El nuevo presente

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Narrador's pov:

Después de casi cinco años desde la desaparición de la ganadora de los sexagésimo noveno juegos del hambre, Selena Hudson, todo cambió para todos los distritos, sobre todo para el cuatro y la gente que la rodeaba.

Comencemos por Joel Davis. Probablemente el hombre es el que más a sufrido la desaparición de Selena, su hija. Sabe que el Capitolio tiene algo que ver, lo tiene claro. Pero cuando todos han perdido la esperanza, él sigue luchando por encontrarla. Sabe que está viva, pero no sabe cómo dar con ella. Supongo que esa es la razón por la que todos los días sale con marcas de golpes, por los agentes de la paz. Todos los días que ve a uno, va a preguntar algo más alterado que la primera vez. Nunca le hacen nada más que algún golpe, él sabe que eso es por Lena.

Finnick Odair, otro gran sufridor de la desaparición de la chica. Piensa lo mismo que el padre de esta, sabe dónde está y sabe que si no ha tenido que volver en esos cinco años es gracias a ella. Pero eso no lo tranquiliza, lo preocupa. Va todos los días a ver al hombre, aunque él, después de enterarse de la relación del chico con Annie Cresta, no quiere verlo. Aún y así, el chico sabe que necesita compañía y se la da cuando tiene tiempo.

Annie Cresta, amiga por poco tiempo de la chica, pero le salvó la vida y la siente como una hermana. Annie, podemos decir que se ha vuelto loca después de aquello. El Capitolio la ha vuelto loca, es algo que nadie puede hacer más. Supongo que esa es la razón por la que está con el rubio.

Ella sabe que él esta enamorado de la rubia, que sigue enamorado de ella. Pero ambos se "utilizan". Aunque Annie se enamoró del chico y no vaya a reconocerlo, le va bien tenerlo a su lado. La compañía le hace olvidarse un poco de los juegos, cosa que no es fácil en sus condiciones. Igual que el chico, que está con ella para intentar no pensar siempre en la rubia, cosa que muy pocas veces funciona.

Mags Flanagan, sufre la muerte de la chica en silencio teniendo en cuenta también sus condiciones. Para ella era como una hija, al igual que el rubio. Sus dos chicos. Sabe lo que Finnick pasó por culpa del Capitolio y ahora sabe lo que le están haciendo a su otra chica, pero ya no puede hacer nada.

Y Lenny Travis, que sigue intentando encontrar a la chica. Como él tiene mejor opción de comunicarse con el Capitolio, intenta saber dónde está la chica y si hay alguna opción de que vuelva. Obviamente al Capitolio no le interesa decirlo, por lo que Lenny, después de muchos años, ha perdido la esperanza.

No hablemos del resto del cuatro, o de los demás distritos. Todos sospechan donde puede estar, pero ninguno confía en que ella esté viva. Hasta que Katniss Everdeen y Peeta Mellark jugaron los juegos. Para ambos chicos, Selena era probablemente un ejemplo a seguir. No por lo que hizo en la arena, sino por todo lo demás. Lo que los chicos no saben y Selena tampoco es que inició un gran movimiento que no tardarán en llevar a cabo, y ellos serán fundamentales.

Peeta Mellark superó los juegos, en parte, gracias al consejo que la chica le dio cuando era un niño aún. Cuando la noticia corrió, él sabía que la chica no se había rendido, que estaría por algún lugar. Lo mismo con Katniss Everdeen, que aunque nunca habló con ella, fue un ejemplo para ella. Después de la muerte del padre de Katniss, la chica y su familia estaban muy perdidas. No fue hasta que la vio en su distrito que supo cómo seguir adelante, igual que ella había hecho. Selena Hudson no se quedó atascada en la muerte de aquel niño, tampoco en la de su hermano ni en la de su hermana. Seguir adelante para ayudar a sus seres queridos, eso fue lo que la ayudó a seguir adelante.

Volviendo al Capitolio, donde la chica dorada, que así la llaman por su bonito color de pelo, sigue. La chica, después de unos pocos meses, ya no sabía ni quién era gracias a los tratos del presidente Snow. ¿Qué sería de ella después de cinco años? No recuerda absolutamente nada de su vida, no recuerda a gente en ella y no recuerda ni siquiera su nombre. Sus días son golpes, sesiones para envenenarla y seguir vendiéndola a gente, probablemente que le sacasen el sobre de edad. Al principio lo sentía, al principio sabía que estaba haciendo y lo poco que quería, al principio se resistía. ¿Actualmente? Su mente ni siquiera está en esa cama, solo es un muñeco del Capitolio.

Help Me- Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora