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Yoongi poco a poco había retomado su vida, como le había aconsejado su psicóloga debía tomárselo con calma, había empezado con las cosas que más le gustaba, como estar con sus amigos o leer, luego había vuelto a la universidad y por último a su trabajo.

En la universidad se habían enterado de lo que había pasado, algunos los miraban con lastima, otros con miedo, pero también había recibido mucho apoyo. Gracias a sus amigos Jimin y Taehyung, hubo muchos estudiantes, en su mayoría personas omegas, quienes se habían movilizado en la universidad, pegando carteles y haciendo marchas en el edificio donde se encontraban las autoridades del lugar, exigiendo que Seung y quienes lo habían ayudado fueran expulsados y que no se les permitiera volver a estudiar en ninguna otra institución. Habían logrado lo deseado, los alfas habían sido expulsados y se les había prohibido su entrada al recinto.

En el juicio le habían dado tres años de cárcel a Seung, mientras que a los cómplices solo un año, además de una orden de alejamiento de Yoongi. Al menos al saber que el alfa no se acercaría más a él era algo que lo hacía sentir más tranquilo.

A veces se sentía muy agobiado al estar en la universidad, había considerado el poder tomar una pausa y perder el semestre, pero sabía que le traería repercusiones, ya que su beca no cubriría un semestre extra, así que necesitaba continuar. Al menos agradecía siempre tener a uno de sus amigos con él, a veces recibía miradas de pena o podía escuchar como la gente hablaba de él, pero siempre sus amigos se encargaban de ahuyentar a las personas, se habían vuelto algo protectores con él, pero no le molestaba, después de mucho tiempo, y gracias a su terapia, había entendido que no tenía nada de malo que aquellos que lo querían buscaran protegerlo, ya que era una muestra de cariño, no una señal de que era alguien débil.

Estaba trabajando en dejar atrás todas esas barreras que había creado, ya que eran mecanismos de defensa que le impedían relacionarse con las personas. Estaba intentando sanar y ser una mejor persona, aunque sabía que necesitaba tiempo y esfuerzo para lograrlo.

El retomar la universidad también había sido un reto para él, había perdido bastantes clases y tenía algunos trabajos que entregar, aunque sus profesores habían sido comprensivos y le habían dado más plazo para poder ponerse al día. Pero le gustaba estudiar, así que varias tardes se quedaba unas horas extras estudiando y avanzando en sus tareas en la biblioteca de la universidad, entre su grupo de amigos se turnaban para acompañarlo, aunque principalmente era Seokjin quien se quedaba, aprovechando de estudiar sus propias materias.

Esa tarde de viernes estaba con el alfa en la biblioteca, quien al parecer se había aburrido de leer, recostándose sobre la mesa y finalmente quedándose dormido.

Yoongi termino distrayéndose de sus estudios, prefiriendo mirar al alfa mientras dormía. Podía escuchar su respiración pausada, su cara se veía tranquila, su boca estaba ligeramente curvada, mostrando una pequeña sonrisa, una imagen muy tierna a los ojos del omega.

Sin darse cuenta se había oscurecido rápidamente, por lo que debió despertar al alfa para que se pudieran ir a casa.

- Seokjin – Lo movió despacio – Seokjinie despierta.

- Hace tiempo no me decías así – Le dijo el alfa abriendo sus ojos – Me gusta – Comentó mientras se estiraba para despertar.

- Lo haré más seguido, promesa.

- Gracias – El alfa dejo un beso en su mejilla – Vamos a casa pastelito, es tarde.

- Lo sé, vamos a casa bello durmiente – Le ofreció su mano, el alfa la tomó feliz.

- No te burles de mí.

- Eso no te lo puede prometer.

- Tan malo – Se rio - ¿Quieres ir a mi casa hoy? Podríamos ver una película.

Fuera del Molde: Min Yoongi (Jinsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora