─ Capítulo 6; Sentir.

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Tw//Advertencia: Este capítulo contiene temas delicados, recuerda que no es para normalizar ninguno de estos.

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— Capítulo VI:

Todo lo que podría ir mal fue mal, no solamente había perdido al Príncipe Reagan, también había perdido a su amigo, a su mejor amigo para ser sinceros.

¿Cómo no iba a querer a ese pequeño?

Era como su... Su hermano pequeño.

En esos momentos el sentimiento volvió a sentirse familiar, ese sentimiento que te ahorca el corazón, como si este quisiera salir de tu pecho al mismo tiempo y romperte todos los músculos y tejidos a su paso, los mareos que te hacían temblar desde los pies a cabeza, era como no poder moverte en ese tiempo y que si das un paso adelante sientes que te caeras de una. Los sudores fríos, que bajan por la frente hasta caer en la mandíbula. La respiración estaba aumentando, al igual que el ritmo cardíaco, podía escuchar su propio corazón bombear sangre, parecía que quería explotar. Su estómago empezaba a revolverse, quería vomitar.

Su cuerpo no respondía, era como si ahora misma fuera de piedra y solo pudiera pensar en todos los dolores que estaba teniendo, no veía bien, empezaba a ver borroso y sin claridad, todo el mundo se le caía encima en esos mismos momentos, sentía como iba a desgarrar sus propias palmas con sus uñas si seguía apretando sus puños, cosa que no tardó en hacer y empezaría a gotear sangre.

Juraba que había sentido lo mismo cuando vio la tumba de su hermano.

Juraba que en cualquier momento se caería al suelo y se desmayaria, y así fue, sintió como sus piernas dejaron de funcionar y cayó de rodillas.

Afortunadamente antes de seguir cayendo alguien tocó su hombro.

— Disculpe, ¿Se encuentra bien? —

Era la Valquiria, solo que ahora sin su hacha.

Intento hablar, pero las palabras no salieron de su boca.

— Ey, ey, no te preocupes, esta bien, esta bien, llamaremos a la Guardia Real, ellos sabrán que hacer. —

Y así fue, a los minutos reclutas, guardias y los príncipes estaban hay, viendo, buscando y preguntando sobre los ladrones.

Todo eso mientras que ahora la solitaria guardiana, con su casco puesto, se reeplanteaba como explicaría esto al rey rojo, si a ella le dolía la idea de perder al principito, no quiero pensar en su padre.

Empezó a dolerle el pecho, posiblemente fuera por la mala respiración que estaba teniendo en esos momentos, agradecía estar sentada en un tronco del suelo, si no juraba que caería de rodillas en esos momentos, el calor y agobio empezaron a acumularse.

Necesitaba quitarse el casco en esos momentos.

Pero al mismo tiempo sus manos ni brazos respondían, miraba hacia abajo y luchaba para que su cuerpo respondiera a sus estímulos.

En eso sintió como alguien quitaba su casco y lo colocaba a sus pies.

Levanto algo la mirada viendo un par de ojos castaños.

Era la princesa Ellie.

— ¿Te encuentras bien? Estas pálida... —

¿Cómo iba a estar bien? Literalmente acaba de perder a una de las pocas personas que ella quería, una de las pocas que le apoyo de forma emocional y encima había sido por su culpa.

୨👑୧ Des-Aventuras con la Realeza ❀ ;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora