Derivado de los escándalos mediáticos que rodean a su padre, una joven cantante emergente del pop cede ante la presión de aceptar un equipo de agentes de seguridad que, desde su corta edad, debía evadir para tener intrépidas noches de excesos.
Sin...
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Después de todo un día sin hacer nada, ni siquiera contestar mi teléfono, tenía que volver a mi vida cotidiana. Tengo que volver a lidiar con Tokyo y nuestra ahora relación formal, después de lo que sucedió el otro día, ambos nos comportamos diferente. No había sonrisas, ni bromas, ni mucho menos platicas innecesarias. Lo único bueno de hoy es que Jade se había quedado a pasar la noche ayer y por lo tanto hoy pasaremos el día juntas.
—¿Qué haremos hoy?
—Primero necesitamos salir de la casa e ir al gimnasio, después de eso Karen quiere que vaya a revisar la portada del nuevo álbum y después se supone que tengo una entrevista con alguna televisora.
—¿Se me permite ir?
—Si yo digo que vengas es porque puedes venir, ahora levántate.
Nos cambiamos por algo más deportivo y bajamos a la primera planta, justo al pie de las escaleras estaba Tokyo esperando.
—Uy la tensión se siente —Jade murmura.
Ignoró su comentario—. Buenos días, iremos al gimnasio y después continuaremos con mi agenda.
—Su equipo está completo señorita Hessler —odio, odio, odio en serio que me hable así—, ¿Puedo presentarlo ahora?
—Adelante.
Salió y volvió con dos sujetos y una mujer que tenían el mismo aspecto poco divertido que él, le siguieron como niños de preescolar.
—Ella es Atenas, Kiev y Río de Janeiro, serán su equipo de seguridad si así lo desea, Karen ya habló con ellos —¿Por qué trajo a una chica? Suspiré mientras les miraba ¿Tienen que ser todos guapos?
—Hola señorita —Tokyo se aclaró la garganta cuando Río me saludó, Jade parecía más contenta que yo con su presencia, miró al gruñón de su jefe— ¿Qué? Me gusta su música —apretó la mandíbula, suficiente para que Río bajara la cabeza e intentara desaparecer de su vista.
—¿Y bien? —me preguntó Tokyo—, podemos discutirlo en privado si le complace.
—No hay nada que discutir —miro a los presentes—. Está de más presentarme pero soy Vanessa Hessler, es un gusto tenerlos aquí y espero se sientan cómodos trabajando conmigo —Jade aclara su garganta—. Ella es mi amiga Jade, la verán seguido así que por favor no la traten como extraña.
—Un placer señorita, iremos a preparar todo para irnos —Kiev miró a Tokyo—, jefe.
Se retiraron, Tokyo esperó hasta el final.
—Si vamos a seguir el itinerario que Karen me proporcionó ésta mañana, lo cumpliremos al pie de la letra, si existe algún cambio le voy a pedir que me lo haga saber, esperaremos en la entrada —¿Por qué me molesta tanto que se comporte así? Jade le miró salir y elevó las cejas.
