Capitulo 6

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Liam estaba enfadado, realmente enfadado. Sabía que esto acabaría ocurriendo. Ya se lo había advertido, miles de veces, pero Louis nunca escuchaba. Y como siempre era él quien tenía que acudir al rescate y quien tenía que cubrir sus caprichos absurdos.

Aún daba vueltas en su cabeza el momento en que los padres de Louis presentaron en su casa interrumpiendo su hora del té con, su mujer, a las cuatro de la tarde.

-Louis tenía que estar en casa a la una, Elizabeth y sus padres llegaron a esa hora pero él no estaba. Pensamos que tú podrías saberlo - explicó la madre de Louis, con ojos preocupados. A su lado estaba, su marido, con porte serio, elegante y malhumorado.

Y Liam lo entendía, ahora mismo él se sintió igual. Después de explicarles que no tenía ni idea de dónde se encuentran su hijo, el matrimonio Tomlinson se marchó decepcionado.

Quería estrangularlo, nadie sabía las ganas que tenía. Pues claro que se hacía una idea de dónde estaba pero no se lo iba a decir a sus padres. Como bien había jurado un millón de veces, jamás revelaría nada que Louis le confiara pero a veces se lo ponía muy difícil.

¿Y qué estaba haciendo él ahora?

Pues caminar a paso acelerado por la calle en dirección a Smithfield. Era la primera vez que iría a ese barrio, al menos a pie, ya que en coche se había recorrido casi todo Londres. Y la verdad es que estaba nervioso. A Louis lo pudieron haber atacado, de ahí que no apareciese, y no dejaba de tener culpa al fin y al cabo era algo trágico. ¿Y si lo atacaban a él? Liam era más pequeño podrían tumbarlo de un golpe y tampoco es que quisiera poner mucha resistencia en un momento como ese.

Las calles eran estrechas, arenosas y sucias. Olía mal y tuvo que cubrirse la nariz con la mano. Por suerte sabía dónde quedaba el mercado y no que tenía que perder el tiempo buscando así que iba con un poco de seguridad.

A medida que avanzaba la gente se le quedaba mirando y la verdad es que tenían razón. En un sitio como ese con ropas tan caras e incluso sombrero no hacías otra cosa que no era llamar la atención. Aumentó el paso.

Pronto y para su propia relajación se encontró con el ajetreo del mercado del centro. Ahora solo tenía que buscar un puesto en concreto al que Louis se había referido miles de veces, por suerte le dijo que solo había uno.

Hizo todo el esfuerzo posible para no rozar a nadie de los que allí, pero era difícil. Miraba con angustia a su alrededor. Habían niños detrás de un puesto de utensilios de madera recogiendo insectos y metiéndoselos en los bolsillos, la vendedora de un puesto de fruta en el límite de la podredumbre se hurgaba la nariz con el dedo. Liam casi vomita al ver eso. Quiso decirle que no comprase aquellos plátanos a un hombre que metía la fruta en una bolsa de tela todo era un completo caos, y el ya se sentía mareado

-En cuanto llegue a casa tiro toda la ropa que llevo puesta.

Y para su propio milagro divisó no muy lejos, a tan solo unos metros, un pequeño puestecito de libros. Detrás de él había un joven rubio gritándole a las masas. Se acercó.

- Oh, vaya, alguien que me hace caso -sonrió pero esa sonrisa se borró cuando lo miró de arriba a bajo -, qué les pasa últimamente a los ricos por la cabeza para venir aquí? - puso los brazos en jarra y lo miró con las cejas alzadas. Liam quiso hablar pero no le dejó tiempo -. ¿Sabes qué? No me lo digas, ¿qué te interesa? - preguntó señalando a los libros.

-¿Tú eres Harry?

Aquella pregunta pareció tomar de improvisto a Niall quien volvió a mirar a Liam esta vez con los ojos entrecerrados.

-¿De qué conoces tú a Harry?

-¿Entonces no lo eres? - insistió.

- No me digas que eres uno de esos tipos con los que se divierte. Aunque no pareces ser de esos que vayan a Hole, la verdad.

Intocable ( Larry stylinson)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora