CAPÍTULO XXV "RIÓ CUIDA A MARIPOSA"

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En cuánto el médico salió de mi recámara en esa ocasión, Vanessa entró interesada en saber lo que me había dicho, logré cambiarle el tema, pero estoy consciente de que eso no será para siempre

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En cuánto el médico salió de mi recámara en esa ocasión, Vanessa entró interesada en saber lo que me había dicho, logré cambiarle el tema, pero estoy consciente de que eso no será para siempre.

Llegué a casa con Patrick y le di su rutina de ejercicio del día, no podía ser tan agotadora como el resto porque el señor ya es un hombre de negocios.

Después de eso fui a mi recámara y no había pasado dos minutos dentro cuando alguien llamó a mi puerta.

Abrí y ahí estaba mi Cisne, un Cisne molesto.

—¿Por qué estás molesta?

—¿No es obvio? Te dije que tenías que descansar Tokyo y aún así estás por todos lados.

—No puedo estar quieto, necesito hacer algo mientras pueda, solo fui por Patrick, no es como que me exigiera la mayor de las estrategias de seguridad, solo déjame hacer algunas cosas, puedo conducir bien, no estés enojada.

—Pero el punto de descansar es que no hagas nada, que te quedes quieto hasta que estés mejor y mientras tengas el brazo así, no está bien.

—Te preocupas demasiado ¿Olvidas que soy un soldado? Puedo con muchas cosas y soportar demasiado —susurré—, por favor, no me tengas como un adorno, aunque tus fans digan que soy lindo.

—No trato de tenerte como adorno, solo quiero cuidarte. No sé cómo hacen las cosas en el militar pero mientras trabajes aquí, no vas a trabajar mientras estés enfermo o lastimado.

—No puedo mantenerme quieto, debes comprender eso —caminé torpemente hacia atrás, Vanessa intentó evitar que cayera, pero no había mayor peligro, estaba la cama, así que ambos caímos ahí, ella encima de mí—, o tal vez estaría quieto si permaneces así —me había dolido el movimiento, pero tenerla sobre mi fue placentero, debo decirlo tal cual es—, o tal vez no.

—¿Ves? Ya te lastimé y es lo que quiero evitar, quiero que sanes bien y que puedas regresar bien a trabajar.

La sujeté con mi brazo sano y la acerqué más a mí, finalmente la besé suavemente.

—Debemos ir a Vanity mañana, creo que Patrick ha encontrado a alguien que le mantendrá ocupado, tengo hambre ¿Quieres ir a comer? pero antes de eso ¿Me ayudas con algo?

—¿Qué necesitas? —me besó nuevamente y sonrió.

—Necesito aplicar la lidocaína, pero si hago esfuerzo, duele y como estoy muy interesado en recuperarme rápidamente, necesito ayuda con eso ¿Podrías? Si no quieres está bien, Atenas podría ayudarme.

—Yo lo hago ¿Lo debo aplicar de alguna manera en particular?

—No, es como una crema —la miré y sonreí—, celosa, no quieres que Atenas me toque ¿Por qué eres así?

—Si yo puedo hacer algo por ti, lo haré, no necesitas a nadie más —me beso la mejilla— ¿Dónde tienes la crema?

—Junto a esa pequeña farmacia de medicamentos ¿Me ayudas con el cabestrillo? Tienes que aflojarlo suave, no tengo fuerza en el brazo así que no puedo sostenerlo.

"𝑰 𝑾𝒂𝒏𝒏𝒂 𝑹𝒖𝒏 𝑻𝒐 𝒀𝒐𝒖"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora