Agapē (Oliver y Tn)

XXVII

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Soñar es el anhelo del alma
que nos empuja a conquistar
las fantasías de nuestro corazón,
aunque la realidad le diga a la
mente que todo es mentira

~Anónimo~

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Hoy era la ocasión, de una forma inesperada todo se alineaba a mi favor

-Cuídala, pobre de ti si regresa con un solo rasguño- sin duda el señor Yuugo daba miedo

-No se preocupe, la traeré sana y salva-

-____, nomás encuentras las plantas que buscas para Emma y de regreso aquí, no quiero que llegues con una cena sorpresa, ya tenemos la bodega llena-

-Tranquilo, la luz de luna se distingue fácilmente, tal vez tenga problema con la sábila y la caléndula, pero regresaremos lo antes posible-

Al salir del refugio contemplamos unos instantes el cielo estrellado, era verdaderamente hermoso, al igual que la sonrisa que se posaba sus labios

-Vamos, mi papá nos matará si no volvemos en menos de una hora-

Mi herida estaba totalmente curada, así que corrimos hasta el bosque, yo la seguía de cerca. Sabía perfectamente que los latidos fuertes de mi corazón no eran por correr, eran por los nervios, tenía el regalo en uno de los bolsillos de la chamarra y aún estaba pensando como decírselo

-El nombre de la planta refleja lo que necesita, luz de luna, por ello solo crece en los claros de bosque, donde recibe todo el fulgor de la luna llena. Esa será la última planta por la que iremos- me explicó mientras cortaba algo de sábila y la metía en un frasco

-De acuerdo- no dejaba de contemplarla, pero fingía demencia cuando volteaba a verme.

No tardó tanto en encontrar la caléndula, ya caminábamos al claro más cercano, estaba decido, ahí le diría todo.

-Sin duda está es una de mis flores favoritas, no solo por su belleza, sino por la utilidad para sanar- tomaba con delicadeza la flor y la cortaba del tallo. Juntó varias, formando un ramo.

Era ahora o nunca, me puse en cuclillas al igual que ella, quedando frente a frente, su mirada reflejaba curiosidad. Tenía la mente en blanco, pero aun así las palabras lograron salir de mi boca

-No te puedo bajar la luna
por qué no puedo tocarla,
no puedo jurarte amor eterno
por qué no viviré por siempre,
no puedo decirte que siempre estaré contigo
por qué no puedo,
pero si puedo decirte que
puedo darte la vida que me queda
por todo el tiempo que pueda
en todos los momentos que me necesites-

-Oliver...-

-____, sé que no soy la gran cosa, y también sé que esté mundo es el peor escenario para vivir un romance, pero mis sentimientos son sinceros-

Sus manos acariciaron las mías, su voz pronunciando aquel "te amo" me endulzaba los oídos y sus ojos, aquellos ojos iluminados por la luna me abrían la puerta a sus anhelos, pasiones y convicciones. Nos dejamos querer y entonces sucedió, ese beso tan soñado se hizo realidad para ambos.

En ese momento entendimos lo que haríamos a partir de ahora, amarnos, sin cadenas y sin importar lo demás.

Tomé en mis manos la cajita que llevaba en mi chamarra, y la abrí para ella, su sonrisa me decía que le encantaba

-Son hermosos- le coloqué el collar con el dije de gardenia roja que elaboré para ella, los aretes a juego quedaron guardados

Nos levantamos y yo recogí el ramo de luz de luna que había cortado. Empezamos a caminar bajo el velo de la noche, sentí un fuerte cosquilleo cuando su mano sujetó la mía, la miré y le sonreí. Salimos del bosque aún tomados de las manos

-A que no me alcanzas- me retó, escapando de mí. Divertido seguí su juego, no lo negaría, ella era más rápida que yo, pero en mi defensa, apenas me había recuperado de la herida que causo Bayon.

Abrí la compuerta del refugio y la ayudé a bajar. El lugar se veía desolado, pero se oía peor que feria de pueblo.

-Algo pasa- le dije preocupado.

-¿Crees que Emma se haya despertado?- me tomó del brazo.

-No, en ese caso el sonido sería en la enfermería, pero se escucha en el comedor-

Nos adentramos hasta el comedor, todos estaban haciendo desorden, excluyendo a Yuugo y a Ray, quienes estaban pensativos, susurrándose algo.

En cuanto los pequeños nos observaron, el ruido paró por un instante hasta que vieron como ella estaba sujeta a mí y el collar que tenía puesto.

-¡Si!- todos festejaban, los más pequeños hicieron una rueda y empezaron a girar dando brinquitos, las chicas se acercaron con ____ y se la llevaron, mis amigos me felicitaron.

-Ya era hora- Zack me dio un golpe en la cabeza para después abrazarme por los hombros -Pero debo pagar una apuesta por tú culpa-

-¿Qué apuesta?- lo miré confundido.

-Una que hicimos nosotros con Sonia, Gillian y Paula- aclaró Pepe uniéndose al abrazo de Zack.

-¿También tú? Me lo esperaría de Nigel, pero no de ti-

-Ya déjenlo muchachos- los apartó Lucas, para abrazarme -Que bueno que por fin se dijeron lo que sienten-

-Gracias, papá- era una de las pocas veces que le decía así, pero era un momento especial

-Yo que tú, no les hablaría a esos dos hasta mañana- me señaló a los pelinegros que murmuraban entre sí.

-Tienes razón, pero debo hacerlo-

Con algo de temor me acerqué. A pesar de estar pegado a ellos, no se inmutaron y siguieron cuchicheando.

-En la próxima caza podemos dejarlo afuera- habló el mayor

-____ saldría a abrirle- le contestó Ray

-Hola- inicié, hasta entonces ambos me prestaron atención -Muchas gracias por darme la oportunidad de estar con ____, les juro que haré todo lo posible para hacerla feliz, y protegerla-

Ray se paró, suspiró con resignación y me dio unas palmaditas en la espalda.

-Confío en ti, Oliver- después de eso se fue del comedor

Yuugo seguía sumergido en sus pensamientos, y de cierto modo, me daba terror que se levantará y me diera un golpe.

-Cuídala Oliver- su mirada que antes estaba clavada en el suelo, me miró seriamente y de manera casi suplicante -En serio, protégela, aunque eso te cueste la vida- se puso de pie y colocó su mano en mi hombro -Realmente no estoy de acuerdo con lo de ustedes, pero mientras mi hija sea feliz, yo puedo con todo-

Me dio una sonrisa débil para luego ir con Lucas a platicar, pero pude notar que estaba sollozando.

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En este capítulo quiero dar un agradecimiento especial a un compañero y amigo mío, por respeto a él no mencionaré su nombre.

Gracias a él tenemos el poema de confesión y la frase de inicio.

Gracias a ti, poeta reprimido por ser y por estar. Cualquier cosa que ocupes, cuenta conmigo.

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Acá entre nos, ese amigo... ¿Me gusta? ¿Me gustaba? No lo sé, pero ojalá nunca se descargue Wattpad y lea está historia