XXVI

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¡Si uno conociera lo que tiene,
con tanta claridad como
conoce lo que le falta!

~Mario Benedetti~

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¿Por qué decidí ser padre de una niña? No me quejo de ella, en cambio, estoy agradecido por tenerla en mi vida y siempre he sido un padre luchón y consentidor para demostrarle que la quiero, pero ahora realmente no estoy soportando.

-Bien chicos, ya saben cómo están las cosas, al salir de aquí vamos directo al bosque, equipo A recolecta y equipo B caza. El día de hoy se integra Oliver a la caza, ____ tú lo ayudaras y vigilarás para que su herida no se agrave-

Lucas daba indicaciones a todo el equipo en el comedor, yo solo escuchaba desde el marco de la puerta ¿Por qué ella tenía que ir con ese mequetrefe? ¿Qué no había alguien más que lo cuide?

-Si están todos listos, vámonos-

Todo el grupo salió del refugio, cerrando la escotilla en vez de correr tuvimos que caminar, gracias al inútil que apenas se había recuperado de su herida en Goldy Pond

-¿Por qué esa cara?- me preguntó Lucas

-¿Qué cara? Yo no hago ninguna cara-

-Ajá, si pareces mapache enojado y listo para morder-

-¿Es que por qué pones a esos dos juntos? Míralos- La mocosa y el inútil iban hasta atrás riendo, cuando vieron que los señale voltearon y se me quedaron viendo raro -¿Es qué estas ciego o qué?-

-A ver, cálmate fiera. Esos dos son muy buenos amigos, déjalos-

-Si, claro, que buenos amigos- dije con enfado -Lo que tú no sabes es que mi niña está enamorada del inútil de tu hijo- ya la regué...

-¿Qué ella que?- se veía bastante sorprendido -Pero si Oliver gusta de ella-

-Oh, no, no, no- sabía que era una posibilidad, pero esperaba que no fuera cierto

-Yuugo cálmate, se van a dar cuenta- me tomó de los hombros, todos los mocosos nos miraban raro

-Es que mi hija... No quiero que se junte con ese idiota- Lucas me dio un coscorrón, yo lo miré feo

-A ver, no hables así de mi criatura- me replicó -Oliver es un buen muchacho, te lo aseguro-

-Así son todos al inicio, luego les parten el corazón a las chicas y se creen la gran cosa-

-Ay no Yuugo, ¿Qué voy a hacer contigo?-

Llegamos a la entrada del bosque, todos se dispersaron, en media hora nos volveríamos a ver. Lucas aprovechó la oportunidad y me hizo sentar en una raíz a oír su sermón

-Yuugo ¿qué no comprendes? el sentimiento de esos dos es reciproco, en este mundo cualquiera de los dos puede morir en cualquier momento, que mejor que ellos tengan su apoyo mutuo para superar momentos difíciles-

-Yo lo sé Lucas, pero no quiero a otro mocoso más corriendo por el refugio-

-Si serás- me dio un ligero golpe en la cabeza -Ellos no serían capaces de eso, confía en ellos-

-Yo confío en mi hija, en tu engendro no-

-Vuelve a referirte a Oliver de forma peyorativa y vas a ver- dijo levantando su puño

-Uy si, que miedo- levanté las manos en forma de burla, él solo me dio una cachetada -¡Oye!-

-Yo te dije-

El resto de la cacería me la pasé en mis pensamientos, si, en cierto modo Lucas tenía razón, además, yo quiero que ella sea feliz, y si ese inepto la hace sonreír y la puede cuidar, creo que puedo tragarme el coraje y los celos de padre.

De regreso al refugio miraba de reojo a ese par, sin lugar a dudas tenían una relación única, sonriendo, apoyándose...

Solo si ese engendro se paraba ante mí y pedía permiso para estar con mi mocosa, se lo daría. Pero ojalá ella lo rechace.



















Agapē (Oliver y Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora