୨👑୧ Des-Aventuras con la Realeza ❀ ;

─ Capítulo 3; Amigos.

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— Capítulo III.

Esta vez nos ubicamos en el campo de batalla, no se si lo sabéis, pero cuando las tropas son atacadas no son literalmente dañadas, las espadas no suelen cortar o apuñalar, si son muy largas las usan más como bates, golpeando a lo largo, y si son pequeña suelen ser más puñetazos antes que apuñaladas, y así ocurre con todas las armas, las pistolas de las mosqueteras o el cazador no son muy potentes, pueden hacer moratones, pero no más, como flechas, no literalmente te clavan las fechas en el pecho, son más pequeñas punzadas que te debilitan y después cuando "mueres" te vas al banquillo.

Si no, obviamente el campo sería un charco de sangre, había pocas cosas que realmente si te dañaban para hacerte daño seriamente, como el Chispita, al ser una máquina solo te daba un increíble chispazo que te removia los recuerdos, pero al tiempo se pasaba, aveces el verdugo o valquiria podía darte golpes fuertes, pero nada grave, eran sanados por las Sanadoras fácilmente, algunas estructuras como torre infernal y la Tesla, o los dragones también podían hacerte quemaduras o chispazos, pero nada grave realmente.

Pero obviamente siempre hay tropas rebeldes que no les tiene compasión a ninguno de sus enemigos, y este es el caso.

Nuestro protagonista había sido desplomado, y frente a la vista de una bruja desplomaron a la guardiana para que pudiera encargarse de la bruja y de paso acabar con los esqueletos, cosa que funcionó muy bien, la guardiana estaba ocupada con la bruja y el Principito ayudaba de fondo, imagino que por culpa de eso no se dio cuenta del Fantasma real que se le acercaba, si hubiera sido cualquier tropa, un caballero, un arquero mágico o un pescador, quizás solo hubiera obtenido unos moratones o suciedad, pero al parecer no contó con la suerte, ya que la espada golpeo cortando el brazo y parte del hombro izquierdo del más pequeño.

En cuanto su guardiana dio la vista de eso, y en cuanto acabo con la bruja derrotó a la legendaria.

— ¡Príncipe! ¿Se encuentra bien? —

— S-Si... Estoy bien. —

— Debemos ir con la curandera, ella sabrá que hac-

— No! Continuemos en la batalla, porfavor... —

La mayor únicamente pudo asentir e intentar proteger con lo que le quedaba al Principito, que herido y desangrándose intento dar todo lo que podía.

La partido acabo en muerte súbita y con el desempate por unos pocos de puntos de vida, había sido un rival difícil, y en cuanto la guardiana puedo, cargo al Principito a la búsqueda de la enfermería más cercana.

— Disculpe Príncipe Reagan, juro que buscaré a la curandera más cercana. —

Dijo mientras el mencionado se mantenia en sus brazos cargado con uno de los brazos de su guardiana, aun tenía su ballesta entre sus manos, y la mujer mantenía su casco y su espada en la otra mano.

En cuanto llegaron a la enfermería más cercana el más pequeño fue atendido de urgencias, aun que afortunadamente no fue nada grave si fue un buen susto.

— Bueno... El Principito estará bien, solo que guarde reposo y no mueva mucho su brazo. —

Enunció sin muchas preocupaciones.
En cambio el Principito se mantenía en una camilla con su brazo vendado y haciéndole los últimos retoques.

— Si te duele mucho acude a mi otra vez. —

Y con eso finalizó la curandera.

En cuanto salió de la habitación se encontró con su guardiana, la cual traía aparte de su enorme espada, también la ballesta del pequeño.