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Los escritores
somos seres heridos
Por eso creamos otra realidad~Paul Auster~
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-¿Entonces creen que esto funcione?- nos preguntó Lucas
-Si, aunque yo opino que hay que tener un plan B- mencioné mientras terminaba de leer nuestra estrategia de ataque
-Concuerdo, no debemos atenernos a qué este plan saldrá al pie de la letra- agregó Oliver
-¿Qué se les ocurre?- nos preguntó el mayor
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Al salir del cuarto de Lucas estábamos exhaustos, ya ni ganas de cenar teníamos.
-Yo opino que hay que irnos a dormir-
-Si, tanto pensar me dejó agotado- me respondió Oliver
-Bueno, descansa- me dio un beso en la frente y bajó las escaleras
-Igual, descansa- dije metiéndome a mi cuarto
Me tumbé en mi cama, nuevamente me volví a comprometer a hacer un montón de cosas, aunque no todo era malo, tenía que hacerlo con Oliver, una gran ayuda.
En tres meses lucharíamos contra los cazadores, en tres meses volvería al refugio con papá, en menos de tres meses Ray y los demás escaparán.
Espero que Ray y todos los demás escapen con suerte, seguro que sí, tienen a Emma y a Norman después de todo.
Ya no podía dormir, con tantas cosas en la mente me levanté y subí el techo del molino, para mí sorpresa, me encontré con Oliver.
-¿Tampoco puedes dormir?- pregunté mientras me sentaba a su lado.
-No- me respondió con calma.
-No sé qué líos tienes, pero seguro se resolverán- dije mientras me acurrucaba en su hombro.
-Lo mismo te digo. Todo estará bien-. Así nos quedamos un buen rato, yo apoyada en su hombro y el mi cabeza.
Con Oliver sentía una gran calma, como si todos los problemas desaparecieran con solo estar a su lado, tenía algo, no sé qué era, pero me gustaba, tal vez su sonrisa, su voz, su personalidad; no lo sé, pero me encantaba.
La luz de amanecer empezaba a molestarme, me removí un poco hasta darme cuenta de que estaba a un lado de Oliver, parecía tan calmo, su piel se veía tan suave y su cabello sedoso, sin pensarlo empecé a hacerle caricias en la cabeza, al parecer le gustaron porque esbozo una sonrisita aún dormido.
-Buenos días- saludó con voz ronca
-Buen día-
-No sé tú, pero yo dormí muy bien- dijo mientras se sentaba y se estiraba
-Igual, pero ya me dio hambre-
-Bueno- se levantó -Vamos a desayunar- me tendió la mano y me ayudó a levantarme.
Ambos nos preocupamos cuando escuchamos golpes fuertes, corrimos bajando las escaleras hasta llegar a mi habitación, Sonia y Gillian golpeaban fuertemente la puerta
-¡____! Abre por favor-
-Chicas, estoy bien, aquí estoy- rápidamente ellas me abrazaron con algunas lágrimas
-Maldita niña, nos preocupaste, pensamos que ya habías pasado a mejor vida-
-Perdón, me quedé dormida en la azotea-
-Por lo menos avisa- me regañó Gillian mientras de golpeaba levemente la cabeza
-Por supuesto-. Volteé atrás, dónde se suponía que estaba Oliver, pero no había nadie.
-Ya que nos diste un gran susto, el día de hoy tú te vas a encargar de nuestras tareas- dijo Sonia, yo solo las mire extrañada
-Si, así que suerte-
Ambas se fueron por las escaleras, casi dando saltitos, hoy iba a ser un día pesado, pues ahora me tocaba hacer los alimentos, limpiar las áreas comunes del molino y lavar los trastes, además de la charla con Lucas, ayudar a Nigel a limpiar el taller y salir con Zack y Sandy después de la cacería.
-¿También te castigaron?- pregunté a mi compañero
-Si, no sabes el sermón que me dio Zack-
-Ya me lo imagino-
-Crees que el plan extra se llegue a utilizar?- me preguntó aún en sus deberes
-Pues espero que no, porque, aun así, el último recurso me da miedo-
-Si. Cambiando de tema ¿Algún chisme nuevo?-
-Bueno, no sé si debería contarlo, pero es sobre Nigel- su vista se volvió rápidamente hacia a mi
-A ver, cuenta-
-Pues la semana pasada que le ayude a limpiar su taller, me encontré con una caja de cartón, pensé que tal vez tendría herramienta desordenada, así que la abrí, y sorpresa, había un montón de cartas-
-¿Viste de quién eran?-
-No se las mandaron, parece que él quería mandarlas-
-¿A quién?- volteé a todos lados para asegurarme de que nadie nos estaba escuchando, y, aun así, le respondí al oído
-Para Gillian-
-¿La mocosa esa?- me preguntó sacado de onda
-Baja la voz, y si, esa "mocosa"-
-¿Pero por qué ella?-
-La verdad no sé, pero yo digo que se verían bien juntos-
-Si tú lo dices- comentó volteando los ojos
-Ay, ¿a poco no sería bonito tener una parejita en el grupo?-
-¿Para que tengamos que lidiar con sus peleas de pareja? Ja, no, gracias-
-Pues que buena idea tienes del romance, he- me hice la enojada
-Para tu información, mi idea de pareja tiene más sentido que la chica enojona y bromista con el chico topo-
-Demuéstralo-
-¿Y cómo se supone que lo demuestre si no tengo pareja?- pregunto acusatoriamente
-Pues consíguete una, o utiliza a Zack como conejillo de indias-
No sé qué le pico, pero simplemente volvió a lo suyo, negando con la cabeza mientras sostenía una leve mueca o sonrisa. No quise insistir así que terminé de hacer lo mío y me fui.
Sin lugar a dudas Oliver era ese alguien a quien podría leer fácilmente, pero que a veces parecía tener más de mil cerraduras y yo no tenía ninguna llave. En cierto modo era frustrante, pero a la vez emocionante.
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Agapē (Oliver y Tn)
أدب الهواةDicen que los ojos de una persona pueden decir más de ella que lo que podría decir de si mismo con palabras, y en parte tiene razón, pues quedé hipnotizada del brillo de aquellos ojos carmesí, pero lo que derritió mi ser fueron sus labios, esos que...