─ Capítulo 7; Celos.

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— Capítulo VII;

Habían pasado solo 2 días, y todo había marchado bastante bien, el principito aún estaba en cama sanando heridas, los rescatados varios ya habían salido de recuperación y estaban llendo a psicología por los traumas mientras los pocos compradores que consiguieron sobrevivir están llendo a juicio o simplemente no sobrevivieron.

La Guardiana estaba en la habitación del principito ya que dentro de 1 mes y medio, básicamente el tiempo que las curanderas dijeron en el que el principito se recuperaría, volvería a su hogar el Reino rojo, ya que después de este desmadre, el rey rojo insistió que recortarian el tiempo que el principito estaría en el Reino azul.

Actualmente el principito estaba en cama, durmiendo ya que muchos tratamientos que las curanderas usaron consumían mucho la energía del principito así que este se encontraba durmiendo, tenía una camiseta blanca ancha y unos pantalones deportivos cortos anchos negros, y no mantenía ninguna de sus joyerías como su corona.

La guardiana en general solo miraba un poco su habitación y de vez en cuando al principito, a diferencia de la suya, el cuarto del principito era mucho más grande, esperable sinceramente, tenía una estantería con libros, una mesa con papeles y colores, una alfombra en el suelo, un cofre bajo llave, cuadros abstractos, su ropero, otra puerta que daba hacia el baño personal, una mesita de noche y la cama, claro.

La habitación de la guardiana era como la mitad de esta habitación, tenía una cama, una mesa pequeña y unos repisas en la pared, y el baño era los del resto de guardias y reclutas.

Pero bueno, ella nunca le gusto las habitaciones grandes, pensaba que tener una era desagradable visualmente, ya que no rellenaria la mitad de esta, quedando vacía mayormente.

Quedaba media hora para las una de la tarde, y el principito aún dormía y no sabía si debería preocuparse o dejarlo descansar, igualmente la preocupación era inevitable.

Oyó como el pequeño se movía en su cama, destapandose por el movimiento, así que decidió acercarse para otra vez arroparlo, hasta que vio y oyó como este le hablaba.

— Ya... Duermete si quieres, no puedo dormir con tu intensa mirada... —

Le dijo algo cansado a su guardiana, y era verdad, cuando la mujer se lo proponía o accidentalmente llegaba a un punto de ser intimidante haciendo que su misma mirada pareciera como si te criticaba de pies a cabeza.

— No puedo Príncipe Reagan... Sabes que tengo que proteg-

— Ugh- deja esas modalidades, somos amigos, no tienes que tratarme siempre así, puede que de vez en cuando cuando estamos en público, pero en privado puedes llamarme solo Reagan, o Rea, como quieras. —

La guardiana asintio, se puso recta para terminar de arropar bien al principito y abandonar la habitación.

Fue directa a su habitación, había dormido algo mal por la culpa y se sentía algo sucia, tomó de su cuarto ropa cómoda y se fue a las duchas.

En el aseo hizo lo que todos hacemos en estas, desvertirse, lavarse, en-jabonarse, limpiarse... No creo que necesite mucha descripción.

Cuando salió se puso una ropa más cómoda, una túnica que mantenía en su ropero a la esquina color rojiza con algunas prendas rojas, no solía usarla ya que era algo formal y ella naturalmente iba a la guerra para... Todos sabemos que.

୨👑୧ Des-Aventuras con la Realeza ❀ ;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora