2 soñar

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10 de marzo de 2020

-Te quiero, -declaré con una mezcla de emoción y nerviosismo, mis ojos brillando con sinceridad mientras miraba a Charles, el chico que había estado en mis pensamientos desde que vi su foto hace 9 años.

-Yo también te quiero, Carlos, siempre te voy a querer, - respondió Charles con un tono suave, sus palabras llenándome de una mezcla de alegría e incredulidad. Tenerlo tan cerca de mí era una realidad que me resultaba difícil de asimilar.

-Carlos, por favor, no me dejes solo en la oscuridad, - suplico con voz temblorosa

-Claro que no te dejaré, no pienso abandonarte ahora que te encontré, - prometí a Charles con determinación, tratando de que mis palabras fueran reconfortantes envolviéndolo en un abrazo cálido en medio de la incertidumbre De repente, una voz familiar me llamo desde atrás, interrumpiendo nuestro momento de intimidad compartida. Al girarme, me encontré con una escena desconcertante: una criatura con partes de animal y partes de humano se acercaba rápidamente hacia nosotros. Observé con horror mientras la criatura se abalanzaba sobre Charles con una expresión salvaje en su rostro, agarrándolo con fuerza y llevándoselo.

- ¡Carlos! - grito desesperadamente, su voz llena de angustia mientras miraba cómo lo arrancaban de mi lado. La confusión y el miedo se apoderaron de mí, y en un instante, me encontré atrapado en una pesadilla de la que no podía escapar. De repente, me desperté con un sobresalto, el corazón latiendo con fuerza en mi pecho mientras miraba a mi alrededor, tratando de orientarme en la oscuridad de la habitación del hospital. Respiré profundamente, tratando de calmarme mientras la realidad de mi entorno se asentaba lentamente en mi mente.

-Carlos, ya me habías asustado, pensé que estabas muerto, - dijo Landó con preocupación en su voz, rompiendo el silencio de la sala.

-Lo siento, - murmuré, aun recuperándome del susto. Lando era un chico muy hermoso y gentil, nos conocimos hace unos años y desde entonces habíamos sido amigos cercanos, apoyándonos mutuamente en momentos difíciles.

- ¿Necesitas algo? - pregunté, todavía intentando despertar del todo del sueño.

-De hecho, sí. Necesito saber si podrías hacerte cargo de un paciente. El doctor Daniel quiere que lo acompañe a sacar algunos estudios y sabes que no te daría esta responsabilidad a menos que sea importante-, dijo rápidamente, con ese puchero irresistible que siempre logra convencerme.

-Está bien, lo haré, pero por favor, nunca más me despiertes así-, respondí, entre risas.

-No prometo nada, y gracias-, me abrazó y comenzó a darme besos por toda la cara, haciendo que me riera aún más.

-Para ya-, dije entre risas, antes de que alguien nos viera, no es como que tuviera que ocultar algo, pero se puede malinterpretar y no me gustaría que mi mejor amigo sufriera por algo así.

-Este es su expediente, está en el área de traumatología. Por favor, asegúrate de realizar todos los exámenes necesarios, se ve muy mal. Gracias, te quiero-, dijo mientras se alejaba. Reí ante su comportamiento, sabiendo lo excéntrico que podía ser. Observé el expediente del paciente: Charles Leclerc. Había sufrido una caída y presentaba signos de desnutrición. Decidido a atenderlo lo mejor posible, me dirigí a la sala de traumatología.

- ¿Charles Leclerc? -, pregunté, mientras me acercaba a la cama donde estaba el paciente. - ¿Sí? -


¡Hola! Solo quería avisarles que voy a entrar a la universidad, así que no sé cuándo podré actualizar más

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¡Hola! Solo quería avisarles que voy a entrar a la universidad, así que no sé cuándo podré actualizar más. No se preocupen, no voy a tardar un mes, como mucho será una semana. Estoy muy emocionada por la historia y gracias por el apoyo

Entre Sueños y Realidades (Charlos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora