Capitulo 22

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Harry devoraba los labios de Louis con pasión. Ambos estaban sobre la cama del más pequeño y eso había sido lo único que estaba haciendo los últimos veinte minutos. El castaño había llegado a su casa no mucho tiempo antes diciendo que le había echado mucho de menos ese día y que no podía aguantar ni un segundo más sin verle. Y claro, Harry no pudo resistirse y lo acabó empujando hasta su habitación.

Gracias al cielo que Niall no estaba.

Aunque tampoco es como si su amigo le hubiera hablado desde el día anterior en el mercado.

Y lo de que Louis le había echado muchísimo de menos era cierto. Esa misma tarde había ido con Elizabeth y sus padres a ver la casa a la que se mudarían la misma noche de bodas. No estaba lejos de la que aún vivía con sus padres y sí, tenía que admitirlo, la casa era muy grande, bonita y acogedora. Pero algo fallaba en toda esa situación. No se había concentrado ni un solo minuto de la tarde por estar pensando en Harry constantemente.

Pero ahí lo tenía ahora. Entre sus brazos, abrazándolo y besándolo como últimamente le encantaba. Con Harry sobre él en la cama, sus brazos rodeando su cuerpo y apretándolo contra él.

-¿Qué tal has estado hoy? -preguntó el rizado una vez se hubieron separado. Esa era la primera vez que se dirigieron la palabra desde que Louis le dijo que lo había echado de menos.

-Mal - contestó simple y Harry frunció el ceño -, ya te he dicho que te echaba de menos.

-Tonto - Harry rió y le dio un golpecito en el pecho para después dejarse caer a su lado. Apoyó la cabeza sobre la almohada y giró el cuerpo para mirarlo. Louis hizo lo mismo.

-¿Y tú? -el más pequeño bajó la mirada y se encogió de hombros. Louis captó un poco de tristeza en ese gesto -. Oye, ¿pasa algo?

-Bueno...

-Eso quiere decir que sí - Louis no se movió pero aún así le observa con más preocupación. Harry soltó un profundo suspiro.

-Es que Niall no me habla - el castaño lo miró un poco confundido. Era raro imaginarse a los dos jóvenes enfadados y sin hablarse cuando le pareció que había encontrado más de una ocasión que estaban muy unidos.

-¿Y eso?

-¿Recuerdas cuando estuve en tu casa dos días seguidos? - solo entonces Louis pareció darse cuenta. Cerró los ojos un momento y suspiro. Ya se lo estaba imaginando -. Bueno, pues me echó la bronca por eso. Porque no sabía dónde estaba.

Las palabras de Harry eran tranquilas. Sin enfado y sin coraje. Todo porque sabía que su amigo tenía razón. Debería haberle avisado.

-Sí. Siento si ha sido mi culpa.

-Tu culpa no ha sido - continuó -. En todo caso sería mía -suspiré-. Hablaré con él cuando vuelva, si es que quiere escucharme.

Louis le observa en silencio. Harry tenía la mirada fija en su pecho, como dándole vueltas a algo dentro de su cabeza. Levantó la mano y la posó sobre su mejilla para acariciarle y cuando el más pequeño volvió a mirarlo lo hizo con una sonrisa tan tierna que a Louis se le encogió el corazón. Se acercó y se acurrucó contra su pecho. Louis lo abrazó.

-Hazz - habló pasados unos largos y relajantes minutos.

-¿Mmmm?

-Nunca me llegaste a contar sobre tus padres.

-Oh - Louis sintió como el cuerpo del rizado se tensaba. Lentamente Harry se estiró y quedó sentado sobre la cama. Comenzó a jugar con sus dedos ante la atenta mirada de Louis sobre él, quien también acabó sentado delante del chico - ¿Qué quieres saber?

Intocable ( Larry stylinson)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora