Capitulo 4

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-¡No me fastidies, Louis! -gritó Liam espantado. Louis se lanzó hacia él y le tapó la boca con una mano suplicándole con la mirada que se callase.

Ambos estaban en la estancia principal de la gran casa de los Tomlinson, sentados en uno de los amplios sofás y con dos tazas de té caliente sobre la mesa de centro. Por mucho que intentasen evitarlo la casa tenía eco, bastante grande, y los padres de Louis estaban en casa en alguna parte.

- No me importa que te sorprendas pero, por favor, sorpréndete en voz baja - apartó la mano de la boca de su amigo y volvió a su posición inicial esperando que ni sus padres ni nadie del personal se hubiesen dado cuenta de eso.

- Lo siento, pero ... - dejó escapar una sonrisa nerviosa -, ¿sabes? no sé de qué me sorprendo. Siempre te ha gustado desobedecer.

- No me gusta desobedecer, Liam, es solo que .. no lo sé. Supongo que algún día tendrás que venir conmigo y comprobarlo por ti mismo.

- ¿Ir contigo? ¿A Smithfield para que me peguen la Peste? No, gracias - y aunque aquello lo dijo a modo de broma, a pesar de que en el fondo pensase de ese modo, a Louis no le hizo la más mínima gracia. La sonrisa de Liam desapareció en el momento en que su amigo lo miró molesto.

Liam tenía cuatro años menos que él y más que su mejor amigo, Louis lo consideraba su hermano pequeño. Sus padres trabajaron codo con codo durante bastantes años y, al igual que ellos, llegaron a considerarse hermanos, de ahí a que Louis y Liam crecieran juntos.

El problema es que Louis siempre había sido más rebelde que Liam, y el pequeño siempre lo intentaba frenar sus más locas aventuras. Podría ser porque los padres de Liam eran más estrictos o por simple forma de ser, pero él siempre había sido el más reservado de los dos. Aún así, Louis le tenía muchísimo aprecio y nunca había desvelado ninguno de sus secretos y viceversa, es por eso que siempre se contaban absolutamente todo.

- En serio, no es lo que crees.

- Ya, tu perspectiva cambiará cuando te ataque o, repito, cuando te contagien algo.

- No son animales, Liam - contestó cabreado, se estaba cansando de esa manera tan cerrada de pensar. Le recordaba a sus padres.

- Sé que no lo son, Lou, pero no deberías andar con ellos. No sé, pienso que es una irresponsabilidad por tu parte y si tus padres se enterasen ...

- ¿Qué? Tengo veinticinco años, ya no puedo controlar todo lo que hago.

- ¿Es por eso que ya se lo has dicho? ¿Que llevas semanas yendo a allí? - preguntó con sarcasmo y aquellas preguntas dejaron a Louis con la palabra en la boca. Mierda ... no tenía respuesta para eso.

- Aún así ... - pensó durante unos segundos qué decir para convencer su Amigo de que ir a ese sitio no era del todo tan malo. Entonces una persona en particular, con una melena larga y rizada y unos ojos verdes resplandecientes, apareció en su memoria en un instante. Sonrió -, conocí a alguien

- ¿Qué? - la cara de alarma que puso Liam le hizo continuar con rapidez.

- No no. No es lo que piensas. Es solo ... un chico bastante simpático que vende libros en el mercado.

- ¿Libros? ¿Sabe leer?

- Claro que sabe leer. Ha leído los libros que compré - tras escucharlo, Liam negó con una sonrisa -. Lo digo en serio, Liam, es muy agradable y buena persona, deberías venir a conocerlo algún día, a él y a su amigo, aunque Niall es un poco rarito.

- Pero si ya te sabes hasta los nombres.

- Claro que me sé sus nombres, ¿por qué no los sabría?

- Dios mío, Louis, ¿te estás escuchando? - Liam dio un suspiro y se restregó el rostro con las manos. No entendía a su amigo, definitivamente no aprobaba lo que estaba haciendo pero aun así no se lo diría a nadie. Al menos de momento.

Intocable ( Larry stylinson)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora