Harry Potter: Corazón De Un Alma Mistica [Traducción]

25. Legados

Capítulo Veinticinco: Legados

Harry nunca se había sentido más bienvenido que en Winter Wolf. Estaba asombrado no sólo por el dormitorio en sí sino también por todos los estudiantes allí. No sabía mucho sobre la criatura mágica en la que se basaba la casa, pero definitivamente iba a preguntar sobre eso en el futuro.

Todavía estaba confundido acerca de por qué la puerta lo había llamado por ese nombre cuando llegaron el día anterior. Desde que entró al mundo mágico, siempre le habían dicho que se llamaba Harry James Potter. Ahora, una puerta mágica que probablemente era más mágica que incluso el sombrero seleccionador lo llamaba Harrison Potter-Black. Sabía que era el ahijado de Sirius, pero ¿había algo que su padrino no le había dicho todavía?

Sabía que tendría que recordar eso para más tarde, pero iba a intentar pasar unos días divirtiéndose. Quería que no sucediera ningún drama, situaciones que pusieran en peligro su vida o cualquier otro acontecimiento durante el mayor tiempo posible. Sólo que ahora que lo pensó, puede que se haya maldecido a sí mismo. Tal vez debería preguntar a los otros estudiantes si tenían alguna forma de detener los maleficios.

Todos los estudiantes fueron muy amables y ninguno lo miró a él, ni a ninguno de sus nuevos compañeros de casa, con sospecha. Algo por lo que Harry no los habría culpado, dada la historia y el odio entre los usuarios de varitas y las almas místicas. Pero no dejaron que eso corrompiera sus pensamientos sobre sus nuevos compañeros de casa. Todos parecían tener la misma opinión de que, aunque la mayoría de los usuarios de varitas odiaban a las almas místicas, todos iban a dejar que los usuarios individuales de las varitas hicieran sus propias impresiones sobre ellos.

Harry realmente no conocía a ninguno de los otros estudiantes de Hogwarts que terminaron en Winter Wolf. No mucho acabó en la casa, pero sí un buen puñado. Harry sólo sabía el nombre de Adrian Pucey, uno de los cazadores de Slytherin. Y sinceramente, siempre había sentido curiosidad por el Slytherin. Como era el buscador de Gryffindor, podía ver el juego cuando la snitch desaparecía de su vista. Entonces se dio cuenta de que Adrian nunca hacía trampa. Aquellos como Flint, Malfoy y Miles Bletchley hicieron muchas trampas. Pero luego estaban aquellos como Adrian y Terrence Higgs y ninguno de ellos hizo trampa en absoluto. Lo que sólo empeoró las cosas cuando Higgs fue reemplazado como buscador por Malfoy en el segundo año de Malfoy. Probablemente fue porque Flint había sido el capitán y quería que su equipo estuviera lleno de tramposos en lugar de aquellos que querían ganar de manera justa y equitativa. El hecho de que Adrian siguiera en el equipo fue un pequeño milagro.

Harry también pensó que el dormitorio en sí era genial. Aprendió de Hawk y T'challa que cada dormitorio estaba configurado de la misma manera, pero con diferentes diseños y características según la casa. Por ejemplo, Winter Wolf tenía un pasadizo secreto hacia los establos de animales, ya que muchos estudiantes con familiares animales terminaron en su casa. 

También estaba el diseño mágico de cómo cada dormitorio era mucho más grande por dentro que por fuera. En el exterior, todas las casas se verían como si fueran apartamentos realmente altos que parecerían como si solo tuvieran un dormitorio individual. Le recordó a Harry las tiendas mágicas que habían usado cuando fueron a la Copa Mundial de Quidditch. Más grande por dentro y pequeño por fuera.

Lo que también le encantaba del dormitorio era que cada estudiante tenía su propia habitación, parte de lo grande que la magia hacía los dormitorios en comparación con lo que se podía ver afuera. Los diferentes años estaban cada uno en diferentes pasillos con los niños y las niñas en diferentes pasillos. Cada salón tenía mágicamente la cantidad exacta de habitaciones necesarias para los estudiantes. Todos lucían iguales con la misma cama grande con dosel, una sola estantería, un escritorio para la tarea, un armario para su ropa y luces mágicas que controlaban su brillo.