Las Kim habían recogido todos los indicios del ritual, y ahora, todavía afectadas por lo sucedido y lo vivido, se habían reunido en el comedor, compartiendo una infusión relajante que Le abuela había preparado.
Rosé, Alice y su padre Armand se habían retirado a un rincón del bosque a hablar a solas. Y ellas, en un tácito acuerdo respetuoso, se habían alejado para darles ese espacio.
Minyeong, con los ojos enrojecidos, estaba feliz.
—Esa mujer tenía tanto amor… Y perdón. Mucho perdón —afirmó maravillada tomando de la bandeja su té en un vaso de A Loja do gato Preto. Aquel era un conjunto especial que había comprado Jisoo en Portugal, después de ir a conocer a
Nelly Furtado para trabajar con ella en un tema que se hizo famosísimo—. Y había tanto dolor en Rosé… Tanta impotencia. Esa mujer conocía a su hijo a la perfección
—resumió maravillada.—¿Y qué madre no conoce a su hijo? —incidió Haesook con una sonrisa de reconocimiento—. El cordón umbilical nunca acaba de romperse con nosotras.
—Jisoo, ¿estás bien? —preguntó Taeri sentándose a su lado—. Estuviste genial.
Ella la miró y le sonrió con pena, pero rápidamente se quitó la tristeza de encima.
Estaba bien. Pero tenía el temor de lo que le dijera Rosé cuando pudieran hablar. Puede que aquello la trastornara y no se lo perdonara jamás. No todo el mundo podía entender una experiencia de ese calibre.
Jisoo había querido que fuera un regalo para ella, para que su alma sanara. Para que dejara de protegerse y de tener rencor y pudiera amar sin riendas, aunque no fuera ella la afortunada. A pesar de que no fuera a a quien amara. Y debía amarla muchísimo para tomar esa decisión de quererlo tanto como para dejarlo ir.
Ahora solo podía esperar a que la conversación entre Armand, Alice y Rosé fuera constructiva y no destructiva. Si ese encuentro emotivo con su madre hubiese sido todo lo fructífero que Jisoo quería, Rosé debía tomar otro rumbo en su vida a partir de ahora.
—Sí, estoy bien —contestó algo extenuada—. Ser el vínculo y la herramienta conductora entre un mundo y otro es… agotador. Pero al mismo tiempo fue tan emocionante.
—Fue precioso, Chu. De verdad. Creo que haberle dado ese regalo a Rosé dice mucho de ti y de quién eres.
Jisoo se encogió de hombros restándole importancia.
—Su madre contactó conmigo para salvarla. Si ella estaba en la isla porque sus cenizas reposan aquí, pensé que también vendría a la invocación para sanar a su hija.
Minyeong, que limpiaba a mano las tazas de té sucias que habían en el fregadero, asintió concentrada en su tarea.
—Por supuesto que iba a venir —confirmó—. Juliet sabía que podía salvar a su hija en el plano espiritual y emocional. Estuvo esperando durante muchos años su regreso para poder contactar con él. Pero Rosé nunca regresó. Le dolía todo tanto que no quería volver a pisar este lugar —negó con la cabeza—. Pobre niña… —lamentó—. Es tan buena que ni lo sabe. Pero mi pequeña Jisoo logró unir a toda la familia de nuevo —soltó orgullosa de ella—. Y les ha dado algo hermoso y único que recordar, algo que los ayudará a reencontrarse.
—Sí —dijo Jennie abrazando a su hermana por la espalda—. Rosé no sabe lo que se pierde —la besó en la mejilla—. Mi Jisoo es la mejor de todas.
En ese momento, Jisoo recibió un Whatsapp al móvil que miró inmediatamente.
De: Merwyn boys
Hola, somos los chicos que venimos a grabar. Ya estamos en el estudio. En unos diez minutos habremos acabado.
¿Vienes a chequear que esté todo bien o nos vamos? Te dejamos la maqueta hecha al lado de la mesa de mezclas. ¿Le dejamos las llaves de nuevo al de la planta de abajo?
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BRUJAS DE SAL | PARTE 2 | CHAESOO & JENLISA
FanfictionJisoo Kim siempre tuvo un don muy especial y también una cruz que ha sabido llevar con dignidad durante mucho tiempo. Sin embargo, lo que todavía padece y le sigue doliendo, es saber que, a pesar de que continúa en su isla, viviendo de su música, si...