Derivado de los escándalos mediáticos que rodean a su padre, una joven cantante emergente del pop cede ante la presión de aceptar un equipo de agentes de seguridad que, desde su corta edad, debía evadir para tener intrépidas noches de excesos.
Sin...
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Después de tener un fin de semana tan pesado y ajetreado, tenía que venir a la universidad a terminar mis últimos cursos. Para mi fortuna solo tenía una clase hoy, pero igual tenía que esperar a que llegarán por mi.
—Jade que gusto verte —Ally una compañera de clases se acercó a mi, junto con sus amigas.
No soy fan de ellas, pero tampoco las detesto.
—Hola Ally ¿Cómo estás?
—Muy bien ¿Tú? Vi lo que pasó con tu amiga ¿Ella está bien?
Asentí—. Tiene un equipo de seguridad muy profesional.
—Y muy guapos también —añadió una de sus amigas.
—Sí eso también —comenté distraída viendo cómo mi reloj me decía que bebiera más agua, me gustaría saber cómo este aparato sabe tanto de mi.
—Yo saldría con uno de ellos.
No pude evitar sonreír.
—¿Quién no? Son todos unos guapos, no sé cómo Vanessa los consiguió.
—Yo creo que ella sale con uno de ellos.
—Shh no digas esas cosas enfrente de Jade, son mejores amigas —le regaño Ally, yo solo pude darle una sonrisa forzada.
—¿Qué hay de ti Jade?
—¿A qué te refieres?
—¿Saldrías con uno de ellos?
—Bueno es que... —me interrumpió una de las chicas que no conozco.
—Por favor Ally ¿Quién querría salir con ella?
—¿Perdona?
—Perdóname cariño pero que hombre en su sano juicio saldría con una mujer que tiene un aparato que constantemente está haciendo ruidos extraños.
—No estás para saberlo, ni yo para contarlo, pero tengo novio —dije molesta—, que me acepta con todo y mi aparato que hace ruidos extraños.
—Ay por favor no mientas, no tienes que hacerlo con nosotras.
—No tengo porque mentirte, incluso te puedo presumir que me regalará una de sus medallas y tiene una moto.
Todas rieron menos Ally.
—Jade tienes una gran imaginación.
Ya comenzaba a sentir mi sangre hervir. Mi reloj comenzó a sonar y lo apagué, estoy a tres de soltar palabras muy ofensivas.
Entonces noté que todo el mundo miraba a la entrada del campus, miré también mientras abrazaba mis cuadernos, entonces le vi.
¿Río?
Es guapo, pero hoy se había esmerado para verse inalcanzable, lucía un traje azul eléctrico casual, gafas oscuras y ese porte sublime para caminar como si estuviera en una pasarela, se acomodaba el saco mientras que, con la mano derecha sujetaba un hermoso ramo de peonias rosadas.
