Todo mal

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Después de eso, nos metieron dentro de aquel edificio. Entramos a una habitación, hasta que la puerta se abrió de golpe y Joel y Marcus. Lucas fue corriendo hacia su padre mientras mi hermano venía corriendo hacia mi.

-No puedes irte, no podéis iros los dos- decía mi hermano con los ojos llenos de lágrimas.

-Va a volver, lo traeré de vuelta. ¿Está claro?

-También quiero que vuelvas tú.

-¿Recuerdas porqué Jenny se presentó?

-Porque tú eras más joven y porque te quería.

-A Lucas le queda mucho aún, igual que a ti. Ambos estaréis bien, juntos, con Joel.

-A ti también te queda mucho.

-Estaremos bien, te lo prometo.

-Te quiero mucho.

-Yo te quiero más, acuérdate de ello.

-Te estaré esperando.

-Cuídate.

Mi hermano se acercó a su amigo para también despedirse de él, mientras Joel se acercaba a mi.

-Lo siento- me decía el mayor con cara de pena y aguantando las lágrimas.

-No es culpa tuya.

-No creí que os podría tocar a los dos.

-Te lo voy a traer de vuelta.

-Ten cuidado.

-Gracias por todo. Solo necesito una cosa más.

-Me haré cargo de él, dalo por hecho.

-Que no vuelva a casa, por favor.

-Yo me ocuparé de él.

-Gracias.

Se acercó más a mi para abrazarme, mientras las lágrimas se deslizaban por las mejillas y las secaba rápidamente.

Agentes de la paz entraron y los sacaron de allí. Cerraron la puerta, y Lucas y yo nos quedamos allí.

-Estaremos bien, Luc.

-Tengo miedo. Me van a matar.

-No voy a dejar que te maten. Confía en mi.

No hablamos mucho más, ya que la puerta se abrió. Mags Flanagan y Finnick Odair entraban. Ambos fueron ganadores del cuatro, ella ganó a los undécimos juegos del hambre y él a los sexagésimo quintos. A sus catorce ganó, siendo el más joven. Espero que Lucas pueda alcanzar ese récord y ser el más joven ahora.

-Otra Hudson, si que es mala suerte- decía Finnick Odair, nuestro mentor ahora.

Me limité a mirarlo con mala cara e ignorar ese comentario. Salimos de allí, nos llevaron a aquel tren. Lucas se pasó parte del camino hablando con ambos mentores, a pesar de que ella no podía hablar, se comunicaban muy bien. Yo solo miraba, no abrí la boca en ningún momento.

-¿Qué sabéis hacer? ¿Algo especial?-sacaba tema nuestro mentor.

-Mi padre sabe de lucha, nos ha enseñado- comentaba Lucas con una gran sonrisa.

-¿Os?

-Lena siempre ha venido a casa.

-Genial. ¿Qué hay de ti?- me metía el mayor en la conversación.

-¿Qué hay de qué?

-Tu hermana era más simpática.

-Tendrás que conformarte teniendo en cuenta que está muerta.

Help Me- Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora