Capitulo 2

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No había podido quitárselo de la cabeza. Habían pasado tres días y Harry no había conseguido sacarse de la cabeza a ese joven, castaño guapo y misterioso. Su preciosa sonrisa le daba vueltas en su mente día y noche. Él nunca había sentido eso por nadie, jamás. Y no debería.

Ese hombre parecía pertenecer a una clase muchísimo más alta que la suya. Pero entonces, ¿cómo se había atrevido a ir a los suburbios en los que Niall y él vivían? A lo mejor se había perdido y se encontró a él mismo paseando por ese mercado, le gusta la escritura y, para no aburrirse, decidió comprar un libro.

Cualquiera que sea la razón, Harry no podía permitirse sentir atracción por él, ni siquiera de manera sexual. Dudaba enormemente que ese chico fuera gay.

-¿Listo,? - Niall apareció por la puerta de la habitación que compartían.

Harry estaba de pie frente al único espejo que tenían en su pequeña casa. Se peinaba los rizados y enredados cabellos con su cepillo.

- Casi - se acercó dando pequeños saltitos hacia la cama y cogió su chaqueta menos desastrosa. Aunque no era solo suya, toda la ropa la compartía con Niall. En realidad, lo compartían todo, incluso la ropa interior por muy raro que eso pudiese sonar. Harry tenía veintitrés años, tres menos que Niall, y ambos se conocieron cuando el rizado tenía diecinueve concretamente en el sitio al que se dirigían esa noche, en Hole.

Desde esa noche y después de un gran desenfreno y descontrol, ambos se volvieron inseparables. Realmente no estado pasado más de un solo día sin estar el uno con el otro, siempre juntos.

-¿Qué te parece? - preguntó Harry girando sobre sí mismo. Niall lo miró de arriba a bajo y le soltó una mirada lasciva.

- Tan perra como cada día que salimos, cariño - Harry río y enlazó el brazo de Niall con el suyo.

Salieron de casa y avanzaron por las oscuras y sucias calles de aquel pobre barrio londinense. Era por lo menos la una de la mañana, de lo contrario la calle estaba llena de gente y no podrían caminar agarrados del brazo. Pronto llegaron a Hole.

Harry estaba emocionado, las últimas noches había ido allí para, principalmente, sacarse de la cabeza por lo menos unas horas al hombre que conoció en el mercado. Lo conseguía cuando estaba hasta arriba de borracho y drogado, y cuando algún chico guapo se le acercaba para ligar con él.

Hole era el paraíso para todos los gays y lesbianas de Londres en los años en los que estaban. Solo cobraba vida por la noche, de madrugada, y era el único sitio en el que podían ser ellos mismos y disfrutar siendo quienes eran. Era peligroso, sí, casi todo el mundo en Londres conocía de su existencia y quienes eran los que iban allí pero Lejos de las peleas que ocurrían en muchas ocasiones y las amenazas de muerte, seguía siendo su sitio favorito en el mundo.

-¿A dónde van, princesas? - una voz preguntó tras su espalda. Harry sintió a Niall tirar de su brazo cuando este paró. Aquella voz no había sido de alguien que quisiera pasar un buen rato con ellos, sino todo lo contrario. La pregunta era, cuanto menos, sarcástica. De hecho, sin siquiera darse la vuelta y mirarlo, Harry podía asegurar que aquella persona iba borracha.

- ¿Tienes algún problema? - Niall se dio la vuelta e intentó encarar a la persona que los habló, pero Harry intentó impedírselo tomándolo de la mano y tirando de él hacia atrás.

- Niall, no -. Aquel hombre no tenía menos de treinta años y llevaba una botella de cristal vacía en una mano. Por suerte estaba solo, de haber estado con alguien más la cosa podría haber terminado peor.

- Putos maricas - el grande, gordo y sudoroso hombre comenzó a acercarse a ellos entre tropezones. Harry queria irse de allí, él era quien siempre intentaba evitar momentos como ese, odiaba no quería estar en aquella situación y en realidad Niall también, pero el rubio se dejaba guiar más por el instinto y normalmente cuando alguien se encaraba con ellos dos y los insultaba, él siempre daba la cara, cabreado y devolviendo los insultos. Muchas veces acabó con herida y la cara llena de moretones, de modo que Harry siempre acaba cuidándolo cuando eso ocurrió.

Intocable ( Larry stylinson)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora