Derivado de los escándalos mediáticos que rodean a su padre, una joven cantante emergente del pop cede ante la presión de aceptar un equipo de agentes de seguridad que, desde su corta edad, debía evadir para tener intrépidas noches de excesos.
Sin...
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La gira comienza mañana, no termino de comprender a dónde se fueron todos los demás meses previos a este día. Todavía no asimilo que dentro de algunas horas me estaré montando en un avión y ese será mi nuevo hogar por el resto del año y el próximo también.
Mientras repasaba las letras de las nuevas canciones, miraba a Tokyo comandar los entrenamientos de Patrick, sin embargo estaba siendo muy frívolo y serio con él. Tokyo le estaba dejando muy en claro a mi hermano como hacer los ejercicios mientras él se ausenta conmigo por la gira, asumo que lo hace para que Patrick no pierda el avance que ha conseguido en este tiempo.
—¿No quieren tomar un descanso? Llevan un buen rato practicando y haciendo ejercicios.
—Eso es buena idea —Patrick iba a detenerse, pero Tokyo le dejó el peso de la barra encima.
—Yo creo que no, vamos Patrick.
—Oye viejo, no soy un soldado universal como tú…
—¡Dame diez ahora Patrick!
—Está muy pesada —lloriqueó.
—¿Quieres ser independiente o no?
—¡Sí!
—¿Quieres que te sigan tratando como a un bebé?
—¡No!
—¿Quieres recuperar tu vida sí o no?
—¡Sí!
—¡Vamos Patrick!
Miré la escena sin saber qué decir, no creo que sea prudente entrometerme, sin embargo esto parece pasar la línea entre posible e imposible.
—Un descanso de diez minutos no vendría mal —murmuré.
—Dama hermosa, le voy a pedir un favor, este asunto es entre su llorón hermano y yo, le voy a sugerir de la manera más atenta que no intervenga.
—Al menos un descanso para tomar agua, no les vendría mal con todo lo que están sudando.
—Es así porque lo mimas de más, aún no está cansado y tampoco necesita hidratarse, jamás le pondría ejercicios que pudieran causarle daño, así que no insista, se queja demasiado pero es porque es un mimado, no por otra cosa, puede hacerlo, te lo garantizo —susurró.
—No lo mismo, solo intento cuidarlo y a ti también, no creas que me olvido de tu hombro.
—Yo estoy perfecto, y él también ¡Vamos Patrick! ¡Vamos!
—Ya casi, ya casi.
—Necesitan un descanso Tokyo, cinco minutos, por favor.
—Ya que tienes mucha energía para interferir, te voy a enseñar algunas cosas, cuando estás en tu camerino entre tantas flores, es difícil distinguirte entre ellas, pero eso no significa que mi flor humana no pueda soltar unos golpes.
