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No puedo decirte la clave del éxito,
pero la clave del fracaso es tratar de
complacer a todos

~Ed Sheeran~

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Diablos, me duele el cuello y la espalda, quien diría que las camas de aquí parecen piedras, mejor junto un montón de hojas y me hago un nido.

Adolorida salí de la habitación para ir a la cocina, tal vez necesiten ayuda para preparar el desayuno de todos.

-Buenos días- saludé a Zack, que estaba tomando un café.

-Buen día- me respondió con una mirada neutra -Dejé un poco de agua caliente por si quieres un té o café-

-De acuerdo, gracias- contesté metiéndome en la cocina, sin duda un café me animaría.

-Buenos días ___- saludó cierta chica con gorrito.

-Hola, Gillian- conteste sin mirarla -¡Wow! ¿qué te pasó?- parecía un zombi.

-No te preocupes, no es nada fuera de lo normal, solo necesito una taza de café cargado y estaré como nueva- me hice a un lado para que ella se sirviera el agua caliente que dejó Zack.

-Gracias- salió de la cocina a paso lento y desganado. Tal vez debería preocuparme, no está bien que a su taza le eche tres cucharadas de café, hablaría después con ella.

Ya tenía el café con el azúcar, solo faltaba el agua, así que tomé la cazuela, la volví a llenar de agua y la puse a hervir. Sinceramente quería salir de la cocina, pero en el comedor muy probablemente estaban Zack y Gillian, no es que me desagraden, pero aún no sé qué temas de conversación puedo sacar para hablar con ellos y, por el momento, quiero que las cosas fluyan, en vez de forzarlas.

-Buenos días, ___- entró ahora Oliver.

-Buenos días-

-¿Descansaste bien?- me preguntó somnoliento, su cabello estaba alborotado y sus ojos seguían sin querer abrirse por completo

-Pues supongamos que si- conteste mientras le daba un sorbo a mi café.

-Te entiendo, las camas de aquí no son muy acogedoras-

-Y si-. Lo mire. Él me miró y luego al café.

-Oye, si no es mucho problema ¿Puedo tomar un sorbo?-

-Adelante- le entregué el jarro y él bebió

-Gracias, la verdad es que no soy muy fan de esto, pero un sorbo a la mañana me activa-

-No hay de que-. Nos quedamos en silencio un rato en lo que yo terminaba mi café y él se preparaba un pan con mermelada.

-Hoy es la cacería- comentó

-Si... ¿En qué les puedo ayudar?-

-Tú estarás rotando por todas las vacantes, si así quieres o puedes quedarte en una-

-¿Entonces puedo ver a los cazadores?- pregunté entusiasta, pues podría ver cara a cara a los seres que derrumbaron y torturaron por mucho tiempo la psique de mi padre.

-Hable de eso con Lucas anoche, y me dijo que estaba bien, pero que debías tener sumo cuidado, pues eres una pieza esencial y Lucas no quiere que ellos te descubran. Así que, si es posible, estate más en el área de alimentos o de salud- si bien su mirada era sería, su voz era suave.

Agapē (Oliver y Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora