De vuelta

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Me desperté en una camilla. Era parecido a un hospital. Estaba conectada a cables y estaba muy mareada.

-Ya está despierta. Lena, ¿cómo estás?- sabía que era Finnick por su voz, pero lo veía y oía algo borroso.

Aparecieron unos médicos y se pusieron a hablar, no puedo oír mucho que decían.

-Está algo anestesiada aún.

Ahora sé que es verdad, que lo de Lucas no fue una pesadilla. Está muerto. Me quité los cables que me conectaban con esas máquinas y me intenté levantar pese al mareo.

-No, Lena, tienes que descansar.

-Tengo que verlo- dije muy mareada pero intentando ponerme en pie.

-¿A quien?- dijo Finnick mientras se sentaba en la camilla.

-Lucas.

-Lena...

El mareo se me iba pasando, ya ni estaba tan mareada y no veía todo borroso como cuando desperté.

-Los juegos han acabado, tú eres la ganadora.

-Quiero verlo.

-Está muerto, Lena.

-Quiero verlo.

-No puedes verlo. Tienes que descansar, esta noche es la entrevista con Caesar y te harán esa ridícula pero importante coronación.

-No quiero.

-Lo sé, pero tienes que hacerlo.

-No quería salir.

-Estarás bien, te lo prometo.

-Ahora soy una marioneta más.

-No dejaremos que lo seas, ¿vale? Descansa algo.

Dormí algo. Tenía muchas pesadillas así que a penas pude. Me trajeron comida, estaba asquerosa pero estaba hambrienta.

-¿Como estás?- me preguntaba el rubio.

-¿Cómo debería estar?

-Siento lo que pasó ahí dentro.

-Yo no tendría que estar aquí.

-Si lo estás es por algo.

-No cumplí mi promesa.

-Si que lo hiciste. Prometiste que cuidarías de él y lo has hecho hasta el final.

-Lo tendría que haber seguido buscando, estaría vivo.

-Lo buscaste, lo encontraste y no salió bien. Aún así volviste a por él después de todo. Lo protegiste a pesar de que intentó matarte, lo protegiste aún que estabas tan herida que casi no podías protegerte ni a ti misma.

-¿Cuándo volvemos a casa?

-Creo que mañana.

-Quiero que acabe todo esto.

-Luego tendremos que visitar todos los distritos, harás discurso y volveremos al cuatro.

-¿Discursos para qué?

-Lo hacen todos los años, para dar el pésame o yo que sé.

-¿Se sabe algo de Joel o Marcus?

-¿A qué te refieres?

-No sé, ¿han llamado? ¿O escrito?

-Los verás mañana.

-No van a querer verme.

-Claro que sí.

-Yo no podría hacerlo.

-No lo conozco pero se nota que te quiere. Es como tu padre, ¿no? No va a abandonarte, te ve como su hija, dudo que eso cambie.

Help Me- Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora