de si mismo con palabras, y en parte tiene razón, pues quedé hipnotizada del brillo de aquellos ojos carmesí, pero lo que derritió mi ser fueron sus labios, esos que...