Desperté más temprano de lo normal debido a un agudo dolor de espalda que me impedía siquiera respirar, intenté levantarme, pero apenas pude dar un par de pasos para después caer al suelo, exhalé con fastidio, me quejé por el movimiento brusco, mi brazo dolió tanto que incluso, sentí que perdería el conocimiento, intenté levantarme de nueva cuenta, pero las piernas simplemente no me respondían.
—Ahora no, vamos —susurré con un tono de súplica, pero ni siquiera podía moverlas y el dolor aumentaba ferozmente. Tragué saliva e intenté regularizar mi respiración, entonces pude arrastrarme hasta el mueble en dónde se encontraba celosamente oculto el vicodin, no tenía más opciones, debo tomarlo a la par con el antiinflamatorio si quiero levantarme de aquí.
El efecto no fue inmediato, por lo que el dolor aumentó, transpiré tanto que mi camiseta se empapó en cuestión de minutos y mi respiración era tan irregular que en algún momento, perdí el conocimiento.
Cuando desperté de nueva cuenta, el dolor se había ido, moví las piernas y aunque estaban un poco torpes, funcionaban, entonces pude ponerme de pie y alistarme para el gran día de Cisne, estaba por colocarme el saco, sin embargo fui distraído por la persona que llamaba a la puerta, abrí y me encontré con ella, estaba sonriendo, pero dejó de hacerlo en cuanto me vio.
—Buenos días Cisne —dije, pero ella seguía intrigada por algo— ¿Qué pasa? ¿Ya no soy atractivo como ayer?
Llevó su mano hasta mi mejilla— No dormiste bien ¿Cierto? —frunció el ceño, pero no estaba molesta— ¿Tuviste otra pesadilla?
—No, de hecho me entretuve viendo tu último concierto —¿Desde cuándo soy tan hábil para mentir?
—Tokyo no me mientas, tienes un derrame en el ojo.
Oh mierda, suspiré—. No lo había notado, en serio, vi tu concierto y no creo que sea prudente que bailes tan cerca de tus chicos, no suelo ser celoso pero eso sí me molestó ¿Estás lista para irnos? Dame un momento, me pondré los zapatos.
—Tokyo —me detuvo de ir por mis zapatos— ¿Fue otra pesadilla? ¿Por qué no me quieres decir?
—Te prometo que no fue una pesadilla, miré tu concierto, completito, tus botas blancas, parecían que tenían plumas, por eso eres un Cisne, lucías adorable ¿Qué usarás ésta vez?
Me miraba aún inquieta, no parecía creerme, pero decidió dejar el tema por la paz.
—No lo sé, Jade se encarga de eso, solo sé que tiene que ver con la temática.
—Pero lo eliges tú ¿Cierto? ¿Puedes usar el rojo? Creo que te ves impresionante de ese color —exhalé—, en serio no tuve pesadillas, me desvelé mirándote, necesito tener todo cubierto, no permitiré que te hagan daño otra vez, estaba mirando el diseño del escenario.
—No quiero que estés mal por hacer eso, no es normal que después de desvelarte tengas un derrame en el ojo —suspiró—. Solo prométeme que si algo te sucede, me lo dirás, por favor.
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"𝑰 𝑾𝒂𝒏𝒏𝒂 𝑹𝒖𝒏 𝑻𝒐 𝒀𝒐𝒖"
Ficção AdolescenteDerivado de los escándalos mediáticos que rodean a su padre, una joven cantante emergente del pop cede ante la presión de aceptar un equipo de agentes de seguridad que, desde su corta edad, debía evadir para tener intrépidas noches de excesos. Sin...