Capitulo 42

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Solo bastó escuchar esas cuatro palabras para saber de quién se trataba.

No hizo falta darse la vuelta para comprobarlo. El sonido de aquella voz le era demasiado reconocible. Demasiado para su propio gusto pues cosas buenas eran lo último que le trasmitía.

Y sintió miedo en el momento en que las escuchó. Pero no fue solo ese miedo lo que sintió. La rabia también estaba ahí, muy dentro de sí mismo y pidiendo a gritos rebelarse, pero el miedo podía con ella. Eso era lo que más sintió bajo la piel. Por eso un escalofrío le recorrió de pies a cabeza y le obligó a permanecer estático sobre el banco en el que se mantuvo sentado.

Escuchó pequeños pasos a su espalda y solo entonces se obligó a sí mismo a reaccionar. Se puso en pie de un salto y se dio la vuelta para contemplar ante él a uno de los protagonistas de sus pesadillas diarias.

Marco estaba igual que siempre.

Quizás tenga el pelo un poco más largo y la palidez de su rostro más enfermiza. Pero su mirada seguía siendo la misma. Harry se odió a sí mismo por no haber captado la locura en ella desde un principio. Sus ojos verdes eran muchísimo más penetrantes ahora, como si hubiera estado cultivando en su interior durante años toda esa locura que ahora se atrevía a mostrar.

Quiso correr y también quiso gritarle. Pero no hizo ninguna de las dos.

-Hola - Marco sonreía mostrando unos dientes que han adquirido cierto color más amarillento. E incluso desde la distancia que los separaba, Harry pudo asegurar que su aliento no debería ser tampoco el más agradable.

Tragó saliva e intentó ocultar el temblor que recorría cada extremidad y rincón de su cuerpo. Se maldijo a sí mismo por haber salido solo.

-¿No vas a saludar? -Marco avanzó un paso y Harry retrocedió dos. Eso pareció hacer gracia por el gesto que hizo en su expresión -. Sigues muy guapo pero aún tienes marcas -señaló su propio rostro con los dedos y solo entonces Harry comenzó a sentir su sangre hervir poco a poco.

Se mordió la lengua para no decir nada, aunque tampoco fueron palabras, su mirada ya no solo expresaba el miedo que era incapaz de ocultar sino también cierta rabia que incluso Marco llegó a captar un poco.

Pero de nuevo, todo parecía hacerle gracia.

-¿Cómo ha estado este tiempo? Espero que hayas recapacitado y aprendido la lección.

Al seguir sin obtener ningún tipo de respuesta dejó escapar un suspiro. Se pasó la mano por el pelo y su expresión cambió radicalmente. Dejó de lado ese sarcasmo que le había acompañado en sus últimas palabras y adoptó un gesto mucho más pacífico. Casi llegó a parecer una persona normal.

Casi.

-Oye. Me gustaría pedirte perdón - se volvió a acercar unos pasos pero esta vez el menor no se alejó. La desconfianza, la extrañeza, el miedo y la rabia le obligaron a ignorar ese importante hecho y su mirada fija en Marco a la espera de más estúpidas palabras era su única preocupación -. Sé que me pasé un poco. Quizás no debería haberlo llevado a tal extremo.

-¿Quizás? -dijo en voz baja.

Volver a escuchar su voz provocó una pequeña sonrisa en los labios del pelirrojo. Una sonrisa que le puso los pelos de punta pero que al mismo tiempo incluso encendió más la llama de rabia que empezaba a arder bajo su pecho.

-Sí, lo siento -ahora estaba mucho más cerca. Ni siquiera llegaba a separarlos más de un metro de distancia y Harry no se había vuelto a apartar -. Te he echado mucho de menos, no sabía dónde estabas y había empezado a desesperarme.

Las ganas de preguntarle si de verdad en algún momento se había preocupado por él eran muy grandes pero se mordió la lengua. Había apretado los puños inconscientemente y el temblor que padecía en sus extremidades comenzaba a dejar de ser a causa del miedo.

Intocable ( Larry stylinson)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora