XXXI

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Hace un mes que el equipo Cutividala partió, las cosas en el refugio seguían con naturalidad, los niños corriendo de un lado a otro, y nosotros los más grandes con sus responsabilidades, y bueno, yo con diversas cosas en la cabeza

-Buenos días- sentí que me picaron la panza, era ella, antes de que volviera a hacerlo la abracé fuertemente y le di un beso en la frente

-Buenos días, linda- la saludé dejándola libre 

-¿Cómo amaneciste?- 

-Bien, acostado en mi cama-

-Qué bueno, yo amanecí en el piso- la miré con una ceja levantada -Estaba tan cómoda en mi cama, me di media vuelta y me caí, pero seguí durmiendo, el piso estaba fresco, perfecto para la calor- yo negué divertido 

-Deberías tener más cuidado, un mal golpe y podría resultar muy mal-

-No te preocupes, gracias a papá soy todo terreno-

Seguimos platicando durante el desayuno. En todo este tiempo me he ganado la confianza y aceptación plena de Yuugo, soporté vientos despiadados, inimaginables de desiertos, escalé el árbol más alto que encontró para conseguir una fruta exótica utilizada en un postre, que por cierto nos causó indigestión.

-Nos vemos al rato- se despidió de mí con un beso en la mejilla, yo le sonreí

-Ten cuidado con las espinas-

-Siempre-

La perdí de vista cuando dobló en uno de los pasillos

-Ay, qué bonito es el amor- Gillian trató de abrazarme por los hombros, pero no pudo -Ojalá alguien me amara-

-¿En serio crees que alguien amaría a una enana desquiciada? Ah, espera, si hay una persona- hablé sin pensar

-¿En serio? ¿Quién? Oliver, más te vale decirme o si no...- en ese mismo instante me eché a correr, sinceramente temía por mi vida, tenía tres opciones, esconderme en los baños, ir con Lucas o ir con ____, las últimas dos eran las mejores.

Mi instinto me llevó hacía el corredor que llevaba a los cultivos, por poco Gillian logra atraparme, pero en su intento de lanzarse a tumbarme, ella terminó con la cara en el piso, pero aun así no dejaría que me escapara de sus manos.

-¡Estás loca!- le grité

-¡No tanto como tú!-

-Mira quien habla-

Nuestro alboroto de seguro se oía por todos lados, pero eso se acabaría en cuanto entrara al huerto. Hice una finta, en vez de correr hacia adelante me lancé de lado hacia la puerta, Gillian chocó con un mueble y yo caí sobre un costal de tierra, todos los niños voltearon a verme, ____ corrió hacia mi

-¿Oliver, estás loco? ¿Estás bien?- agradecía que me tomará en sus brazos

-Oliver, desgraciado, me las vas a pagar- las maldiciones de Gillian se oían cerca

La enana oxigenada entró hecha una furia, incluso los demás niños temieron por su vida

-____-

-Gillian-

Ambas no paraban de mirarse, la tensión solo subía

-¿Quién de los dos me va a explicar qué pasó?- habló con seriedad mi querida novia

-Resulta que el señorito no me quiere contar un secreto- ahora ____ me miraba feo

-¿Cuál secreto?-

-Lo de Nigel- le susurré, ella dio un suspiro y se masajeo la sien

-Dios, dame paciencia, porque si me das fuerza los mato- le alcancé a oír decir -Gillian, me gustaría ayudarte, pero debido a la situación no puedo decir nada- Gillian quiso decir algo, pero ____ no la dejó -Es confidencial y no puedo traicionar la confianza de la persona involucrada, lo siento- los niños que estaban oyendo volvieron a sus actividades después de que Gillan los mirara de reojo

Guillian se fue arrastrando los pies y la mirada, si bien me sentía mal por ello, también sentía un gran alivio

-Y tú- me ayudó a levantarme -¿Qué voy a hacer contigo?- no me gustaba esa mirada

-Quererme, amarme y respetarme todos los días de nuestras vidas- reí nervioso

-Eso tenlo por seguro, pero no deberías de decir este tipo de cosas a la ligera, ya viste en los problemas en los que te puedes meter- ayudó a sacudirme el polvo y aprovechó para darme una nalgada, por lo cual me sorprendí

-Oye- me quejé

-Más te vale no volver a soltar la lengua- me dedico una pequeña sonrisa y me revolvió aún más mi cabello

-No volverá a suceder- le besé la comisura de sus labios

-Si no tienes nada que hacer podrías ayudarnos-

Ni cómo negarme a esa petición, esa carita dulce y esa pala empuñada en su mano me llamaban a seguirla a dónde fuera.

El día terminó, todos estaban listos en sus camas para dormir, esa noche yo fui el encargado de apagar todo y de supervisar de que todos estuvieran en sus camas.

Esa fue la última habitación, solo faltaba una persona y sabía perfectamente dónde encontrarla.

Entré a los archivos directamente hacia la zona donde el piso estaba acolchonado, ahí estaba ella sentada leyendo el mismo libro que le arrebaté en juego, se veía tan serena y la luz tenue de la vela que le alumbraba la lectura hacía que su rostro se viera aún más suave.

Me acerqué a ella sin provocar ningún ruido, me senté a su lado, ella aún no notaba mi presencia, pero gracias a la cercanía pude ver que algunas lágrimas salían de sus bellos ojos, entonces mi vista se posó en la lectura, le faltaban tres hojas para terminar el libro, había una despedida por quienes suponía, eran los protagonistas.

No mucho tiempo después cerró el libro, ahí fue donde notó mi presencia, sus ojos cristalinos me miraban incrédulos, yo simplemente la abracé y consolé.

Cuando por fin sentía su respiración tranquila traté de separarme del abrazo para verla, pero no se pudo, se había quedado dormida en mis brazos, sonreí, intenté acomodar las almohadas a nuestro alrededor sin despertarla, mi cometido se logró, la recosté con cuidado, ella siguió con su sueño y yo me uní a ella, me acosté a su lado y la abracé por la cintura

-Oliv- balbuceo entre sueños

-Descansa- besé su cabeza y me dormí

Me desperté con miedo, apenas abrí los ojos descubrí que todos en el refugio estaban viéndonos, y aún peor, Lucas estaba controlando al señor Yuugo

-¡Te ofrecí mi amistad y me la escupiste en la cara! ¡Oliver traidor!-. Por el ruido ____ se levantó asustada

-¿He? ¿Qué?- rápidamente ella se puso de pie y fue a dónde su padre, yo me quedé con los niños, pidiéndoles que se fueras, y lo hicieron, pero cantando y haciendo comentarios sobre lo bonito que es el amor.

Nuevamente las cosas se iban a poner tensas con mi suegro...

Agapē (Oliver y Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora