Especial #1

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Cuna

Después de enterarse de la repentina noticia que sería padre, otra vez, un brillo volvió a Kai. La idea de que está vez podrían hacer las cosas realmente bien, que funcionen para ellos como pareja y padres del futuro bebé. Las cosas parecían marchar bien, escuchar a Eri decirle "papá" le hacía sentir lleno de alegría, lo que estuvo esperando durante tanto tiempo, el momento en que sean una verdadera familia.

Desde el anuncio del embarazo a estado preparándose para ser padre y criar a un bebé, su experiencia con Eri realmente no era útil, no podía comparar a su pre adolescente con un indefenso bebé, así que sus horas libres en el trabajo o en casa los pasaba leyendo libros sobre cuidados a los menores o practicando como colocar un pañal al oso de peluche de Eri.

— Kai, cálmate. Hay tiempo te sobra, el bebé solo tiene semanas.

Es lo que T/N solía decile cuando lo veía tenso y angustiado, claramente sobrepensando las cosas en su lugar, viendo las diferentes cosas que podrían suceder y como lidiar con ellas.

— Te dije que no pensarás tanto las cosas.

Al final del día tenía que reprocharle y darle una pastilla para la migraña a su encantadora pareja de ojos ámbar.

Solo tenía unas semanas de embarazo, pero esto no detuvo a Kai que el fin de semana llegó con tablas y herramientas, las llevo hasta el cuarto y siguiendo un manual de instrucciones empezó a construir una cuna para su futuro bebé.

— ¿No crees que exageras? — Kaina había ido de visita y tuvo que llevarse la sorpresa de encontrar al Chisaki haciendo un escándalo con el martillo.

— ¿Por qué estaría exagerando? — Se limpio el sudor de la frente y detuvo lo que hacía para verla. Kaina estaba apoyada en el marco de la puerta con una expresión extrañes.

— ¿Qué porqué? Todavía faltan ocho meses para que el bebé vaya a nacer y ya tienes la cuna. Se que tienes que estar preparado, pero esto es absurdo.

— Mejor no te metas en mis asuntos.

Malhumorado siguió con su actual actividad ignorando las quejas de la peli bicolor que se iba del cuarto no sin antes arrojarle una almohada en la cabeza.

Kai suspiro calmando la tensión de su cuerpo para realizar un buen trabajo. Es consiente del gran tiempo de sobra que tiene, sin embargo encuentra más conveniente preparar las cosas del bebé antes de que el vientre de T/N sea más grande que un balón y le impida hacer múltiples actividades, lo más adecuado es un embarazo tranquilo para el bebé así que hará lo posible para ahorrarle todo tipo de preocupaciones a su pareja.

Termino de armar y pintar la cuna, una tierna cuna de madera pintada de color blanco, aún no está decorada para niño o niña puesto que el género de su futuro hijo es un misterio para todos, así que con emoción espera el momento en que llegue la revelación de género, pero de algo está seguro, no importa el género que tenga lo amara de todos modos. T/N llegó a casa luego de pasar la tarde con Kaina así que se llevó la sorpresa de encontrar a un Kai con manchas de pintura y herramientas junto a tablas alrededor, apoyado en la cuna que armó con sus propias manos, estaba dormido y se veía encantador, podía notar lo agotado que estaba, su cabeza estaba inclinada hacía abajo con los brazos cruzados y los labios entre abiertos, Kai no es de tomar la siesta y mucho menos en el suelo.

— Debiste haber trabajo mucho, estás muy cansado — Musitó acercándose cuidadosamente y se colocó de cuclillas al lado del castaño.

Acercó su mano y le acarició la mejilla  izquierda y beso la derecha, poco a poco su amado fue abriendo los ojos parpadeando repetidas veces acostumbrándose a la luz, giro su mirada y la vio a ella que le sonríe cálida.

— Hola cariño.

Ella le saluda besándole la frente, Kai sigue adormilado así que responde con sonidos y se apoya en su hombro mientras se frota la cara. La albina pasa su mano y brazo por detrás de su nuca y apoya su mano en el hombro izquierdo apegandolo más a ella.

— ¿Recién llegas, qué hora es?

Levantó la vista notando que la luz del sol ya no ilumina la habitación atraves de las cortinas, solo queda la tenue luz de las bombillas en la calle y las de la sala que iluminan una parte del cuarto en el que se encuentran.

— Eso no importa, solo se que es hora de que tomes un baño y te relajes, has estado trabajando mucho para acomodar las cosas del bebé que no descansas.

No le molestaba, amaba que Kai estuviera tan entusiasmado por el bebé, seguro así habría actuado durante el embarazo de Eri, una etapa que lastimosamente se perdió y T/N no disfruto por las dudas circunstancias de aquel entonces. Pero era una nueva época, ya las cosas marchaban bien para ellos, los héroes habían ganado y ahora podían ser una familia tranquila.

— Amor sabes que tengo que estar preparado, no permitiré que después te estreses eso afectará al bebé, solo quiero que te dediques a relajarte y gozar del embarazo.

Sonrió risueña, la faceta preocupada de Kai era un encanto y a veces obstinada, pero ama verla, le recordaba lo mucho que le importaba a su pareja.

— Kai, eso suena encantador, pero no me gustará si tú terminas sobre explotandote por esto, tenemos el suficiente tiempo para prepararnos. Nos irá bien cariño.

Lo tomo de la mano y lo ayudo a levantarse, al tenerlo de frente estiró sus manos hasta su rostro y le beso los labios quitándose las ganas de encima.

— Te ves divino — Le sonríe guillando el ojo.

— Tu te ves... Fatal ¿Qué te hizo Kaina? — Bufo cruzándose de brazos, Kaina es una buena amiga pero provocaba que T/N actuará como una adolescente e hiciera alboroto, incluso copia actitudes de su amiga como los piropos que le escuchaba lanzarle a los hombres que pasaban a su lado.

— Escapamos de una manada de perros — Deja de reír al ver la expresión asustada de Kai que palidece y se acaricia.

— No me digas ¿Utilizó carne para que las persiguieran?

— Sip.

— Me lleva... ¿Qué hubiese pasado si te lastimabas y el bebé terminaba perjudicado? — Cuestionó levantando las cejas.

— Perdón... Tienes razón, actúe mal.

Suspiro, comprendía a su pareja, no disfruto su infancia y ahora estaba divirtiéndose como volviese a ser una niña, agradecía a Kaina por hacerla feliz y que experimente nuevas cosas que seguro el no podría brindarle, como una pijamada de chicas, entre otras cosas. Temía que disfrutar de esas experiencias se le vaya de las manos y pierdan al bebé.

— Tranquila. — aparto el cabello de su frente y la beso haciendo que sonría — Ve a ducharte, yo te prepararé tu postre favorito.

— ¿Enserio? — Sonrió con entusiasmada.

— Por supuesto, yo no miento — Dijo con una expresión seria que le obligaba a no hacer más preguntas.

— Vale, pero antes...

Encendió la luz y fue hasta uno de los baldes de pintura, tomo la de su color favorito y se llenó la mano de pintura bajo la mirada atenta de Kai. Se acerca a la cuna y en ella coloca la su mano dejándola marcada en la madera blanca.

— Tu también hazlo, le pediré al abuelo y Eri que dejen su huella también.

Respira profundo encantado por la gran sonrisa de la albina, ama verla tan feliz, así que la complacería con su petición, lleno su mano de pintura violeta y dejo su mano cerca de la mano de T/N. Poco después entraron Akira y Eri que dejaron sus huellas en la madera.

— Se ve hermosa, eres increíble papá.

El halagó de su pequeña hija que se acercaba para ser cargada le produjo gran felicidad,  su trabajo fue excelente, se dedico tanto a armar la cuna que quedó impecable, estaba orgulloso de su trabajo, una de sus acciones dedicadas a hacer feliz a T/N, funcionó ella estaba alegre de ver a su familia reunida esperando ansiosa la llegada del nuevo miembro de la familia.

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La Verdadera Familia de Eri: T/N x Chisaki Kai (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora