୨👑୧ Des-Aventuras con la Realeza ❀ ;

─ Capítulo 2; Cena.

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- Capítulo II;

Hay un dicho que dice que las pequeñas acciones crean las mejores amistades, y yo creo que es así, si no ¿Cómo podríamos explicar la increíble amistad que había formado el principito y su Guardián?, digo... Guardiana.

Habian fácilmente conectado, tanto que hasta Armida le contó algo de su pasado a Reagan, le menciono que creció como campesina, pero que con su cuerpo y musculatura decidieron meterla a la batalla, y para su fortuna y la de su familia el plan funcionó, ya que resultó que Armida era muy buena en esta, así que con el tiempo Armida consiguió llegar a un puesto como guardaespaldas de un príncipe, en su caso, principito.

Reagan por su parte le alegraba mucho, ya no se sentía el ambiente tenso, y ahora podían hablar por horas sin aburrirse.

Hasta le hablo de su plan, de convertirse en tropa para las Arenas y que porfavor, ella le acompañara, cosa que la rubia no consiguió negarse.

Aun que ya pasaron los días suficientes para que el principito se fue de su hogar, se despidió con penas de su padre y hermana y empezaron a partir, en la carroza estaba Armida y Reagan al mismo tiempo, con guardias esqueletos siguiendo el camino, o eso temporalmente.
Reagan y Armida habían echo un pequeño mal, pararian en un bar donde se supone que debería estar el recluta real de su padre, y cuando lo encontrasen harían lo que sea para conseguir ese pergamino.

Llegó el día, momento, y hora.

El principito espero a poder ver al recluta, que no tardó en entrar para tomar un descanso, así que ¿porqué no? Empezaría con sus "pequeñas" bromas, como robarle el tarro de elixir a un bárbaro de por hay, o empezar a disparar con su ballesta, arruinar la fiesta de unos duendes, la comida de un gigante, pequeñas cosas, según el.

Aun que todo hubiera funcionado si ese maldito príncipe oscuro no se hubiera interponido en su camino, para no conocerlo, era Blake, uno de los "príncipes" que solía acompañar a la princesa de ese reino, aun que claramente no se dejaría aplastar, con un silbido hizo llamar a su guardiana para que quitara del camino a todas las tropas y al príncipe oscuro, que gracias a todo el caos causado, consiguieron el tan preciado pergamino.

Así hasta llegar hasta el castillo de su tío, estuvieron riendo y contando chistes de su increíble experiencia.

- Me pregunto qué cara pondrá Blake al verme en la arena, o cuando nos veamos en el Salón real -

Dijo mientras seguía riendo al recordar la cara de su cara de asombro al ver el "rescate real".

- Lo admito, - solto una pequeña risa - si fue gracioso. -

Dijo la rubia mientras sonreía.

- ¡Mira, estas sonriendo! Pensé que eran "ruda y fría", que no sonreias. -

Comentó haciendo dedillos en el aire cuando dijo " ruda y fría". Lo dijo de broma, aun que la oji-azul solo miro algo melancólica y después apartó la mirada.

- Oh... ¿Dije algo malo? Perdón, solo... Era una brom-

- No, no es eso, solo que... Siento que hace mucho tiempo no sonreía, imagino que empeze a vivir una vida con tantas reglas que ahora hacer alguna travesura me hace reír... -

- ... Bueno... Me alegro, tienes una bonita sonrisa. -

La rubia miro algo extrañada por el comentario, lo cual el peli-negro solo se sonrojo de la vergüenza intentando mirar de lado evitando los ojos de la más alta.