CAPITULO XXX "RECUERDOS PERDIDOS"

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A medida que se acercaba el inicio de la gira, Vanessa había aumentado sus ensayos para la gran noche de inicio y yo, haciendo un análisis de las últimas semanas, mi molestia en la columna ha empeorado

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A medida que se acercaba el inicio de la gira, Vanessa había aumentado sus ensayos para la gran noche de inicio y yo, haciendo un análisis de las últimas semanas, mi molestia en la columna ha empeorado.

Tomé asiento mientras la miraba ensayar, no es muy militar de mi parte pero mi hombro tampoco coopera aún, solo han pasado un trío de semanas desde entonces.

-¿Por qué tiene tanta energía? -susurré mientras lidiaba con mi dolor de columna, no puedo tomar analgésicos más fuertes, no puedo comprometer mi juicio con opioides, así que los desinflamatorios y analgésicos de media gama son como mis caramelos-, es tan buena bailarina ¿Va a besar a Jay en vivo? No es necesario ¿Verdad? Eso no me gustaría.

Estuvo ensayando las coreografias con entusiasmo como cuatro horas, Río y yo estábamos impresionados.

-Hace eso en tacones, ella es genial ¿Verdad jefe?

-Claro que sí es genial.

-Mi mariposa creó unos hermosos vestuarios para ella, se verá divina.

-Siempre se ve así -dije con disimulo.

-Una disculpa, solo halagaba.

Bajó del escenario y sonriente volvió a mí, pero justo en este momento, no pude levantarme para acompañarla dentro, maldita sea, ahora no.

-¿Qué tal señorita Cisne? ¿Todavía tiene energía?

-Por supuesto que sí, aún tengo que practicar otra coreografía pero Karen dijo que descansemos un rato -dijo muy sonriente, me miró y perdió su sonrisa- ¿Todo bien Tokyo?

-El hombro me palpita, verte ahí tan enérgica me hizo cuestionar seriamente mis habilidades de resistencia.

-Disfruto mucho de bailar estás coreografías, pero no sé compara en nada a lo que ustedes hacían en el militar.

-Bailaste cuatro horas sin parar en tacones, nosotros no usamos tacones ¿Puedes correr con ellos? ¿De verdad?

-Claro, incluso puedo brincar sin lesionarme un tobillo pero no haré una demostración porque si Karen me ve haciendo eso, habrá problemas.

Tomó asiento a mi costado y me ofreció su botella de agua.

-¿Quieres un poco? También puedo preguntar si hay pastillas para el dolor, tal vez eso ayude.

-Tengo eso bajo control, no te preocupes, solo dame un momento.

-¿Seguro? No quiero que estés incómodo.

-¿Incómodo? ¿Verte bailar por qué sería incómodo?

-Por qué te está molestando tu hombro.

-Estaré mejor, no te preocupes, han pasado solo tres semanas, ayer fue mi primera terapia, así que va a ser molesto, no te preocupes por mí -susurré mientras comprobaba con disimulo si mis piernas estaban decididas a responder, cuando la respuesta fue afirmativa, me puse de pie-, entremos y descansa.

"𝑰 𝑾𝒂𝒏𝒏𝒂 𝑹𝒖𝒏 𝑻𝒐 𝒀𝒐𝒖"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora