Cañonazos

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Mi hermano y Annie lo estaba haciendo genial; en los entrenamientos lo daban todo y parecían caer bien a todo el mundo. Hablaron con todos los tributos, pero a diferencia de Finnick que le dijo a Annie que buscara aliados, le recomendé a Marcus que no lo hiciera. Y no iba a hacerlo después de lo que Lucas vivió por ello.

-Y, ¿algún aliado a la vista?- preguntó Finnick en la cena.

-No- dijo Marcus mirándome, a lo que le sonreí.

-Todos parecen igual de inofensivos que nosotros pero entrenan demasiado bien- comentaba Annie- no me da buena sensación eso de hacer aliados.

-Los dos solos estaréis mucho mejor- recomendé.

-Sí, yo también lo creo- dijo Annie sonriéndome.

-Pues los aliados nunca vienen mal por si necesitáis ayuda- dijo Finnick.

-O si quieren morir- le respondí.

El tema de los aliados era algo de lo que nunca había sido partidaria y nunca lo sería; por lo que pasó, claramente.

Terminamos de cenar, dejando el tema de los aliados a un lado, y todos se fueron a dormir. Bueno, a su habitación. Yo acompañé a Marcus, siempre teníamos una charla antes de ir a dormir. Necesitaba también hablar con él sin la opinión de los demás.

-¿Qué haré si Annie encuentra aliados?- preguntaba nervioso.

-No creo que Annie consiga aliados, si ninguno le parece de confianza no se juntara con ellos.

-¿Y si Finnick tiene razón? Ni Annie ni yo vamos a conseguir salir de ahí con vida.

-¿Qué estás diciendo? Cus, eres muy capaz de salir de la arena.

-Sabes que no- dijo triste- sabes que no voy a conseguirlo.

-Cus, te prometo que eres capaz de salir. Solo tienes que protegerte, pase lo que pase.

-¡No soy tu, Lena!- gritó- ¡Si me apuñalaran no sería capaz de levantarme! ¡Si me atacarán no sería capaz de matar! ¿Eso lo entiendes?

-Eres fuerte, Marcus. Y también valiente.

-No tanto como tú.

Que dijera eso me rompió, me rompió que se comparara conmigo. Sé lo duro que es tener sentimiento porque yo siempre lo he tenido hacia ellos, siempre lo he tenido hacia Jenny y Marcus. Siempre he querido ser como ellos y me he sentido inferior.

-Marcus, yo debería de ser como tú- dije sonriéndole como pude- eres un niño increíble. Tienes un corazón enorme y todos lo van a ver. Eres fuerte y muy valiente. Nadie sabe lo que hemos pasado, pero mírate. Estás aquí, con una sonrisa sabiendo lo que va a pasar en pocos días.

-Eso solo lo dices porque eres mi hermana.

-Y por eso digo la verdad, porque te conozco.

Se acercó a mí y me abrazó, dejando fluir sus lágrimas. Empapó mi camiseta, sí, pero dejó salir todo lo que tenía. No era bueno que se guardara toda la presión dentro, y menos siendo tan joven.

-Va a salir bien, Cus- le susurraba- voy a hacer todo lo posible para ayudarte cuando estés ahí dentro.

-Te quiero mucho, Len.

-Yo te quiero más, enano.

Poco después se durmió y salí de su habitación. Estaba muy nerviosa y también estresada por él. Sé lo que le va a tocar vivir porque yo también lo he vivido, y también no lo merece. Lo merece mucho menos que yo, solo es un crío.

Help Me- Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora